Cap.: 16

Esa misma tarde llegó una carta a la casa de los Justin que decía:

"Conozco sus secretos y tan correctos que se veían, pero bien dicen que si los frutos salen podridos hay que fumigar al árbol. Sé que no saben quién soy, quizás su hijo Keidan les haga ver la luz y de que soy capaz, así que no me subestimen, vine a vengarme y voy en serio, perderán a su hija por lo que hicieron y de paso su libertad, porque les aseguro que desvelaré toda la verdad"

Los Justin no supieron que hacer, tal vez debían irse lejos en estas vacaciones, tal vez cambiarse de ciudad, o tal vez de país, quizás de continente, pero necesitaban tiempo para eso, necesitaban hacer muchos papeleos y vender la casa, sacarlos del colegio, pero necesitaban alejar a Victoria por un tiempo de ese lugar para hacer eso, pues era seguro que haría preguntas. Pero ¿Cómo lograrían que ella aceptará eso? Y ¿A dónde la llevarían?

Las vacaciones definitivamente le daban la ventaja, pero ellos habían planeado pasar las vacaciones aquí por lo que no tenían ningún plan, esto los angustio. Justo en ese momento llegaron Dariel y Victoria, por lo que ellos ocultaron todo enseguida.

- ¡Mamá, Papá! - fue hasta la sala tomando a Dariel del brazo.

- ¿Qué pasa hija? - dijeron algo nerviosos mientras se miraban entre sí.

- Dariel tiene algo que decirles. - lo empuja disimuladamente hacia el frente, el cual se pone nervioso automáticamente.

- Señor, señora Justin, es que... - mira hacia Victoria y ella le hace una señal de ánimo. - quería invitar a Victoria a pasar las vacaciones conmigo. - termina.

- ¿A dónde? - pregunta su madre en alerta.

- A la casa de playa de mi familia, es segura y le aseguro que vigilare que no pase nada malo, se las devolveré sana y salva. - asegura.

- ¿Ustedes dos solos? - pregunta el padre intimidante con la mirada fija en él como si fueran cuchillos.

- Podría venir Keidan también. - Dijo rápidamente Victoria.

- ¡Claro! - dijo su madre de pronto llamando la atención de todos. - vayan, son jóvenes y deben divertirse.

- ¿En serio? - preguntaron Victoria y su padre al unísono.

- Claro, está haciendo amigos amor, además Keidan estará con ella.

Victoria fue de prisa a abrazarla totalmente emocionada, pues pensaba que su madre sería la primera en negarse y había perdido todas las esperanzas cuando vio la cara de su padre al decírselo.

- Gracias, te amo mamá. - dijo antes de separarse.

- ¡Oye! ¿Ahora sólo amas a tu madre? si sigo que no, no iras. - advirtió su padre.

- ¡Te amo papá! - fue a abrazarlo enseguida.

- Bien, bien. Basta de este chantaje. - dijo sonriendo. - sólo irás si tu hermano dice que sí.

- Lo convenceré. - Dice segura.

A Johann le había desconcertado mucho la actitud de su esposa al principio, pero supo por qué lo hacía, con Victoria de viaje ellos podrían resolver el problema que les había surgido sin que ella se enterara, al final ese viaje le había caído como anillo al dedo, solo que ellos no sabían que Nicole era la madre de Dariel. Por otro lado, Keidan al saber que Victoria iba de viaje con Dariel aceptó de inmediato el irse con ella, no la dejarían sola con él por tres semanas. Las clases se acaban esa semana y el fin de semana se irían de viaje lo cual traía muy feliz a Victoria.

...

- Entonces ¿Irás de viaje? - dijo algo pensativo.

- ¡Si! ¿No quieres venir con nosotros? Será divertido. - lo animó.

- Espera ¿Nosotros? ¿Nosotros quiénes? - pregunta curioso.

- Bueno vamos Dariel, Keidan y yo ¿Por qué? - lo miró intrigada.

- Por nada ¿Sabes dónde se quedarán? - entró los libros a su casillero.

- Se supone que es a la casa de playa de la mamá de Dariel. - se encoge de hombros, mientras caminan a la cafetería.

- ¿Y tus padres no irán? - ella negó con la cabeza. - ¿Tampoco la mamá de Dariel? - volvió a negar. - así que vas a pasar las vacaciones con dos adolescentes y sin supervisión adulta, vaya. - dijo serio. - quisiera ir, créeme que quisiera, pero después de la fiesta mis padres no me dejarían ir ni a la vuelta de la esquina y ya planearon un viaje familiar. - bajó la mirada. - no te quiero dejar sola, pero se escapa de mis manos. Y dime ¿Pensaste en lo que...

- Hola chicos. - llega Javier con una bandeja y se sienta en la mesa.

- ¿Qué, ahora te sientas con nosotros? - pregunta enojado Nicolás por su repentina interrupción.

- No, no "me siento" nos sentamos.

Antes de que pudieran preguntar a qué se refería Keidan abrazo a Victoria por detrás sorprendiendo a ambos, para luego sentarse a su lado.

- Que raro sólo hay dos individuos ¿Se les perdió su tercio? (Trío de imbéciles.) - Claro que la última parte sólo la pensó.

Keidan notó el tono en su voz, pero decidió ignorarlo para evitar problemas con Victoria.

- Es cierto ¿Dónde está Víctor? - preguntó a su amigo.

- Resulta que su madre tiene un pequeño problema y se quedará en casa. - Le hace señas de hablamos luego.

- ¡Oh! Claro.

Entonces todos empezaron a comer en silencio.

- Creo que iré al baño, ahora vuelvo chicos. - dijo Victoria y aunque era verdad, también trataba de huir de sus guerras de silencios, ya decían que se dice más cuando se calla.

Desde que Victoria salió todos cambiaron sus caras a una de odio y evitaron a Nicolás al igual que él a ellos.

- Keidan ¿Ya pensaste que universidad irás? Supongo que a una que este muy lejos ¿no? - expuso curioso Javier, era el último año de Keidan en la escuela y sabía que odiaba estar aquí.

- En realidad no he tenido mucho tiempo para pensar en eso, pero si lo quieres saber, creó que me tomaré un año sabático, pienso esperar a alguien para irnos "juntos" - remarcó la palabra juntos para Nicolás, el cual se levantó de la mesa y se fue sin decir nada.

Mientras, Victoria al entrar al baño se encontró con Ester, la cual estaba debajo del lavamanos ¿llorando? Esto era en extremo extraño para Victoria, pensó en irse, pero algo la hacía sentir fatal con respecto a ese pensamiento, por lo que se quedó.