Capítulo 6: Bosque del Suroeste

Dimos unos cuantos pasos alejados de aquel bosque donde alguna vez hubo vida y belleza y unas nubes por el cielo se comenzaron a formar, curiosamente estas nubes únicamente se fueron formando por encima de aquel bosque y una lluvia empezó a caer incansablemente. Ryu y yo únicamente miramos hacia los alrededores pues esa lluvia era extraña, el simple hecho de mirarla nos hacía sentir un gran vacío por el interior y si girábamos la mirada lejos de esa escena nuestros sentimientos se tornaban a la normalidad.

• La lluvia de la muerte. – Dijo seriamente Mikhen la cual subió encima de Khana con ambas piernas flexionadas hacia la derecha y acariciaba su pelaje. – Las almas de las plantas, insectos, y todos los seres vivos no pueden abandonar el lugar que alguna vez fue su hogar por lo que están atrapados por la eternidad. – Hizo una pausa y regreso la mirada hacia atrás. – Los traeremos de vuelta. – Concluyo delicadamente y dio una palmada en la espalda de Khana para indicarle que avanzara.

Al momento de comenzar a caminar Ryu y yo nos limitamos únicamente a escucharla y a seguirla. Durante el camino comenzamos a preguntarnos por qué deberíamos de ir hacia el suroeste, si se supone que todos los Henheas han sido capturados; Ryu y yo llevábamos varios minutos debatiendo de las razones luego Ryu le respondió a Khana ligeramente molesto.

• ¿Cómo se supone que voy yo a saber eso? – Hizo una pausa y camino rápidamente hacia donde ellas estaban y se colocó a su lado. - ¡Sé que acabo de verlo! – Tomó aire y continúo. - ¡Pero son cosas que no se saben!
• … - Khana lo miraba de una forma un poco decepcionada.
• ¡Como digas! – Replico Ryu y regreso junto conmigo.
• ¿Qué te ha dicho? – Pregunte muy curioso.
• Básicamente nos acaba de llamar estúpidos. – Y señalo con su dedo a ambos.
• ¿Qué? – Le cuestioné regresando la mirada a Khana.
• Ha dicho que acabamos de ver la respuesta justo allí atrás en aquel bosque y aun así no la vimos. – Con su mano señalaba hacia atrás de nosotros y hacia ademanes tapándose los ojos. – Dijo que los Henheas deben pedirle permiso al bosque donde habitan para abandonarlo, y es completamente imposible que un bosque le dé el permiso a uno de ellos para ser secuestrado…
• Entiendo. – Respondí seriamente.
• ¿En serio? – Me preguntó mirándome fijamente.
• Bueno, más o menos. – Repetí evadiendo su mirada. – Tiene algo de sentido que no se hayan llevado a los Henheas de cada uno de los lugares en los que habitan, aunque eso solo vuelve más misteriosa y difícil la tarea de juntarlos a todos.
• La magia del bosque puede ser engañada. – Nos interrumpió Mikhen agarrándose la mano. – Ya sucedió antes.  – Agacho la mirada y volvió a acariciar a Khana. – La magia del bosque me conto que antes de que yo naciera, a los anteriores Henheas que allí Vivian se les permitió salir del bosque, pues un hombre de aspecto humilde y de buen corazón se le ocurrió la idea de presentarlos al mundo, el quería que todas las razas vieran lo magnificas que eran esas criaturas y como la magia del bosque nunca había tenido contacto con los humanos pensó que era buena idea, las diferentes esencias de la magia de los bosque accedieron a permitirles salir y cuando todos los Henheas se encontraron juntos siguiendo a un único personaje, la magia de todos fue absorbida por aquel, que consigo los llevaba y eso dio nacimiento al Rey humano que hasta hace poco murió. Entonces en realidad no vamos porque allí estén los Henheas, sino porque justamente no sabemos si están allí o no.

Ante tal explicación no nos quedó más que seguirla. Después de una semana de trayecto Mikhen de pronto cayó al suelo gritando de dolor, Ryu, Khana y yo nos asustamos demasiado y por más que mirábamos no podíamos ver que sucedía, ni a alguien que pudiera estarle causando sufrimiento a Mikhen, ella gritó por algunos minutos y después con lágrimas en sus ojos grito fuertemente: “¡Lo tienen!” Acto seguido subió nuevamente a Khana y ella empezó a correr a gran velocidad hacia donde el bosque se encontraba, Ryu y yo nos quedamos atrás pues la velocidad de Khana era mucho mayor a la nuestra. Era evidente lo que quiso decir Mikhen, estábamos llegando tarde, solo espero que en su apuro por salvar a aquel Henheas ella no se ponga en peligro lo cual será aún peor, pues básicamente les estábamos regalando a uno de esa especie a quien quiera que estuviera allá en el bosque.

Ryu saco de sus bolsillos unos guantes extraños, se los puso, dio algunos saltos y después dijo: “Allá nos vemos” Al decirlo, hizo lo más extraño que haya visto a un humano hacer, se acostó utilizando sus 4 extremidades y comenzó a correr como si fuera un animal, y lo peor de todo es que era increíblemente rápido, yo únicamente lo miraba completamente estupefacto y tras algunos segundos caí en la cuenta de que debía correr también, pues deberíamos de llegar antes de que fuera demasiado tarde.

Pase un tiempo corriendo y ya estaba completamente cansado y a la distancia se podían escuchar hechizos destructivos los cuales explotaban y aun con lo lejos, podían verse los destellos y sentirse brisa de la onda de choque que podía alcanzarme, no sabía que estaba sucediendo pero lo que era seguro es que una gran batalla estaba teniendo lugar justo allá; cuando logre acercarme lo suficiente pude ver a 3 gigantes peleando entre si y debajo de sus pies a unas cuantas personas las cuales parecían combatir contra algo lo cual no podía ver bien. Es bien sabido que los Gigantes que superan los 6 metros de alto tienen una inteligencia elevada, completamente opuestos a los gigantes de menos de esa longitud los cuales podríamos llamar bobos. Y ver a 3 de ellos no podía significar buenas noticias. Cuando ya podía ver mucho mejor lo que sucedía, justo al lado de los gigantes se encontraba un grupo de quizás 7 hombres armados hasta los dientes combatiendo con Khana, los gigantes que peleaban entre si únicamente se concentraban en ellos mismos aunque daba la impresión de que dos eran aliados, pues sus golpes rara vez se daban entre sí, a los únicos que nunca vi fue a Ryu o a Mikhen lo cual me daba curiosidad… Quizás se encuentran dentro del bosque, pensé.