CAPÍTULO 29 Cumpleaños

I

El tiempo paso en un abrir y cerrar de ojos dos meses pasaron desde que aquel problema ocurrió. Todo ya se encontraba normalizado, tanto Melty como Ren se habían igualado en sus materias. La tranquilidad nuevamente estaba con ellos.

Ren tenía su trabajo gracias a la intervención de la abuela con el gerente del restaurante, no lo despidió además se mudaron a un lugar más acogedor junto a las gemelas. La abuela lo ayudaba a pagar el lugar.

Melty por su parte se encontraba más radiante que nunca su sonrisa más radiante y como no si estaba cerca las gemelas. Alice y Angie. La mayor parte del tiempo se la pasaba con ellas incluso cuando Ren volvía de su trabajo, no la encontraba en su habitación, sino que se encontraba con las gemelas.

La primera ocasión a Ren casi le da un susto de muerte al ver que Melty no estaba en casa. Por poco y hace un alboroto antes, se dio cuenta a tiempo y fue al departamento de alado, después de unos timbres las tres salieron somnolientas, reclamándolo ¿Por qué las llamaba tan tarde? Y sin más cerraron la puerta en la cara de Ren y volvieron a dormir.

Así era la situación. Momentos en los que Melty dormía en el departamento de las gemelas o ellas venían a y pasaban la noche con Melty en su cuarto.

–Esto será emocionante –hablo Melty.

–Ya lo creo –contesto Alice.

–Si –hablo Angie.

Ren miraba por la ventana del carro mirando los verdes paisajes a lo largo del camino, mientras ellas jugaban cartas. Tenían una semana de vacaciones terminaron el parcial y todos se dirigieron a la casa de la abuela a pasar las vacaciones. Ren no quería vacacionar estaría bien con enviar a Melty junto a las gemelas a casa de la abuela.

Pero no pudo hacer en esa semana el día miércoles se celebraba una fecha muy importante que no podía dejar pasar por alto y era el cumpleaños de Melty.

–Ya estoy agotada –dijo Angie.

–Si –Melty soltó las cartas.

–Y aún falta para llegar –se quejo Alice.

–¿Por qué no duermen? –sugirió Ren –las despertare al llegar.

–Si. Dormiremos el resto del viaje –hablo Angie.

Las tres se juntaron y cayeron en un profundo sueño ~así no escuchare sus quejas ~pensó Ren.

El permaneció despierto todo el trayecto mirando los cambios del paisaje. Al caer la noche, el cielo anaranjado aún se veía a través de los árboles del bosque incluso había pequeñas filtraciones de la luz anaranjada de la tarde.

La casa de la abuela estaba a la vista, entraron rodeando la pila de la entrada deteniéndose frente la casa.

–Ey, ey despierten llegamos –dijo Ren.

–Agh… –las tres soltaron un gruñido al despertarse.

–Ya levantarse –dijo Ren.

–Eres un despertador molesto –hablo Alice.

–Se más comprensivo hermanito –intervino Melty.

–De acuerdo –abrió la puerta del auto.

–¡Que frio! –dijeron las tres.

–La próxima hare esto –salió del auto –o les echare agua.

–Tonto –dijeron las tres. Rió, salieron dela auto.

–Ya llegaron –la abuela estaba en la entrada de la casa.

–Abuela, buenas noches –saludaron las gemelas.

–Abuelita –Melty la abrazo.

–Mi niña –la acogió en sus brazos.

–Buenas noches –Ren saludo formal.

–No cambias muchacho –la voz de la madre de las gemelas se hizo presente.

–¿Mamá? –dijeron las gemelas sorprendidas.

–¿Qué haces aquí? –pregunto Angie.

–Vengo a vacacionar junto a mis niñas –dijo acercándose a ellas dándoles un fuerte abrazo.

–Bien. Entremos hace frio aquí. –intervino la abuela.

Entraron y Iori tomo las mochilas para llevarlas a las habitaciones. Ren se ocupó de su maleta y la de Melty siguió a Iori para dejar las maletas.

–Deberías dejar los formalismos –hablo Iori.

–Hmm… ¿Qué? –dijo Ren confundido.

–Tú forma de actuar con la señora Estela y señorita Saori. Ellas te aprecian mucho chico.

–No soy muy sociable –hablo serio.

–Cualquiera lo sabe con solo verte –hizo burla retirándose al cuarto. Volvieron a la sala de estar todos estaban muy cómodos conversando entre ellos –las maletas fueron puestos en las respectivas habitaciones señora –dijo Iori.

–Gracias –dijo la abuela.

–Voy a la cocina a ver si la cena esta lista –Iori se retiró.

–Ren, espero que te hayas comportado –hablo Saori.

–Ahg… –Ren nervioso.

–Niñas. ¿les hizo algo raro? –pregunto Saori.

Chicas pensando. La abuela y Saori lo tomaron como un sí. Se levantaron con instintos nada agradables.