#17 La Red se Cierra

La alianza entre Saúl y Davi era un secreto a voces, aunque no se expresaba abiertamente. Arianne lo percibió. La distancia creció entre ella y Davi, el cambio en su actitud era evidente. Los susurros entre Saúl y Davi, las miradas furtivas, las reuniones furtivas en el club, todo apuntaba a una conspiración que la excluía. La paranoia, alimentada por la ambición y el miedo a perder su parte de la "ganancia", la consumía. El control que creía tener sobre Davi se había desvanecido, y la posibilidad de perderlo todo la volvía loca.

Impulsada por el miedo y una desesperación creciente, Arianne tomó una decisión desesperada. En medio de la noche, contactó a Evandro directamente, usando una línea segura que solo ella y Davi conocían.

–Tengo información que podría interesarte– dijo Arianne, su voz tensa. –Sobre los movimientos de la familia Fontana, sobre sus debilidades, sobre dónde están más expuestos–

Arianne ofreció a Evandro información privilegiada sobre los movimientos de la familia, sobre la creciente seguridad en torno a Helena y el debilitamiento de Erluce ante las amenazas. Intentó venderle la información como una forma de acelerar el proceso, de obtener su parte antes de que Davi y Saúl arruinaran el plan, y así asegurarse una salida rápida para luego desaparecer. La necesidad de una vía de escape, una salida segura y rápida, había tomado el control de sus acciones.

Evandro, sin embargo, escuchó con calma. La urgencia, la desesperación y el tono traicionero en la voz de Arianne no pasaron desapercibidos. Percibió su desesperación, su traición, y el miedo latente en su voz. Le encontró útil, sí, pero también peligrosa. La información que le ofrecía era valiosa, por supuesto, pero Arianne, su desesperación y su clara intención de traicionar a Davi, la convertían en un riesgo.

Sin remordimientos, Evandro la usó. Aprovechó la información para ajustar sus movimientos, concentrando sus ataques y intensificando la presión sobre la familia Fontana. Pero mientras la usaba, ya estaba planificando su eliminación. Arianne, consciente o inconscientemente, había cavado su propia tumba.

Mientras tanto, Erluce Fontana, alertada por las minuciosas investigaciones de Saúl y los informes inquietantes del equipo de seguridad privada - que comenzaron a rastrear las actividades financieras ilícitas de Evandro y su conexión con la reciente escalada de amenazas -, estaba poniendo en marcha su propia contraofensiva.

Los investigadores contratados por Erluce, expertos en delitos financieros y ciberseguridad, estaban rastreando las conexiones de Evandro. Descubrieron documentos comprometedores, registros de transacciones sospechosas, correos electrónicos encriptados que delataban sus vínculos con actividades ilícitas, y un patrón repetido de sobornos y extorsión. La información sobre las amenazas dirigidas a su familia encontró una conexión directa y tangible con Evandro y sus operaciones ilícitas, y todo apuntaba a que sus contactos estaban incrustados dentro de los círculos más cercanos a la empresa Fontana.

Más aún, los investigadores habían descubierto el origen de la filtración médica de Helena. Los rastros electrónicos y las conexiones telefónicas llevaron a una persona cercana, a un empleado, creando el efecto dominó que había empezado a derrumbar el castillo de naipes de Evandro.

La red de Evandro, una vez inexpugnable, comenzaba a desmoronarse. Las piezas se alineaban con una implacable precisión. La información que Arianne había proporcionado, aunque aparentemente beneficiosa para Evandro en el corto plazo, se convertiría en una herramienta utilizada en su contra, gracias a las investigaciones de Erluce. La evidencia contra él, acumulada en silencio, comenzaba a formar una imagen aterradora para el mafioso.

La situación se había vuelto tensa, volátil. La red alrededor de Evandro se cerraba, y el golpe final estaba a punto de llegar. Pero, ¿quién lo daría primero? Y ¿quién sería el próximo sacrificado en este juego despiadado? Arianne, cegada por la ambición, estaba a punto de pagar el precio de su traición...