Final

ATENCIÓN FINAL REALISTA.

En eso a lo lejos vi como Nicholas iba llegando con Victoria, Victoria empezó a mover su mano de un lado a otro, creo que lo hacía para que la viera, de manera discreta la salude y en eso escuché unos golpecitos en un cristal y era la copa de William.

— Gracias por acompañarnos esta noche tan especial. Raven –me llamó y me mamá me dio un pellizco, así que me levante de golpe. William tomó la mano en la que tenía el anillo y lo miró fijamente. –Raven, llegaste a mi vida por un accidente, se te cayo tu gorra y yo sabía que tenía que dártela, me baje del camión y corrí para dártela, al mirar tus ojos yo quede encantado y mágicamente supe que mi vida no era tan mala después de todo...

<<Pensé que jamás volvería a encontrarte, pero de nuevo se te cayo tu gorra y choque contigo, y sentí que debía de hacer algo. Cuando te vi en la librería pensaba que otra vez había sido un encuentro fortuito, pero después lo pensé demasiado y me propuse no dejarte la próxima vez que te viera, luego supe que sería tu maestro y fue raro, porque en cierto punto me dio mucho miedo, pero yo correría cualquier riesgo para estar contigo Raven.

Raven como ya lo he dicho eres la pieza que le faltaba a mi corazón, eres en lo primero y último que pienso cada noche y espero que así sea hasta que seamos mayores. Quiero que seas la persona con la que comparta mi vida y el resto de ella. Te amo Raven y siempre lo hare, no importa lo que pase, siempre, siempre, siempre estaré enamorado de ti.

Gracias por aparecer en mi vida. >>

Lágrimas silenciosas había parecido en mis mejillas, lo mire a los ojos y no me contuve más así que le di un abrazo y William no tardó nada en rodearme con sus cálidos brazos.

— Te amo William.

— Te amo Raven.

En eso una canción empezó a sonar y no pude creer que recordara que fue la primera que bailamos juntos, me separe de él y lo mire a los ojos, él sonrió socarronamente.

— Raven Wilson, ¿Me concederías esta pieza? –estiró su mano y yo asentí.

— Pero alguien podría vernos –respondí y él empezó a reír.

— Renuncie –tomo mi mano y me guió hasta la pista de baile.

Tomo mi cintura con fuerza y el empezó a guiar el paso. No habíamos ido a las clases de baile que nos había recomendado el organizador y ahora mismo pienso que si las debí de haber tomado, pero por alguna extraña razón por primera vez en mi vida me estaba sincronizando con él, como si nuestras mentes se hubieran conectado.

Sentía el aire de las vueltas golpear mi cara y empecé a reír, ya que me parecía algo maravilloso, William tomaba muy fuerte mi cintura, sabía que él estaba igual de nervioso que yo, pero una vez que mis ojos se centraron en los de él, ya no me sentía presionada.

Con William era con quien quería pasar el resto de mis días, con William y con Nicholas y con Victoria, Pamela tenía razón, Nicholas nunca se iba a alejar de mí pues aun, a pesar de todo seguíamos siendo mejores amigos.

La canción había terminado y todos empezaron a aplaudir, me sentía contenta y con el corazón queriendo salir de su lugar, pero eso no importaba, lo que importaba era que estoy, aquí, con el.

— ¿Me permitirías bailar con ella? –pregunto Nicholas y William con una enorme sonrisa le entrego mi mano a él.

— Claro que si Nick –le dio un apretón en el hombro y Nicholas sonrió.

— ¿Te acuerdas de esa canción? –pregunto y yo asentí.

— Pero no fue con Nathan con quien la baile –el asintió, tomo mi cintura y empezó a guiar los pasos.

— Sí, pero en mi mente, tú la bailabas conmigo.