Marshellie

Ana Bourelle llegó hace pocos días a los Estados Unidos y, prediciendo lo que sucedería, prioriza un encuentro con Samantha Giovanni, su gran amiga de la infancia, para justificar los dos años que mantuvo contacto cero con ella. Pretendiendo, en un acto desesperado de preservar lo que sabía, que ella entendiera los motivos por los que se alejó; quizo pedir disculpas.

Sam, con la tristeza aún latente, no deja que hable y en su sitio suelta todo lo que tiene por dentro provocando que cuando el final tan esperado por Ana se desata en medio de su conversación, ya no quede alguien capaz de esclarecer de forma sincera lo que sucedió aquel día en el que Ana, en su defensa, no culpó de su muerte a ningún Marshellie.