PUNTO SIN RETORNO

El viaje daba inicio y los ancianos del consejo no dejaban de recriminar a la Quinta su decisión de permitir que el legado del Cuarto fuese únicamente acompañado por Sasuke. Pero tanto ella como Shizune sabían que habían tomado la mejor decisión.

Aunque al último momento les pidió a Itachi y a Kakashi que los acompañaran asegurándose de que ambos lleguen a destino. Luego tenían órdenes de reportarse con el líder de esa aldea ya que lo más seguro era que ella estuviese ya allí también.  Los preparativos para la gran guerra estaban en marcha.

Esa tarde Naruto estaba en su casa alistándose para partir. En un determinado momento se sentó en la cama mirando un punto fijo del suelo. Por su mente pasaron innumerables imágenes cargadas de recuerdos algunos tristes y otros hermosos. Habían llegado a un punto en el cual era imposible regresar. El punto sin retorno donde sí o sí tendría que prepararse para enfrentar a un enemigo casi indestructible. Una vez más.

Se arrojó a la cama mirando desde la ventana las nubes, fuera era un hermoso día ¿Quién podría imaginarse que el corazón de los hombres estaba tan infectado por la oscuridad y el odio al punto de tener que ir a una guerra? Toda, absolutamente toda, esa guerra solo por negarse a entregarlo a él. En definitiva era  por su culpa ya que en su interior albergaba un poder tan grande que era codiciado por todo aquel que solo ambiciones de control total poseía.

Pero si él se entregaba al enemigo con el fin de evitar la guerra era conciente que no conseguiría otra cosa que empeorar la situación debido a la ambición nefasta del enemigo. La única opción que tenía era pelear, luchar por su propia libertad, por su vida y por la de los demás intentando reducir el mayor número posible de muertos.

Naruto se volvió a sentar en la cama mientras las lágrimas humedecían su rostro, temblaba como una hoja. No quería que sucedan más muertes, era tan injusto aquello. Si bien no recordaba las cosas tenía la sensación del dolor de la pérdida.

Repentinamente un recuerdo lo golpeó en ese instante. Volvió a ver en su mente cómo Neji sacrificaba su propia vida para salvar la de él, Naruto, colocándose frente al ataque enemigo que iba directamente a su persona y él estaba imposibilitado para moverse.

Había gastado todo su chakra y necesitaba unos minutos para recuperarse pero el maldito enemigo aprovechó ese instante de debilidad para lanzarle un mortal ataque que Neji recibió en su propio cuerpo causándole la muerte.

Aquella desgarradora sensación volvía a invadir su alma, de pronto sintió cómo su resistencia se quebraba similar a un espejo roto. Ya no podría seguir adelante, aquello era tan injusto.

Neji acabo muriendo solo para salvar la vida de alguien sin talento como era él. Naruto se incorporó y golpeó la pared con su mano derecha entre furioso y angustiado. No recordaba los rostros de sus enemigos pero si podía oír sus crueles  palabras con total nitidez.

"Naruto ¿Qué no dijiste que no permitirías que matemos a ningún camarada tuyo? Mira a tu alrededor, no solo fue Neji sino tantos ninjas que murieron aquí frente de tí. Vamos quiero oírte decir esas palabras de nuevo ¡Dílas otras vez! ¡Naruto!".

De repente empezó a dolerle el corazón pero no el órgano físico sino el otro, aquel que albergaba sus sentimientos y emociones. Sin poder seguir en pie se apoyó a la pared y fue cayendo al suelo. No podía dejar de llorar. Veía el cadáver de Neji allí mismo, sin vida una vez más. ¿Sería posible evitarle tan desgarrador destino?

Ya no sabía qué creer ni qué hacer. Quizás se estaba equivocando y los únicos destinos que podía cambiar era el suyo y el de Itachi únicamente.  
- Quizás sea mejor si me entregara a Madara, así...evitaríamos ésta guerra tan cruel. - murmuró sin saber que tanto Sasuke como Itachi y Kakashi acababan de entrar y escucharon esas palabras. Habían tocado la puerta tantas veces que optaron por entrar.

- ¡¿Qué estás diciendo?! - explotó Sasuke, ésto sorprendió a Naruto quién secándose las lágrimas se puso de pie - ¡Naruto no puedes estar hablando en serio! 
Naruto desvío la mirada ya que no tenía fuerzas para mirarlo a los ojos, en su interior estaba más que desvastado por tal razón no se le ocurría otra cosa por hacer.

Sasuke no lo entendería por eso actuaba así pero aquella guerra era su culpa. Por haber nacido en éste maldito mundo.  Itachi y Kakashi lo miraron en silencio comprendiendolo pero sabían que él mismo tenía que encontrar la respuesta y el único que podía ayudarlo era Sasuke. 
- ¿Desde cuándo están aquí? No los oí entrar
- ¡Por supuesto que no si estabas tan ocupado pensando idioteces! - rugió Sasuke 
- Sasuke...yo...

Sasuke lo abrazó con fuerza, aquel abrazo hizo revivir a Naruto quién se aferró a él y lloró amargamente. Estaba desconsolado en verdad. Necesitaba recuperar ese optimismo que tanto lo caracterizaba y que había perdido.

Luego el ninja emo se apartó un poco para ver el dolor reflejarse en el rostro de quién tanto amaba. Lo acarició como era su costumbre siguiendo esas líneas que tenía en sus mejillas mientras que con su brazo izquierdo lo presionaba contra su cuerpo.

- Nunca más pienses eso Naruto - Sasuke rozó sus labios contra los del ninja rubio logrando despertar la pasión en él quien se aferró con más fuerza al cuerpo del ninja emo. - Deja de lamentarlo...ya pasó...
- Recordé la muerte de Neji...y...las duras palabras del enemigo que no logro recordar quien es...pero...

- Cambiaremos eso,.ya te lo dije. Tú me permitiste salvar a mi hermano además de corresponderme en éste amor...yo...daría mi vida por tí...Naruto - ante esas palabras Naruto lo miró asustado pero Sasuke se apuró a decir - No significa que vaya a morir porque no pienso dejarte solo en éste mundo...mi amor 
- Sasuke...gracias - el ninja rubio lo besó con pasión intensa.

Momentos después Naruto había recuperado el ánimo y feliz como solía estar salió de su casa junto a Sasuke, Itachi y Kakashi rumbo a la aldea de la nube donde lo esperaba el Jinchüriki del ocho colas.