CAPÍTULO VIII: AD HONOREM

Saliendo del restaurante Fernando se acerca a Sofía

—No puedo creer que vaya a agradecerte algo.

—Lamento informarte que tienes mucho qué agradecerme —responde Sofía con su característico tono burlón y sarcástico—

—Sé que no te caigo bien—reflexiona Fernando— —Estas en lo correcto—le responde Sofía sin titubear. Fernando solo sonríe y niega con la cabeza—pero gracias por lo de hace rato, quería decírselo, pero no encontraba las palabras adecuadas. En serio gracias me ayudaste un montón, bueno, nos ayudaste un montón— Fernando estaba realmente agradecido.

—Oh, no te ayudaba a ti, la ayudaba a ella. No me parece justo que después de tanto por lo que han pasado no disfrute de algo tan importante como lo es su boda —Fernando afirma en señal de estar de acuerdo—

Fernando y Sofía se dieron un apretón de manos y se despidieron. Justo en ese momento se acercó Daniel de brazo con Paz.

—Kelly y Alex ya se fueron

—¿Te llevamos?—Fernando mirando a Sofía

—No gracias, mejor ten tu momento romántico con tu Paz —Fernando y Paz sonrieron—Daniel me llevará ¿cierto?

—Claro que sí, justo te iba a decir.

—Además pagaré la gasolina.

—¿Me viste cara de taxista?

—Por supuesto que no.

—De UBER, by the way

Daniel solo sonríe, al inicio se le hacía un poco entender el humor ácido de Sofía, pero con el pasar del tiempo lo comprendió y ahora hasta lo disfruta.

En el carro

Daniel no arrancaba, solo quedó frente al volante observando hacía la pista y por momentos hacía el cielo.

—¿Esperamos platillos voladores o algún tipo de abducción? —Daniel sonrió— ¿O es el señor que te está dando señales

—Muy graciosa

Daniel esperó que Fernando y Paz avancen primero y cuándo vio que desaparecieron se empezó a reír a carcajadas —Ahora sí ya me puedo reír a gusto —no paraba de reirse.

—¿De qué te ríes?—pregunta intrigada Sofía—

—De la regañada que le metiste a Paz, fue épico. ¿Viste su cara? No lo supero —Daniel continuó riéndose fuerte hasta que le salieron lágrimas— Sofía ni se inmutaba, en realidad estaba sorprendida de que Daniel riera hasta mucho después.

—¿Por qué te ríes hasta ahora?

—Porque soy un caballero

—Hipócrita diría yo, pero bueh

—Diplomático me gusta más

—Quizá te costo reirte porque se trata de Paz

—No, no es eso, de por sí me cuesta un poco reírme de mí mismo, reirme de otras personas me cuesta mucho más

—Yo sí puedo y Paz estaba muy pesada no tenía ningún derecho a tratarnos así

—Es el estrés de la boda, Fernando y Paz discutieron más de una vez frente a mi y fue terrible

—Nosotros somos sus amigos podemos comprender, pero no permitir estupideces y niñerías como esas, ya está grande para que se ponga berrinchuda sí algo te sobrepasa contrata personal y sí no te alcanza no te cases o te relajas y avanzas, pero no te puedes estancar en esa actitud.

—Suena fácil, la parte de “te relajas”

—No lo es, pocos lo logran de hecho, por eso existe algo llamado personal especializado. No tiene de otra, o contrata personal o contrata personal.

Ambos quedaron en silencio, ese silencio que solo ellos entendían y no resultaba ni incómodo, ni forzado.

—¡Oh, cierto! ¿Adivina? —Dijo Daniel esbozando su hermosa sonrisa—

—¿De qué?

—Se trata del salón de música

—¿Ya está listo? —pregunta Sofía emocionada—

—Ya está listo, solo falta que me entreguen los permisos y podremos abrir el próximo mes, por eso quería encargarte algo.

—Mis honorarios son altos—Daniel sonríe—

—Ad honorem, por favor, es por los niños y ancianos del salón de música.

—¿Me estás tratando de manipular con tu cara de gato de Shreck?

—No sé sí “manipular” es la palabra adecuada, en realidad te estoy pidiendo un favor.

—De acuerdo, acepto.

—¿En serio?

—No, ¿cómo crees? Es un chiste XD, claro que es en serio, pero con una condición —Daniel tirándose un manazo en la cara

—Lo sabía, lánzalo.

—Las primeras personas beneficiadas de asistir al salón serán de Lima norte —Daniel sonríe, finge que lo piensa y finalmente acepta—

—¡Hecho!—ambos estrecharon sus manos.