CAPITULO 6 Nicolas Safehold.

Cuando era un niño mis padres me enseñaron cual era mi deber como heredero de la corona y cuando subí al trono en su memoria hice el deber mi vida entera siempre tomando las decisiones correctas sin cometer errores esa es la vida de un rey de mí depende una nación no puedo fallar ni darme el lujo de equivocarme soy el guardián protector de mi pueblo y de mi familia y por ambos daría la vida, aunque puedan tacharme como un hombre despiadado y cruel también soy gustó y honorable, no con todos solo los que lo merecen piedad por eso estoy aquí en la ejecución de un hombre que violo a una niña inocente y la mato a golpes con ese tipo de personas soy más que cruel yo soy el diablo en persona porque alguien así no merece vivir.

-Su majestad es hora de partir al palacio tiene una junta con el gabinete.

-No pregunto más y camino hacia la salida donde está el coche y mis guardias custodiando alrededor del coliseo donde se castiga y se aplica todo el peso de mis leyes. Subo al auto y salimos apresurados con la guardia real adelante y atrás de mi para mayor seguridad.

-su majestad tiene que revisar los expedientes. -me dice mi consejero.

¿Qué expedientes?

Para su nueva asistente la anterior la despidió hace unas semanas y necesita una nueva y no me diga que no necesita una porque sabemos bien que si la ocupa.

-claro que no es necesaria soy completamente capaz de hacer todo yo mismo y además todas son incompetentes.

-Los dos sabemos que no es cierto solo que usted es muy exigente y un poco gruñón y asusta a las pobres damas.

-Bien entonces escógela tu ya que yo espanto como tú dices

-No me refiero a eso su majestad. – Ya déjalo Ulises tenemos que trabajar me bajo del coche y camino hacia al palacio y voy directo a la aburrida junta ignorando a todos a mi alrededor mientras voy a la sala de juntas.

-Querido tenemos que hablar ven por favor. – abuela estoy muy ocupado hablamos después sí.

-Ya veo no tienes tiempo para mí. - Abuela no es eso por favor no llores.

-Es que casi no te veo ya y eso que vivimos en el mismo lugar me siento como un mueble viejo abandonado en un rincón ni tu ni Leo viene hablar conmigo, pero un día de estos me voy a ir de este mundo y desearan haber paso más tiempo conmigo.

-No digas eso abre a ti te falta mucho tiempo.

-Ni creas que tantos ya me pesan los años hijo.

-bueno que la junta espere, de que quieres hablar abuela.

-Ven siéntate aquí quiero que me hagas un favor que me va ser muy feliz, dime que si hijo.

-Qué puedo hacer por ti abuela.

- Quiero que contrates a una chica como tu asistente.