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LORENA

Los días pasaban y la  verdad me sentía muy bien tanto de salud como animicamente, estaba siendo cuidada por Alexis dia y noche, le pedí en reiteradas ocasiones que no hacía falta que venga todos los días y se quede conmigo pero es muy obstinado y me dijo que no me dejará sola ni un momento.  En pocos minutos vendrá el doctor a realizarme la revisión de todos los días, yo me siento bien y ya deseo salir de esta cama pero Alexis no me deja y se encargó de que todas las enfermeras  no lo permitan, si lo intento me paran con que se quedarán con él, todos creen que es mi pareja y me felicitan el tener a un hombre tan bueno a mi lado, a mi me causa temor hablar de ese tema con él ,quizás por el miedo a que me diga que solo es pena o compromiso porque no olvidemos que él y yo pasamos una noche que jamás olvidaré.

-Buenos días Lorena

-Buenos días doctor, ¿cómo está?

- Creo que el que debe preguntar eso soy yo. 

-Esta bien doctor. 

- Bueno recuestate y déjame revisarte. Veamos cómo están tus fracturas.

Luego de un tiempo, anota algo en mi historia clínica y me mira sonriente

- Bueno Lorena, todas las  fracturas estan sanando satisfactoriamente, los hematomas ya desaparecieron y...

-¿y? algo sucede doctor

- No Lorena no te asustes. Lo que quería decirte es que ya puedes ir a casa , hoy te daré el alta. 

-En verdad doctor. Eso me pone muy feliz.

-sí, solo que debes seguir al pie de la letra las indicaciones y venir a tu control cada dos semanas.

-Gracias.

-Listo, iré a firmar tu alta,de paso le aviso a tu prometido que ya eres libre, ese pobre hombre al fin podrá descansar. Enfermera ayude a la señorita a prepararse.

- Gracias doctor.

- Vamos señorita, le ayudaré a darse un baño, debe verse bien para cuando llegue su prometido- escuchar eso me saca una sonrisa- ¿ es muy feliz verdad?

- Sí.

- Que suerte tiene, le cuento un secreto todas las enfermeras suspiran por su prometido, es un hombre muy atractivo pero se nota que solo tiene ojos para usted.

- Gracias por decirme. Vamos.

Una vez termine de arreglarme  ya estaba lista con un atuendo deportivo  para irme solo debía esperar a Alexis que mandó a decirme que lo espere. Estaba mirando por la ventana, el día estaba soleado y más radiante que antes, en eso se abrió la puerta.

- Veo que ya estas lista.

-Sí, las enfermeras me ayudaron mucho. 

- disculpa si me retrase, estaba recogiendo el alta, los medicamentos y las indicaciones del doctor.

-No te preocupes, no estoy apurada.

 - Vamos. - Me ayuda a levantarme, levanta mi maleta y nos dirigimos con cuidado a la salida del hospital. Afuera veo su coche con la puerta abierta por su chofer. Ambos me ayudan a subir como si me fuera a romper.

-Alexis puedo hacerlo sola, no me voy a quebrar

- Lo siento Lorena, el médico indicó nada de esfuerzos ni movimientos bruscos.

- Ni que fuera a montar caballo, exageras ¿no crees?

- No, no exagero, la que no entiende que tu salud es primero eres tú.

Decido callar y no pelear ha sido muy bueno conmigo, de repente me doy cuenta que no es el camino a mi casa.

-Alexis ¿ a dónde vamos? Mi casa no es por aquí.

- Lo sé vamos a mi departamento

- ¿a dónde?

Lo que escuchaste a mi departamento, aún no estas recuperada del todo y en tu casa no hay nadie que te cuide.

- Y quién se supone que me cuidará en tu departamento, ¿un fantasma?

- Que graciosa, lo haré yo

- ¿Tú? ¿es en serio?

- Sí, yo. Te molesta por que si es así dímelo y buscamos una enfermera.

- No quise decir eso, claro que no me molesta pero y tu trabajo, no quiero perjudicarte más tiempo, eres un hombre de negocios y los mismos no se hacen solos.

-Haber dejemos una cosa en claro, efectivamente soy un hombre de negocios, ganó mucho dinero gracias a ello. Por ese mismo hecho como jefe puedo tomarme unas vacaciones

- Una persona normal toma vacaciones para descansar no para  cuidar de alguien

- Eso depende del punto de vista de quien este de vacaciones.

- Cierto, entonces no te molesta que este contigo este tiempo.

- Escucha Lorena, si me molestará te hubiera ido a dejar a tu casa y se acabó. Entiende una cosa me importas y mucho , además tú y yo tenemos una conversación pendiente.

- No creo que tengamos nada pendiente.

- Haber señorita amnésica le recuerdo que cierta vez alguien me abandono y me dejó durmiendo solo y ya eso lo convierte en un asunto pendiente.

- Ah eso, pensé que lo habías olvidado.

´¿por qué habría de olvidarlo? Se nota que tu lo olvidaste, tan malo fue.

No para nada, es que yo... Tú...este.

Hablaremos luego te parece aún estás convaleciente y como tú enfermero de cabecera te prohibo que te esfuerces así sea para hablar.

De verdad estás loco.

Claro que sí...pero por ti.

Escucharle decir todas esas cosas me hacían sentir la mujer más dichosa del planeta pues sus sentimientos eran sinceros yo así los sentía. Conmigo Alexis Ferreti dejo de ser ese empresario rudo y serio y se convirtió en mi héroe , un hombre que irradia paz y tranquilidad ya que con él me siento muy segura.

Al llegar a su departamento me trató con mucho cuidado y me llevó ala habitación que había dispuesto para mí, con tonos claros tal y como a mí gustaba.

Espero que estés a gusto, todo en la habitación es nuevo y si necesitas algo no dudes en pedírmelo.

No hará falta, gracias Alexis.

Entonces te dejo para que te acomodes mientras voy pidiendo comida para la cena.

Está bien. En un momento bajo.

No será necesario, yo te traeré la cena.

Alexis déjame salir de este cuarto, por favor 

Está bien pero yo vendré a llevarte.

De acuerdo, gracias de nuevo.

Y salió de la habitación dejándome sola, fui a la cama y sentí que el colchón era muy suave y me invitaba a recostarme. De un momento a otro sentí que mis párpados me pesaban, así que los cerré para calmar ese cansancio y no se en qué momento caí rendida a los brazos de Morfeo.