Capítulo Diez y Siete: Desahogo.

Sábado, 17 de diciembre de 2022.

06:10 horas.

 Keaton se había levantado sin encontrar rastro de Ruby en la cama, solo vio a Faith y a los gemelos. Cuando se fueron a acostar Ruby insistió en quedarse con los gemelos a dormir y Faith no sé despegó de Ruby así que él casi no durmió estando pendiente de ellos. ¿Lo más extraño? Ruby no se movió, era como si aún estando inconsciente percibiera a los gemelos y no quisiera dañarlos.

 Al salir de la habitación se encontró con Ruby en la cocina.

 —¿Tú cocinas? —bromeo Keaton sentandose en la mesa.

 —Ja, ja, que gracioso —rio sarcásticamente —Para tu información lo que pasa conmigo es que me gusta ser dependiente de ti —se acercó a él y lo beso —¿A ti no te gusta cuidarme?

 —Demasiado —asintio —Tú eres mi vida entera. Ahora... —la jalo, acercándola más a él. En un movimiento corto le abrió la bata de baño poniendo sus manos en el tatuaje de Ruby —Hablame de esto. Mi nombre se ve genial aquí —la abrazo, sin intenciones de querer soltarla.

 —Me alegra que te haya hecho feliz —se estrujó los ojos, dando un bostezó —¿Quieres comer? —se estiró, separándose de él. Él asintio, soltando una risa pequeña.

 —¿Qué haces despierta a está hora? —miro cada movimiento que hacía Ruby.

 —Haz jugo, por favor —pidio —Tengo que salir ya quiero dejarte preparado todo para todos.

 —Debo admitir que me gusta esta parte de ti —Ruby le sonrió, manteniendo un semblante soñoliento. Quería dormir. 

 Se recostó en la mesa y poco a poco se fue quedando dormida.

 —¿A qué hora debes estar allá?

 —A las 10:00 —le respondió entrando al sueño.

 Keaton sonrió. Ya los biberones de los bebés estaban listos, unos pan de sándwiches, uno de ellos con queso amarillo derretido, el que supuso que sería de Faith, ya que Ruby no se los come así. Su Ruby se estaba esforzando por sus hermanos pequeños.

 —Te amo, mi floja —acaricio su mejilla.

 —Yo más, mi bebé —respondio entre sueños Ruby.

☃️☃️☃️

11:00 horas.

 Ruby se encontraba chapoteando con sus pies descansos en el agua de la playa con Eden sentada en la arena riéndose de la actitud infantil de Ruby con todo el equipo de ambas a su lado.

 Ruby estaba vestida con un short de tela blue jeans, azul claro, una blusa rosa pastel con las mangas acampanadas y un corte en V en la parte de los senos, con la camisa debajo del short, unos tennis blancos que se encontraban reposando en la arena junto con su bolso rosa.

 Eden llevaba una ropa más deportiva que constaba en un suéter blanco, un pantalón del mismo color y zapatos deportivos blancos.

 —¡Oye, oye, oye! —Ruby salió del agua corriendo en dirección a Eden, teniendo hasta la parte de las rodillas mojadas —Cuentame, ¿Cómo conociste a Marcus? ¿Cuál es su historia? —Eden la miro tratando de detener su risa —¡Andaa! —chillo.

 —¿Tú cómo los conoces?

 —Bueno —hizo un puchero —Para empezar mi papá es amigo íntimo de su tío que también es tío de Keaton y de Rebecca 

 —¿Rebecca?

 —Es la hermana menor de ambos —aclaro su duda —Pero nunca lo supimos hasta que Keaton y yo coincidimos en el mismo aula de clases, luego, mi mamá tiene problemas con la mamá de ellos tres, Keaton y yo nos hicimos mejores amigos instintivamente y éramos Keaton y yo, y Rebecca y Ariana. Ariana es mi hermana pequeña —aclaro antes de que preguntara —Y Marcus siempre andaba por su lado solo, teníamos una relación algo rara —asintio para sí —Siempre nos estábamos yendo a los coñazos, eso hasta que una vez me lastimo de gravedad y... Creo que Keaton le habrá hecho algo porque desde ahí seguimos bromeando, pero nunca volvió a lanzarme un golpe siquiera de broma.

 —Keaton mataría por ti —susurro Eden con melancolía —Marcus es muy diferente, me prometia cosas y nunca las cumplía, me enteré que era infiel con varias chicas y decidí irme, llegué aquí y fue que me enteré de Ava —a Ruby le brillaron los ojos.

 —¿Ava? ¿Así se llama su hija? 

 —Nuestra hija, sí —la verdad era que para Eden era más su hija que de Marcus.

 —Entiendo que te moleste, pero recuerda que hasta las víboras protegen a sus hijos y hasta las perras son buenas madres —se hecho en la arena —Mi papá conoció a mi mamá porque era una de las clientas que le compraba drogas 

 —¿Drogas? ¿Qué es tu padre? ¿Mafioso? —era una broma, pero Ruby asintio.

 —La mafia en estados unidos es una asocion liderado por cinco sujetos, mi papá es el tercero y el tío de Keaton, Marcus y Rebecca el primero, es la cabeza por decirlo así —informo —El día que pase algo ellos serán tus únicos aliados. Marcus... —hizo una pausa —Está metido hasta el fondo con los negocios de ese tipo, tiene hasta sus propios contactos —Eden asintio —Eden. Todo se sabe. Tarde o temprano. Ninguna mentira dura para siempre. Si no se termina enterando el mismo Marcus, lo harán algún enemigo y entonces no te enfrentarás a Marcus, te enfrentarás a Lacey —la señaló con el dedo —Porque esa mujer sabe hasta cuando se para el universo, siempre que hay problemas aparece así no la llamen y te puedo jurar que ella sabe de ti, de todas las mujeres que han pasado por Marcus y que tú en especial tienes a su hija, la nieta de Lacey, y ni te digo del papá de Marcus que ese es otro más in-santo. Bueno —se sentó nuevamente —Sigamos hablando de mi familia. Mi madre está loca, es la escoria de las madres, estoy enferma, Eden —una lágrima descendió de su ojo derecho —Tengo cardiopatia isquémica —la miró, de sus ojos no paraban de salir lágrimas —Eres la primera a la que se lo digo —agarro su bolso y saco unos resultados, los que confirmaban su estado de salud —No me gusta sentirme enferma, tomar medicamentos, hacer entrenamiento físico y es lo que debo hacer para poder pasar el mes, hay una probabilidad alta de que muera a inicios de Enero —Eden tenía los resultados en mano, la cual le temblaba.