Capitulo 28 "Incertidumbre"

Y nuevamente he escuchado tu voz, el dulce sonido que ha echo derretir a mi oído, haciendo crecer en mi la incertidumbre, de querer tenerte a mi lado, o de una vez terminar y dejar atrás nuestro pasado.
 

KEDAE96
 

Narra Diego...
 

Por irónico que fuera, por primera vez me alegraba de algo que hasta cierto punto debía enfurecerme: Sandra había jugado chueco con nuestro matrimonio, y como resultado un pequeño ser salió de ambos, ahora él era el único sin culpa y el más afectado pues había Sido difícil salir de la casa con mis maletas y despedirme de nuestro hijo, confesarle que mamá y papá no se llevaban bien y que lo mejor era que yo fuera a una casa donde él siempre sería bien recibido, que le amaba muchísimo y que no se pusiera triste pues jamás me alejaría de él.
 

Sandra estaba devastada, lloraba en silencio mientras consolaba al pequeño Diego, ¡por Dios jamás senti un vacío tan grande!, sin duda ver sufrir a un hijo es muy doloroso.
 

Llegué al departamento que tenía destinado para Dalia y para mí, me invadió una nostalgia tan grande que tuve la necesidad de marcarle, contarle que todo por los que hemos pasado se terminó, que ahora ya no habría nada que nos impidiera estar juntos. Necesitaba meter presión en la compañía, para que me dieran ese maldito reporté, no podía esperar un día más sin hablar con ella.
 

Busqué mi celular en las​ maletas, en mi camisa, chamarra, salí al coche y nada.¡De verdad soy un estupido!, por las prisas había dejado el celular en casa sin dudarlo me adentre en el vehículo y me diriji a la que hasta hace unas horas había Sido mi casa, sin importar que fueran casi las once de la noche.
 

Narra Dalia...
 

El día ha estado muy ajetreado, desde las 8:00 AM había salido del departamento. Entre exámenes, presentaciones, ensayos, más trabajos de la universidad y mi pantalón - que sentía que iba a reventar en cualquier momento - me sentía súper estresada, estaba tan cansada, solo faltaba una hora más y por fin podría ir a dormir un rato.
 

Pero como si la pereza se convirtiera en mi virtud últimamente, la clase de metodología de la investigación, me ayudaba a sacar a flote tan agradable y confortante cualidad, puesto que el edificio estaba del otro extremo y por si fuera poco hasta el tercer piso.
 

—Podrías dejar de quejarte amiga, talvez así pudiéramos llegar más rápido, se que debes estar super cansada, pues hoy en verdad que hemos andado en chinga loca. Pero le prometo a tu bebesito y a ti que después de esta clase hiremos por un helado, a comer y después a descansar.—
 

—Conste Vida porque la mente es muy sabía e inteligente, y desde que me enteré de mi embarazo, todo se me antoja—
 

—Ni me lo recuerdes porque tu desayuno de hoy, no se me apetecía en lo absoluto.—
 

Creó que mi amiga no podrá superar mi desayuno de hoy, bueno no hasta que vea que tengo antojo de helado con palomitas, de verdad si sigo comiendo así, seré una gorda, pero seré una gorda felíz por qué este bebé ha empezado a ilusionarme, ayer había pasado por una tienda de ropa y me enamore de un trajecito que antes de regresar a México pasaré por el.
 

¡Uff! Ahora si viene lo bueno subir las escaleras, tome aire y empezamos a subir escalón por escalón... ¡¿Pero qué carajos?!
 

-¡Ay! Espera Vida, me ha dado un calambre en el vientre y duele mucho.. -
 

-Como no quieres que se te acalambre esa panza si ese pantalón te queda muy justo, al salir hiremos por ropa más olgada, ven respira y exala, subiremos más despacio-
 

-Muchas gracias amiga, pero deberías de apurarte, para que llegues a la clase-
 

Trate de convencer de que siguiera ella sola en lo que se me pesaba el dolor, pero cómo era de esperarse, se negó.
 

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..
...
 

Habíamos salido de la clase más tarde, para resolver las dudas que nos surgieron, pues llegamos después de que habían dado las indicaciones para el trabajo final,
 

Franca mente me seguía sintiendo mal, al llegar a la casa, me recosté, bueno no sin antes ponerme un pants que era lo único que no me apretaba a estas alturas, debía contarle a mi papá antes de que él se diera cuenta, pues tarde o temprano mi panza me delataría. 
 

Después de haber dormido una pequeña siesta, me disponía a bajar a comer, pero una gran necesidad amenazaba con salir... ¡Quiero hacer pipí! Entre corriendo al baño y al bajarme mi pantaleta note unas gotas de sangre logrando alarmarme, después de hacer lo respectivo, salí con más cuidado del baño y me recosté, mandado un mensaje de texto a Vida.
 

* amiga podrías venir a mi habitación de favor*
 

Me sentía tan angustiada, temía que si me movía le pasara algo al bebé, y en menos de 2 minutos mi gran amiga ya estaba en la recamara.
 

Mi amiga al igual que yo sé alarmó y le habló a un médico para que viniera a revisarme... ¡son los 30 minutos más largos de mi vida! 
 

Cuando el médico por fin llegó, me revisó y comenzó a darme los signos y síntomas de alarma es un embarazo: sangrado, que el vientre esté muy duro, cólicos similares a los de una mestruación pero más intensos - conocidos como contracciones - dolor de cabeza que no ceda aún después de haber descansado, entre otros.