Capítulo 1

BELLEZA EN UNA SONRISA

Adara estaba incomoda sentada en el sofá de su vecino omega, no era nada especial pero aún así estaba aterrada, quería ir a casa y darle su medicamento a su gato.

— ten —el omega regreso de su cocina y le ofreció un vaso de jugo— enseguida estará el ahogado que hice hoy, solo faltan unos 10 minutos más —se sentó frente a Adara en su otro sofá, estaba un poco incómodo debido a que Adara no hablaba mucho con el, alguna vez pensó que le caía mal pero ella siempre lo escuchaba, así que solo pensó que era de pocas palabras— por cierto, tu gato vino hoy, salto desde tu balcón hacia el mío, le di un poco de agua y un poco de atún 

— bueno... —el omega no lo notaba, pero Adara estaba haciendo todo el esfuerzo humano que tenía para no desmayarse.

— si... bueno, una vez este la comida te lo pondré en un toper, regresalo cuando puedas ¿si? —Adara asintió— ¿escuchaste lo que pasó esta mañana?

— talvez...

— lo siento por eso, sabes... Javier no fue lo que creía, siempre pensé que seríamos iguales, pero el quería las cosas muy rápido... imagina, me pidió hijos aun cuando ni siquiera me ha pedido matrimonio —el omega se sonrojo— ni siquiera hemos salido por dos años aún... me cortejo un año y salimos otro año, apenas era un año saliendo, es un patán —molesto observo a Adara— desearía que los alfas sean como tu, tienes un buen trabajo, tus modales son perfectos, tu voz es linda y amable, incluso tu personalidad callada es interesante, siempre te he visto tratar bien a cada omega del edificio —Adara se sintió feliz ante esos alagos, nadie nunca había sido tan amable con ella— aunque aún así estas soltera —lo último fue innecesario de decir— ¿porque sigues soltera? ¿Esperas a alguien? Y no me vayas a salir con que esperas al indicado y esas cosas cursis

— yo... —Adara sentía que se morderia la lengua— nopuedohablarmuchoconlosomegas,losespanto —la alfa pensó que el omega no le entendería si hablaba muy rápido, pero antes de decir algo el omega río bajito.

— ¿es por eso que casi no me hablas? Y yo que pensé que te caía mal 

El silencio se hizo y el omega deseo no a ver dicho eso, talvez si le caía mal a Adara y estaba siendo molesto.

— tu... jamas podrías caerme mal —la sonrisa con la que Adara dijo eso segó al omega, lo dejo paralizado, en todos sus 4  años siendo vecino de ella, jamás la vio sonreír de esa manera tan sincera, además de su voz, sonaba más delicada y segura de lo normal.

Fue la primera vez que miro más allá de su ex novio Javier, Adara era una alfa muy hermosa, su cabello era de un castaño claro, sus ojos eran verdes de un tono similar a un aguacate, su piel era bronceada como si ella se fuera a la playa seguido, dándole un aire muy... muy... muy... sexy, además de su cuerpo bien formado, se notaba que ella hacia ejercicio, era alta como una cabeza más que el, con los músculos suficientes para una alfa femenina.

— ya pasaron 10 minutos —Adara mencionó y se obligó a salir de su ensoñación.

— ¡cierto! —se levanto corriendo hacia su cocina y apago su olla con su ahogado. 

Sentía sus mejillas calientes, talvez tenía fiebre y no se dio cuenta, debía ser más cuidadoso en el futuro por si las dudas, sin embargo el rostro de Adara lo acecho incluso cuando ella se fue agradecida por el toper de comida que le dio, era la primera vez que notaba a Adara de una manera más especial que de solo ser su vecina de al lado. 

— me estoy volviendo loco... —gruñó molesto— ahora que lo pienso... ella jamás me ha llamado por mi nombre ¿no se lo sabe? —pensar eso era ridículo, ella debería saber su nombre al menos, llevan como 4 años siendo vecinos, no le importo hasta ahora no ser llamado por su nombre pero ¿que tal se oiría con esa voz linda que ella tenia?— No, no, no, no, Daniel deja de pensar eso —se dio un sape mental— mejor me voy a dormir

Estaba por irse a dormir cuando recordó  algo importante, mañana era viernes, el último día que Adara trabajaba, pero también era el más pesado, ella siempre salía super temprano y regresaba por la madrugada, siempre fue rutina verla llegar a esas horas estos años y obviamente también se saltaba comidas.

— talvez debería...

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Adara al llegar a su departamento y cerrar la puerta con llave por fin pudo respirar, se sentía mal por estar tan nerviosa pero no podía culpar a su cuerpo, después de todo, su mente y sus mil inseguridades eran las culpables.

— mau~ —su gato se acerco a la entrada ronroneando.

— Peluza —saludo Adara— escuche que tuviste una aventura hoy —se río y camino hacia su cocina, ahí abrió una lata de comida para gato y la mezclo con comida para gato seca junto al medicamento que debía darle, lo sirvió en el plato de peluza y ella misma se sentó en su comedor a comer la comida que Daniel le había dado, llevándose una cuchara consigo de su cocina— sabes peluza, hoy Daniel me salvo, pasaría dos días sin comer de lo contrario —abrió el toper y vio el arroz, con el ahogado de lentejas encima— es lenteja, pensé que sería puré de papas 

— mau~ 

— si, no me gustan mucho las lentejas pero... —Adara tomó su cuchara y comió un bocado, saboreando la comida— sabe bien si es dado con amabilidad 

— mau~ 

— si lose, soy alguien fácil de convencer —río bajito— me sorprende que Daniel esté bien, después de todo termino con Javier esta mañana, el se enamoro de Javier, debe doler ¿no? Además esta marcado, si Javier rompe el lazo ¿que crees que pase?... solo espero que no le pase nada, recuerdo que alguna vez mi mamá (omega hombre) me contó que una amiga suya que estudio con el en Nueva York falleció debido a esa terrible enfermedad sobre lazos... dejó a un niño atrás con su omega, aunque no asistió al funeral, el aprendió a valorar ese tipo de cosas... Al menos hasta que falleció 

— mau~...

— lo extraño... mi madre (padre) no es la misma desde que el se fue, incluso mi abuela se ha vuelto más fría...