Dueña de su corazón

Adam Crow era el actor del momento, protagonista no solo de las películas más taquilleras de la industria fílmica, sino de las fantasías de millones de fans. Cuando un pequeño accidente lo mandó al hospital, nunca pensó que ahí, entre vendas y ungüentos, encontraría algo más que la cura para su pie.

Alice Green tenía claros sus objetivos y no permitía que nada ni nadie la desviara de estos, al menos hasta que conoció a Adam. Con todo, no estaba dispuesta a convertirse en un divertimento más de la aclamada estrella, aun cuando las rodillas se le aflojaran y sufriera de taquicardias con solo verlo.