Fanatismo absurdo

Después de salir del estadio de futbol me encontraba debajo del puente, ahí yo esperaba a que la inmensa lluvia se quitase, eran las nueve de la noche y  los carros no pasaban por allí para pedirles aventón, sentía una extraña sensación que recorría todo mi cuerpo, no era enfermedad, miedo, estrés ni mucho menos depresión, no sabía lo que me pasaba, pues jamás me había sentido tan raro en todos mis 29 años, pocos minutos más tarde por fin dejó de llover, recorrí las calles que faltaban para llegar a mi humilde apartamento, cuando llegué solamente me fui a dormir, ya que me seguía sintiendo rarísimo, definitivamente algo muy malo e inefable me pasaba  y ojalá nunca se repita en mi vida, esa noche con grandes dificultades logré dormirme.

En la mañana siguiente me levanté temprano, era domingo, día que aprovecho para afeitar mi barba, fui al baño y otra vez comencé a sentirme extraño, nuevamente aquel estúpido malestar  no me dejaba en paz, eso se convirtió en algo preocupante, entonces pensé ir a la clínica pero… ¿cómo le podría explicar  al médico lo que tenía? si ni yo mismo comprendía toda aquella rareza tan absurda, cuando tomé la máquina de afeitar frente al espejo, vi que en la parte izquierda de mi cuello tenia pegada una calcomanía que decía: “yo amo  al Real Madrid”, equipo rival al cual un día antes vi perder cinco a cero, sin pensar dos veces me arranqué aquella cosa  y la tiré al retrete, de inmediato una hermosa paz y un enorme alivio me invadieron por completo, alegremente  llegué a concluir que mi cuerpo sabe avisarme cuando algo anda demasiado mal.