La universidad 7

Ya cada uno con una caliente taza de chocolate y con mi respiración más controlada, trate de formular una de mis preguntas.

–¿Cómo?

–Es algo muy difícil de explicar.

–Sabes que tienes que hacerlo, además de que insistiré – vi como su mirada bajaba a su taza y de nuevo volvía a mis ojos.

En ese momento en que nuestras miradas conectaron, muchas imágenes pasaron en mi mente, como si fuera la reproducción de una película, y es ahí donde entendí la capacidad de Elian para proyectar tales imágenes. En un momento todo aquello paro para centrarse solo en una imagen, podía ver el hospital, precisamente la sala de espera de psiquiatría y en ella se encontraba personas, específicamente una señora, un niño, mi madre y yo. Traté de concentrarme más en la imagen, de adentrarme más en ella, y es donde lo entendí.

–¿Tu eres el hijo de Marta Miller?

–El mismo – y muchas imágenes más pasaron dejando al descubierto un niño de cabellera castaña.

–Eras muy hermoso de niño.

–¿Era? – sentí como un nuevo sonrojo me atacaba – ¿Por qué tan roja Beth?

–Como seguía diciendo – vi como una sonrisa aparecía en sus labios y cambien la dirección de mi mirada hacia el ventanal – Eres el hijo de Marta, ella y mi mamá eran amigas en el psiquiátrico.

–Sí, ahora sabes de donde te conozco – devolví mi mirada de nuevo a Elian y otra ráfaga de imágenes llegaron a mi – Yo estaba en la sala de espera el día que internaron a tu madre.

–Ahora que me dices y recuerdo todo esto – trate de analizar toda la información que tenia de ese día, como mamá miraba a Marta, para llegar a una conclusión – ¿Por qué trataste de entrar en mi mente?  

–¿Cómo lo sabes?

–Pues llevamos varios años en esto, si analizo bien toda la situación y la enorme presión que sentí en mi mente a la hora de querer tu intervenir, es algo obvio.

–Tu madre no dejo que entrar a tu mente, me saco al instante de saberlo, era muy poderosa al manejar la trascendencia.–¿La trascendencia? – podía apreciar la duda en la mirada de Elian, sabía que todo esto no sería fácil, pero tenía que lograr explicarme todo – ¿Qué significa?

–Tratare de explicarlo de la manera más simple – añadió – La palabra trascendencia se deriva de trascender, que en forma fácil seria trans, “más allá” y “scado”, escarla. ¿Qué quiero decir con todo esto?, la palabra trascender se podría tomar como la acción de pasar “dentro” a “fuera” de un determinado ámbito, en nuestro caso, entrar en una mente y poder salir de ella.

–Creo que lo puedo entender, pero ¿quién lo ha llamado de esa manera?

–Nuestros pasados trascendentitas – creo que mi rostro era todo un símbolo de interrogación –  Tampoco sé mucho del tema Beth, solo sé que este fenómeno es adquirido a través de la herencia de nuestros padres, en este caso el ADN de nuestras madres.

–Es mucha información, eso lo puedo asimilar, pero la duda más fuerte es – miré como la mirada de Elian cambiaba a una de tristeza – ¿Cómo se supones que entrarte a mi vida?

La tristeza seguía ahí, creo que para ninguno de los dos esta situación era de agrado, la verdad era que tenía que saberlo todo, todo aquello que tenga referencia a el fenómeno por el cual atravesaremos el resto de nuestra vida. Conocía que la mirada de Elian iba más allá de toda la información, que aún faltaba más por saber y descubrir. Todo aquello me atemorizaba, y como no, era la parte nula de mi vida la cual no tenía conocimiento, pero había algo que verdaderamente me atemorizaba, y era perder a Elian.

–Yo sabía – bajo su mirada a sus manos – Yo lo sabía.

–¿Qué sabías?

–Yo sabía que tu madre iba a morir.