Cap 17: “La despedida de Medellín”

Los días en Medellín se volvieron una mezcla de nostalgia y nuevas esperanzas para Eva y Sebastián. Aunque habían logrado construir un hogar cálido y lleno de amor, sabían que el tiempo de cerrar este capítulo estaba cerca. Una propuesta de trabajo en el exterior para Sebastián los hizo tomar una decisión definitiva: partir juntos a un nuevo país y comenzar de cero. La familia lo recibió con sentimientos encontrados.

Isabella, aún sanando de su pasado con Emmanuel, lloró en silencio al despedirse de su prima Eva, con quien había compartido tanto en estos últimos meses. Valentina y Nicolás, que habían llegado a ver a Eva como una tía más, le prepararon cartas escritas a mano, deseándole lo mejor en su nueva vida.

La noche antes del vuelo, la familia organizó una cena en la casa de Julián Esteban, quien, conmovido, dio un brindis que dejó lágrimas en los ojos de todos:

—Este amor que todos compartimos, que nos enseñaron Julián y Mateo, no se detiene por la distancia. Eva, Sebastián... ustedes llevan consigo una parte de todos nosotros.

Sebastián abrazó a David y a Liliana como si fueran sus propios hermanos. Eva, por su parte, besó la frente de su Tía Luisa, ahora más tranquila tras ver a su hija Isabella feliz.

Esa noche, mientras la familia dormía, Eva y Sebastián salieron al balcón a ver la ciudad iluminada. Entre susurros, promesas y un beso profundo, cerraron su vida en Medellín. En la mañana, partieron con el corazón lleno, dejando atrás una historia que los transformó.

A partir de este capítulo, la historia se concentrará principalmente en Isabella, su proceso de sanación, el amor de sus hijos, y el descubrimiento de un nuevo propósito de vida, en una ciudad que lentamente deja de doler.

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