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Peyton

Desde el día en que supuestamente me habían propuesto matrimonio e iba a tener un bebe no han dejado de acosarme los paparazzis, es algo –demasiado– fastidioso. Tenía ganas de mandarlos a desaparecer, para que no me estén irritando a cada segundo con tanta fotos y preguntas incomodas. No podía ir a comprar ni maldita botella con agua porque ellos ya estaban ahí. Por un lado, mis hermanos ya desmintieron acerca de ese tema, pero igual maldita prensa rosa no deja el tema, no me deja en paz.

Estoy completamente segura que la semana que viene tengo un reunió con Vogue me bombardearan con preguntas acerca de eso. Bufe

Iba manejando para la empresa de Ryan, no sin antes tener un sermón de todos mis hermanos acerca que tengo que tener cuidado. Sabía que lo hacían porque me cuidaban y me protegían, era algo que apreciaba mucho y más si era de parte de ellos. Llegue a la empresa y todos me quedan mirando, paso de largo ignorando todas esas miradas. Saludé a Lucí y me dirigí directamente a mi oficina.

Habían pasado dos horas desde que había comenzado hacer unos estúpidos tratados de paz que me tenían agotada. Saque algunas carpetas mientras revisaba los documentos que tenían por dentro. Aun me faltaba llamar muchas personas para que controlaran todos los territorios. Estaba ya por acabar de redactar un oficio cuando llaman a mi oficina. Respiré exasperada y seguí con lo mío.

–Adelante –dije sin mirar a ver quién había entrado. Seguí escribiendo en la computadora sin prestar atención.

–Srta. Peyton dice el Sr. Collins que vaya a la sala de reuniones –informo – Quiere presentarles a los nuevos empleados con los que trabajara la nueva campaña publicitaria. –explicó

– ¿Es muy necesario que vaya? –pregunte haciendo una mueca

– Quieren conocerla –dijo Lucí la secretaria, maldecí por lo bajo. Estaba muy ocupada para andar atendiendo a chivatos que me quieren conocer, pudiendo ver fotos mías en internet. Puse lo ojos en blanco, asentí por no ser descortés con ella.

–En un segundo voy, gracias Lucí –agradecí levantándome mientras que la secretaria asentía y se retiraba.

Cogí mi bolso para agarrar mi móvil y poder enviarles información a los jefes de algunos territorios un mensaje. Tenían estar al tanto acerca de todo lo que había realizado. Además, no tenía ánimos de aguantar alguna bronca de parte de ellos. Suficiente tenía con la bronca que nos habían echado a Ryan y a mí sobre el tema del matrimonio y el embarazo falso.

Una vez enviada, salí y me dirigí a la sala de reuniones.