Capitulo 4

POV Guan-yin

—Sí, soy yo—responde el tipo con vestiduras delicadas.

—Efectivamente debe ser de la realeza—pensé en cuanto lo vi después que lo haya llamado papá príncipe.

—Repito, ¿qué está pasando aquí general?

—Ellas solo querían resolver un asunto que pasó y...—responde papá y luego se queda pensativo como si buscara las palabras adecuadas para decirle a él.

—¡Príncipe!—Mei-yin me suelta por fin y se le acerca deprisa hacia él—¿cómo está?, que bueno que ha venido hasta nuestro hogar—le dice y él ni si quiera le dirige la mirada.

Muevo el otro brazo donde me está agarrando Tao y no me quería soltar—¡suéltame!—dije un poco exasperada y el príncipe se acerca a nosotras con gesto serio.

—Ya suéltela—dice él y Tao frunce el ceño.

—¡No!, ella probablemente mató a una mujer y no quiere confesarlo hay que darle azotes para que hable—Tao sigue agarrandome el brazo y ahora comienza a jalarme hacía un lado con mucha fuerza para llevarme a quien sabe donde.

—¿Estás desobedeciendo lo que dice un hijo del emperador?—miro al muchacho y noto que es bastante guapo con piel blanca y ojos...

—Que color tan hermoso—lo observé rápidamente notando sus ojos azul cielo.

—Yo-yo—Tao no supo que decir y terminó soltandome y yo aliviada doy gracias al señor y a mi amigo pues, se que él me ayudó.

—Príncipe volvamos adentro—un hombre se acerca a el chico de ojos azul cielo y él asiente con la cabeza.

—Claro, volvamos adentro y general vinimos yo y mis hermanos a saludar.

—¿Tus hermanos?—dice mi padre quien reacciona de pronto—entonces no los haré esperar, vamos—las mujeres que estaban con él se marchan y Tao junto con Mei-yin persiguen al chico de vestiduras delicadas.

—Ve y agradecele a él—dice mi amigo.

—Tienes razón—camino detrás de ellos dándome prisa por si no los alcanzaba o perdía de vista.

—Príncipe, ¿los hermanos suyos por tanto vinieron?—Mei-yin parece emocionarse.

—Señor...—lo llamo.

—Príncipe ¿sus hermanos son tan guapos como usted?—Tao también se emociona.

—Señor...

—Ya quiero verlos Mei-yin deben ser igual de guapos que él ¿verdad que si príncipe?—no me dejaban hablar y pensé que lo hacían a propósito y de pronto detiene sus pasos y se voltea.

—¿Querías hablar conmigo?—dice él.

—Yo...

—¡Por favor príncipe!—dicen al unísono mis dos hermanas notando yo que no querían que hablara con él.

—Esperen, ¿tienes algo que decir?—me pregunta mientras llegamos a lo que parece ser una pequeña sala donde noté que estaban más personas las cuales al vernos se ponen en pie y se acercan.

—Yo...—uno de ellos se me queda viendo y yo quería desaparecer porque, estas personas estaban con ropas delicadas o muy limpias, no como la mía que está desgastada y sucia y también mojada entonces, me dió un poco de vergüenza por tanto, me sonroje un poco.

—Vaya, vaya Huan Yue. ¿Donde te habías metido?—dice un muchacho que tiene de seguro que ser uno de sus hermanos.

—MinLing, ¿fui el único que sintió curiosidad de que estaba suciendo?

—La verdad no pero, no tenemos porque entrometernos en lo que no nos incumbe—dice el chico de cabello negro y ojos del mismo color—en fin, ¿quienes son ellas?—señala a Tao y a Mei-yin.

—Son mis hijas príncipe—contesta mi padre.

—Muy bellas por cierto—esperaba a que preguntara por mí sin embargo, no lo hizo.

—Tal vez papá me presenta aunque no estoy en mi mejor forma ahora—pensé y voltee a verlo en consecuencia me decuelve la mirada.

—¡Ah!, ella es...

—Tráeme un vaso con agua—MinLing me mira .

—¿Yo señor?—me señalo.

—Sí, tu. Ve rápido que tengo mucha sed— contesta él y yo frunzo el ceño.

—Yo no soy...

—Yo también tengo mucha sed asi que, traeme a mi por igual—dice el otro chico que estaba a su lado interrumpiendome no dejando que terminara de hablar.

—Yo no...

—¡Pero, que negligente es esta sirvienta!—MinLing parece enojarse yo miro a papá a ver si me defenderá o dirá algo haciéndoles saber que ¡yo no soy una sirvienta aqui!

—¡Claro, claro! Ella irá por él mi príncipe—se me acerca mi padre y comenzamos a caminar hacía la salida—ve, ve Guan-yin. ¡Rápido!