Prólogo

Hola gomitas, sea esta la primera vez estoy agradecida, de que hayas elegido este entre tantos libros.

Hay algunos errores, pero tratare de mejorar 

Introducción

-Marce- Dijo con cariño la señora Juana. Una señora de sesenta y cuatro años, a quien cuidaba; ya que su hija me había contratado. 

-Dime- Le dije acercándome, porque su oído a veces fallaba.

Tenía como cuatro hijos, pero apenas y la visitaban; los empleados en la casa la ignoraban, yo la había conocido en una cafetería que trabajaba, y automáticamente nos volvimos amigas aunque obviamente éramos de diferentes edades y clases sociales, Yo había llegado a Estados Unidos mediante una beca internacional a conventos sudamenricanos; el inglés ya se me hacía mejor y no planeaba volver a casa, hasta demostrar que yo era capaz de tener toda mi vida estable.  

Mayormente después de volver de la universidad venía a cuidarla, y aprovecha también para realizar los trabajos. Hoy no tenía mucho que hacer, así que decidí acompañar a la señora al patio de su casa, paseamos hasta que el sol declino sus alas y empezó a oscurecer, ya iba hacerse de noche para regresar a mi casa.

-Marce, tengo un favor que pedirle- Dijo ella, yo asentí la cabeza mientras guardaba su abrigo - Podrías ir cambio de mi a la fiesta de regreso de la familia Hernández; mi salud es muy delicada y exponer seria una irresponsabilidad, le devolveré el favor con lo que sea señorita Marce  

-Lo aceptaría, pero usted sabe que ni siquiera me aceptarían entrar – Mencione

-No te preocupes de eso, solo necesito que lleves un presente y luego vuelves; te prestaré los vestidos de mi hija, te quedarán bien-

No pude adjudicar nada, y acepté; los empleados me alisaron el cabello, me pusieron un vestido color plata y algunos accesorios que había en la habitación.

-Te vez linda- Dijo la señora Juana, me entrego una caja el tamaño no era muy grande.

El coche exclusivo de la familia Cervales, me esperaba; jamás había subido a ese tipo de autos y el nerviosismo hacía que mis pies flaquearan.

La puerta se abrió y el chofer ordeno que era hora de salir, al salir unas miradas se dirigieron hacia mí; pero cuando un auto haciendo un sonido raro con las ruedas se acercó, las miradas voltearon; los fotógrafos se abrieron campo entre la multitud. Una lluvia de flash hiso que mis ojos no pudieran ver a la persona que salía de aquel carro.

Me adentre a la mansión antes de que las personas junto a la prensa me atropellaran. Empecé a buscar con la vista a la señora de la fotografía, que me habían mostrado en la casa.

Una hora después había registrado todo el espacio y no encontraba a dicha señora, no quería ser descortés y revisar las habitaciones, y dudaba que estuviera ahí en tremenda fiesta.

Había un pasadizo cubierto por una tela blanca, había visto a pocas personas dirigirse por ahí, pero era mi única salida, para encontrar de una vez a esa señora. Suspiré y erguí mi espalda para adentrarme a ese lugar.

Me dirigí segura hasta que deslice la capa blanca, un montón de flash siguieron después de mi entrada, el brillo hizo que mis ojos lagrimear y perdí el equilibrio, así que retrocedí unos pasos tambaleantes.  La caja se abrió por la parte de abajo, y un fuerte ruido se escuchó. Las luces se calmaron y lo que mis ojos encontraron fueron trozos de cerámicas pertenecientes al florero que traía.

No sabia si lo mejor era llorar, levante mi vista un poco para encontrarme con un joven con semblante frio, su mirada era algo intimidante. Las palabras o salían de mi boca, seguro que esto costaba millones y estaba adeudada. No sabia ni donde estaba parada, pero era una superficie alta del suelo.

Una sonrisa asomo el rostro de aquel chico y paso una de sus manos por su cabello.

-Ordena a todos retirarse- Dijo volteando y agachándose un poco, para hablarle a un guardia de seguridad que se encontraba a nivel del suelo. - Ella se queda, me hare cargo

Su voz era una advertencia muy bonita, pero eso no quitaba la idea que debía escapar del lugar.

ESPERO QUE LO HAYAN GUARDADO Y DADO SUS  ESPERANZAS A ESTA OBRA (★)