Good Boy

Eduardo.

Soy el único con el pensamiento de que, cuando el día empieza temprano ¿se siente diferente al resto? Es como si toda tu monotonía cambiara de un momento a otro, más porque comienzas una nueva etapa de tu vida. Por mi parte, es el comienzo de una nueva aventura, una donde no seré solamente yo, compartiré con Gonzalo hasta que el tiempo decida donde darle un fin, honestamente espero sea en un periodo muy largo, hasta el punto donde nuestra vida como adultos sea aburrida para aburrirte junto a la persona que amas.

Regresando al tema de despertarte temprano, odio la sensación del colchón vibrando por las alarmas que tu pareja coloco para despertarse una hora antes de su partida al trabajo, es tan molesto, pues esto es el responsable de despertarte, más porque Gonzalo ya estaba despierto cuando el molesto ruido estaba sonando. A eso, súmale el hecho de querer moverte para apagarla, pero tu querida cachorra esta acostada en tu espalda, tiene toda la cama para conciliar el sueño y prefiere el lugar más incómodo.

—¡Quítate Luna! —no toque ni siquiera a la bola de pelos, solamente me moví un poco para que esta se apartara, pero lo que hizo fue soltarse a chillar.

—¡Buenos días Flaco! —en el otro cuarto se escuchaban algunas cosas moviéndose, combinadas con el silbido de Gonzalo—¿Quieres desayunar?, preparé un poco de... la verdad esto no se puede considerar como comida, pero es lo que hay... ¿Quieres probar lo que hice?, pienso que mal no está, no lo sé, ¿tú qué opinas? —este entro con un plato en sus manos, entregándomelo cuando estuve totalmente sentado en el colchón.

—¿Qué trataste de hacer? —cundo me hizo entrega del platillo, el cual había sido preparado hace unos instantes, lo primero que recibió por mi parte fue una cara de desagrado por ver el líquido que estaba entre verde y amarillo. Revolví un poco para observar el líquido con más detenimiento, pero lo único posible para rescatar. fue garbanzo con un montón de verduras irreconocibles por la textura que habían tomado.

—Sopa de verduras. En la mañana me levante a sacar a Luna a ser sus necesidades, Esperanza ya estaba despierta así que me regalo un poco de sopa de verduras más aparte la contraseña del Internet, que, por cierto, quise meterla a tu celular también pero no pude abrirlo, no recuerdo la contraseña. Regresando al tema principal. Ya con Internet y un poco de comida, decidí ver un tutorial de cómo preparar sopa de verduras, tenía un poco de dinero en mi maleta, no sé por qué, así que fui a comprar lo que me hacía falta. La primera cosa que me detuvo fue el hecho de no saber cómo prender la parrilla, pero al final aprendí como, cuando comencé a cocinar me quemé como tres veces, pero de los errores se aprenden. Por cierto, si hueles a plástico quemado no preguntes por qué. En fin, según el tutorial esto es una sopa de verduras, sólo falta el limón, pero para eso no me alcanzo, le pedí un poco a Esperanza, sin problemas me regalo unos, tu plato ya tiene. Pues entonces, esto he decidido hacer de comer hoy para poder ir con energía al trabajo, aunque debo de admitir que tuve mucho frío en la noche, y no pude dormir por eso, así que creo que no voy a llegar con las energías que esperaba. En fin, también ya tomé una ducha y me arreglé lo mejor que pude para el trabajo, ¿De qué piensas que será?

Durante toda la plática, trataba de concentrarme sobre todo lo que Gonzalo me quería comunicar, primero estaba con la sopa, luego el internet, después menciono quemaduras, plástico quemado, la parrilla, luna, el aroma, estaba realmente confundido. Todo fue olvidado al instante cuando Gonzo soltó la última frase, esperando que yo contestara la pregunta que me había hecho, pero para evitar dar una respuesta bastante larga, con un poco de temor probé la comida que me había entregado, mientras pensaba que responderle.

—No está nada mal, la verdad, no se ve apetitoso, pero tiene rico sabor, solo le falta un poco de sal, con eso quedaría perfecto. Con respecto a tu pregunta, no tengo idea, de cualquier modo, trata de concentrarte lo más que puedas Gonzalo—la sonrisa de su rostro desapareció, dejándome con un poco de miedo en mi ser.

—¿Por qué dices eso?

—¿Hace cuánto no armas un rompecabezas? —pregunte esquivando la pregunta mientras pensaba como arreglar el incómodo momento que había creado.

—Hace bastante tiempo, desde que nos dejamos de hablar, la primera vez, hace aproximadamente tres meses... creo.

—Tienes un problemilla con el tema de la atención, la pierdes muy fácilmente, así que, por favor trata de concentrarte lo más que puedas hoy, ¿Okey?

—Si flaco—y esa sonrisa de niño de seis años regreso.

—¿Hay agua caliente? Para tomar un baño antes de irme—sin esperar una respuesta inmediata, seguí consumiendo la sopa que Gonzalo había preparado.

—Creo que sí, no sé, yo me duche con agua fría, sirve para despertar—contesto dedicándome una sonrisa mientras levantaba el pulgar con su mano izquierda.

—Son las seis de la mañana, hace un chingo de frío ¿y tú te atreves a bañarte con este clima?

—Claro... mi papá así nos acostumbró a todos mis hermanos, seis de la mañana en punto, ya teníamos que estar bañados y arreglados para la escuela, el boiler se prendía hasta las ocho, así que no había posibilidad de bañarte tarde, entraba a la escuela a las siete, ya entenderás por qué.

—Pues yo no sé cómo le haces tú, porque yo no puedo bañarme con agua fría.

—Si quieres me baño contigo y calentamos la ducha.

—Sigue soñando Gonzo, no pasará, si no paso ayer por que solamente el sueño nos ganó, no creas que pasara antes del trabajo—termine de comer levantándome de la cama, dejando el plato en esta para tener las manos libres.

Me acerque al armario mientras buscaba con la mirada algo cómodo para llevar hoy a mi nuevo trabajo, sabía perfectamente a lo que me iba a dedicar, por ello decidí agarrar ropa ya descuidada, así no tendría problema alguno con ensuciar o mal gastar la más aceptable que tenía. Teniendo todo listo, fue hora de cerciorarme si había agua caliente aun en la regadera para ir bien presentable a mi primer día laboral, mínimo el primero, veremos después cómo me va el resto de la semana.