El Descubrimiento del Verdadero Desafío.

 En algún lugar, lejos de casa, Mikel Soulard reposa de pie justo en frente de unas puertas de cristal.

- Mikel: Ah, ah… ¡Ah!

  Hace él cuando despierta de una siesta agitada, no obstante, se extraña al ver que su cabeza está contra el cristal de unas puertas. Es raro, siente que está cayendo en el momento que se reincorpora, se tambalea casi sin saber a dónde mover sus pies hasta que decide sujetarse fuertemente de los pomos de las puertas… Es...el vértigo, el vértigo de haber viajado a un lugar completamente distinto.

  El chico comienza a respirar y exhalar cuantas veces le sean necesarias para tranquilizarse. Cuando asume que no pasó nada consigo mismo, empieza a buscar lo que sea que le esté causando esta sensación. Al volverse hacia atrás, se da cuenta de que hay unos escalones que conducen hacia la calle, con el minucioso detalle de que está cerca de la entrada de un misterioso lugar.

- Mikel: ¿A quién se le ocurrió haber construido escalones así?

  Dice el joven con tono indignado, no obstante, observa que las mangas de sus antebrazos están distintas a como las recuerda, ¡todo su atuendo lo está! Distinto…a como él podría jurar estar recordando de alguna manera.

- Mikel: Ah. Wow, mi ropa ha cambiado. Y estoy usando zapatos que no recuerdo haberme puesto. Esto es extraño…

  Sin embargo, este joven intenta percibir alguna actividad que se avecine, de tal manera que se dispone a bajar los escalones con cuidado para poder visualizar los extremos de ésta misma. Una vez lo hace, se da cuenta de que no hay nadie en el exterior. Se le ocurre que podría ir a preguntar en aquella casa que se encuentra adelante.

*Toc-toc*

- Mikel: Umh… Ju… Disculpe, dueño o dueña de esta casa. ¿Podría ayudarme, por favor?

  Pasan unos completos cinco segundos de puro silencio. El joven vuelve a llamar al morador, pero tras otro instante sin respuestas se fija por la ventana de la izquierda.

- Mikel: …………….

  Apenas ve un cuarto oscuro a través de la cortina, por lo que asume que no hay nadie en el interior que pueda ayudarlo, así que pasa a la siguiente casa para preguntar.

  Mientras Mikel baja los escalones, mira repentinamente descender un fragmento de hoja en frente de sí mismo. En ese instante, un breve recuerdo surge en su memoria, el cual parece indicarle que ya vivió ese momento.

- Mikel: Ah… Otra de esas… ¡Ah!

   El aire provoca que el papel se aleje, no obstante, Mikel intenta tomarlo antes de que ocurra moviendo rápidamente sus manos para atrapar algo que parece no estar ahí.

- Mikel: ¡Te tengo…!

   Abre sus manos lentamente para poder observar el objeto sin que se vaya, afortunadamente lo tiene, lo que le trae un suspiro de alivio. Con dos dedos de cada mano agarra el papel para abrirlo lentamente.

- Mikel: No sé en dónde…pero siento como si esto ya lo hubiera visto antes……

   En ese momento, el joven desprende el fragmento hecho de papel y se da cuenta de que tiene escrito un texto misterioso.

- Mikel: “Bienvenido a tu segundo desafío: ‘Encontrar la máscara con lentejuelas... ¿flamas gélidas…? En la biblioteca Read Me If You Can’”.

   Recita él con confusión.

   El joven voltea hacia el letrero del lugar de en frente y se entera de que está en el lugar que indica la extraña nota, sin embargo, no se muestra convencido por la solicitud que le confiere la misma, por lo que supone que era para alguien más que no fuera él. Guarda el papel en el bolsillo izquierdo de su pantalón antes de continuar buscando ayuda.

  Mientras tocaba su siguiente puerta, un objeto le cae en la frente. Es otro pedazo de papel, uno que viene del tejado de esta residencia.

- Mikel: Ah. ¿Otro? ¿Quién escribe estas raras notas?

   El chico, indignado, abre la nota y comienza a recitar de nuevo el contenido del papel. Sin embargo, en el momento que dice “Hazlo si quieres seguir con vida”, hace una ligera expresión de susto.

  A lo lejos, un extraño sonido surge, Mikel busca atemorizado su origen. No ve a nadie, pero para asegurarse decide observar rápidamente detrás de él.

……Igualmente, nadie, ninguna persona extraña con intención de hacerle daño.

- Mikel: Debo estar soñando.

  Se dice a sí mismo mientras sacude su cabeza.

- Mikel: Aun así, tengo curiosidad por encontrar esa máscara, e incluso podría recibir miles de esas notas sin llegar a ningún lado que me importe.

  Sin más, el joven Soulard se dirige hacia los escalones de la biblioteca Read Me If You Can. Al llegar frente a las puertas de dicho lugar, el chico nota que está completamente oscuro por dentro, por lo que decide fijarse pegando sus ojos contra el cristal. Lo que consigue ver son varios libreros con cierta luz brotando sobre ellos.