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Tyler

Aun no podía creer lo que había paso, llevamos más de tres malditas horas buscándola y no aparecía. Si algo le paso juro que lo mato al bastardo ese. Me masajee la sien contendiendo toda la rabia que tenía. Ryan era un hijo de puta, de eso no había duda

– ¡Joder! –exclamo – ¿Dónde coño se metió? –pregunto desesperado Bruno igual que Scott. Ellos estaban muy preocupados. Eran muy unidos con Peyton, demasiado.

–Me acaba llegar un mensaje de ella –dijo Jayden haciéndonos soltar un suspiro de alivio. Con sorpresa nos enseñó el mensaje.

Cariño, perdón por no avisarles donde me iba cuando me fui. Tranquilos estoy bien. Bruno y Scott vigilen a los demás, que no cometan una estupidez. Ahora me encuentro en la casa de Dominic me voy a quedar a dormir allá. Dile a Tyler, Carter, Connor, y a los gemelos que no hagan nada. Se lo que están pensando, así que no quemen la empresa de Ryan recuerden que también es de Jake y además que yo trabajo ahí. Ni lo castren, que eso me encargo yo. Descansen. Los amos mucho.

Con amor, Peyton

Algunas veces me sorprendía lo bien que nos conocía, sabía que quemaríamos su empresa. Ella es simplemente perfecta, la adoro mucho a mi princesa. Cualquier cosa que le desagrade o que no le gusta me deshago de eso. No permitiría que vuelva estar herida de nuevo.

Releímos el mensaje de nuevo y estallamos en carcajadas. Siempre será nuestra pequeña princesa.

–Bueno será mejor ir a casa descansar –dije divertido con una sonrisa al saber que estaba bien –No queremos a una Peyton gruñona mañana al ver nuestras caras con ojeras –ellos rieron negando con la cabeza. Nadie de nosotros quería verla molesta.

Condujimos a nuestra casa, pero me desvié de ellos porque necesitaba despegar la mente. Antes de que se preocuparan le envié un mensaje a Connor, avisándole que estaría dando unas vueltas.

Mire a mi alrededor, todo era muy tranquilo. No había gente, aunque era de esperase ya que era de madrugada. Seguí pensando en todo lo que sucedió, pero fruncí el ceño a distinguir a una persona deambulando. Era una chica, mierda.

Es Peyton

La mire fijamente, no comprendía porque nos envió ese mensaje. Sé que lo hacía para no preocuparnos sobre todo a Bruno y Scott, pero tenía que dejar de hacerlo. Ellos son bien unidos con ella, la protegen a capa y espalda.

Al parecer no se ha dado cuenta de mi presencia. Mierda sus ojos están negros y su rostro estaba lleno de lágrimas. Se me partió el alma verla de esta manera, no comprendo por qué algunas veces se ponía de esta manera. Sé esto comenzó a suceder cuando paso algo hace cuatro años, pero nunca supe que era. Al parecer estaba recordando algo.

Algo me dice que lo que está recordando no es bueno y por eso es que parece perdida. Mierda, se desmayó. Fui corriendo hacia dónde está y la sujeté entre mis brazos. Pude observar con detenimiento que sus hermosos ojos estaban ojerosos y empapados por las lágrimas. Su rostro estaba pálido, blanco como una hoja de papel. Nunca creí verla de esta manera. Negué con la cabeza

¿Mi princesa que te han hecho?

La metí en el auto y conduje a toda velocidad hacia la casa. Una vez que había llegado llame rápidamente a Carter, no tenía tiempo para desactivar la puerta de seguridad.

–Abre rápido la maldita puerta –dije entre dientes mientras guardaba mi móvil en el bolsillo

– ¿Que le paso? –pregunto desconcertado mirando a Peyton en mis brazos. Joder este no era el momento para hacer preguntas estúpidas. –Mierda Carter, Peyton está mal –dije mientras entraba rápidamente. Estaba haciendo mucho frio y no quería que se enfermara.

Miro a Peyton inconsciente y con sus ojos en papados.

–Creo que estaba recordando algo y de un momento a otro se ha desmayado –relate mientras caminaba hacia la sala, el de inmediato se puso pálido. La recosté en el mueble cuando ya habíamos llegad a la sala de cine, donde todos estaban ahí. Creo que esperando que llegara.

– ¡¿Que mierda paso?! –pregunto alterado uno de los gemelo. Masón

–Estaba recordando algo –dije –Su mirada estaba oscura y perdida –miré donde estaba ella, parecía estar en calma. Igual que Carter, todos se pusieron pálidos.

–Esto no debe ser bueno –dijo Connor, Jasón asintió lentamente