Epílogo

Rose
Las campanas de la iglesia resonaron por todo Londres mientras el carruaje se alejaba del palacio. Aquello significaba que la boda ya se había celebrado. Algunas calles bullían de vida mientras los ciudadanos celebraban la boda real; parecía que les agradaba la idea de tener una nueva princesa.

—¿Está segura de que desea ir a Suffolk, en vez de quedarse en la residencia de Londres? —preguntó el señor Stone, sentado frente a mí en el carruaje.

—Sí, estoy segura —respondí con voz firme, dedicándole una mirada.

Él asintió, conforme con la respuesta. Yo volví a mirar por la ventana, observando las casas de Londres mientras en silencio les decía adiós. Necesitaba alejarme de aquel lugar, olvidar mi pasado y convertirme en una nueva persona, como había dicho el príncipe. Ya no podía ser Rose. Por mi propia seguridad, a partir de ese momento, sería Evangeline Suans.

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Hasta aquí la historia de Aveline 🥺. No saben cuánto he disfrutado escribiendo cada línea. Muchas gracias a todas por acompañarme en este viaje, y gracias a Dios pude terminar la historia a pesar de todos los obstáculos. Si se preguntan si habrá una historia sobre Rose (Evangeline), les digo que, por supuesto, sí. Así que estén atentas a mis redes, pues aún no sé si la publicaré a medida que la vaya escribiendo o cuando la termine. Besos y abrazos, lucesitas. Hasta un próximo libro.

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