Capítulo7

A la mañana siguiente Anghela despertó muy temprano, se alistó y salió rumbo al apartamento de su amiga con la intención de dejar las cosas como si nada hubiera pasado y pudieran seguir como siempre. Estando afuera del lugar Anghela respira profundo y toca el timbre de la puerta.

• Hola – sonríe, al ver a su amiga el corazón le empezó a latir a mil por hora tanto que sentía que se le iba a salir por la boca, pero lo disimuló muy bien.
• ¡Anghela Hola! – sonríe iluminando su rostro - ¡pasa! - se hace a un lado - ¿cómo estás? – pregunta mirándola fijamente.
• No muy bien… - entra hasta en medio de la sala - no he podido dormir en toda la noche pensando en que te diría… - la mira – en cómo debería disculparme por lo que pasó… en aclarar que fue un error, lo siento, no debió pasar.
• Si tienes razón no debió pasar… - da una falsa sonrisa - Te doy asco, ¿verdad? – busca su mirada la cual había bajado.
• ¡¿Qué?!.... claro que no. - mira desconcertada - Yaneth el hecho de que diga que fue un error no quiere decir que tengo asco de ti…solo que…
• Estoy enamorada de ti, Anghela.
• ¡¿Qué?!.... ¡no!... estas confundida…
• No estoy confundida, estoy enamorada de ti desde la primera vez que cruzamos miradas, no podía dejar de ver como hablabas, como sonreías, como acomodabas tu cabello… esperaba ansiosa volver a cruzar nuestras miradas… incluso te buscaba entre los demás cuando no teníamos clases junta.
• ¡¿Qué?!....

 ¿¡Le pasaba lo mismo que a mí!?… recuerdo hacer lo mismo con ella.

• Y… aquellas veces en las escaleras, - intenta acercarse - fueron buscadas por mí, lo siento. Pero necesitaba verte a los ojos de cerca, luego cuando fui a casa de Laura a buscarte, obviamente sabía que esos papeles no eran importantes, - sonríe - solo quería volver a verte… y cuando me invitaron a cenar, lo tomé como una esperanza. Porque veía algo en ti y me atreví a invitarte al parque… me moría por conocerte más y más, no pude evitarlo, me enamoré de ti… pero nunca intenté nada y te consta. Anghela intenté verte solo como una amiga y te juro que nunca te hubiera dicho lo que siento por ti… si no estuviera segura que no te soy indiferente… vamos, dime que sientes algo por mí, que esto que siento no solo es de mi parte.
• ¡No!, - se aleja – no siento lo mismo. Fue un error, lo siento… - camina hacia la puerta de salida.
• No, Anghela detente, - la agarra del brazo y la voltea mirándola- no, tú me quieres… - sonríe -  lo sé, tus ojos me lo dicen, tu voz me lo dice, tu nerviosismo cada vez que estoy cerca de ti y cuando te miro fijamente rehúyes a mi mirada, como lo estás haciendo en este momento, –toma suavemente su mentón y hace que la mire – cuando rozo tu piel por casualidad como ahora – roza su brazo – te sonrojas, ¿crees que no me he dado cuenta? no te engañes, sé que sientes lo mismo por mí…no te engañes… mírame, mírame – volviéndole alzar el rostro que lo había bajado al tocarla.
• No, - mueve negativamente la cabeza - no, ¡no!, - se suelta de su agarre - ¿¡acaso no te das cuenta!? – se aleja dándole la espalda - somos mujeres… ¡mujeres!, - se voltea y la mira fijamente - yo no puedo estar enamorada de ti…
• Y donde quedó, “eres la persona más maravillosa que he conocido en toda mi vida”, ¿Dónde?, acaso por el hecho de ser mujer ¿no tengo el derecho de ser amada por alguien como tú?, ¿no ves mis cualidades dejando de lado mi sexo?, ¿acaso miento cuando digo que no te soy indiferente?, yo sé que no te soy indiferente… ¡lo sé! ...lo siento – sus ojos empiezan aguarse.
• Lo siento mucho, pero estás equivocada, es mejor dejar de vernos… Adiós Yaneth - camina hacia la puerta y sale.
• ¡Anghela! ... ¡Anghela!

Cuando Anghela escuchaba aquellas palabras salir de la boca de Yaneth lo único que quería era correr a los brazos de su amada, pero hubo algo que la detuvo. El miedo de descubrir en ella “algo” con el cual no podría lidiar, “algo” que no podía describir ni explicar, “algo” de lo cual no podía escapar, “algo” llamado… amor, así que decidió huir de aquello.