Capítulo XIII

Viajar sola es maravilloso, aunque debo admitir que compartir la experiencia con alguien más, es igual de reconfortante, en especial si es en compañía de un ser querido. Por esa razón, en ésta ocasión quise viajar con mi amiga y socia Elena.

Al enterarse de los detalles del viaje quiso invitar también a su hermana Ingrid y yo acepté gustosa su petición.

Este viaje no implica deportes extremos que nos llenen el cuerpo de adrenalina, más bien es una escapada de fin de semana a un pequeño paraíso de aguas termales. Un lugar maravilloso que tiene un spa increíble. 

Decididas a relajarnos y aprovechar al máximo este hermoso lugar nos encaminamos el primer día al spa.

Elena, Ingrid y yo recibimos un masaje maravilloso, el lugar es fantástico y la atención es excelente, nos hacen sentir como reinas. Bañadas en aceites aromáticos bebemos vino y nos dejamos consentir de pies a cabeza rodeadas por un ambiente de paz.

Debo admitir que no sólo el spa es genial, el restaurante del hotel tiene comida exquisita y una atención al cliente impecable, nos tomamos varias fotos para conmemorar este día y poder llevarnos un recuerdo de este lindo lugar.

Después de comer, subimos a la habitación, una vez allí decidimos que iremos a las aguas termales en la tarde, una vez listas decidimos salir pero Ingrid se excusa diciendo que debe hacer una llamada de trabajo y que luego nos alcanza.

Ambas salimos juntas para aprovechar al máximo nuestro viaje, sin embargo cuando llegamos al lobby del hotel recuerdo que no traje mi libreta y mi bolígrafo, por tonto que parezca en mis viajes surgen nuevos diseños para mi bisutería y no puedo dejar ir las buenas ideas.

Me disculpo con Elena y regreso rápidamente a la habitación, al llegar voy directo a mi maleta y tomo mis cosas. Pero antes de que pueda darme la vuelta escuchó un ruido particular en el baño y me detengo.

Ingrid está vomitando, al saber esto mi ánimo cambia al instante, porque sé que ella no esta enferma porque la comida le haya caído mal, ella sufre de bulimia.

Ingrid es modelo, y decidida por mantener una imagen perfecta no sólo hace ejercicio y controla su dieta, si no que en su obsesión por mantener su figura "perfecta" comenzó con esto.

Al verla comer con normalidad pensé que había mejorado, sé por su hermana que muchas veces Ingrid come en exceso toda la comida que generalmente no se permite probar y obligada por su carrera a mantener su peso la atacaban los nervios y se induce el vómito.

Decido esperar un poco para hablar con ella, no pasa mucho tiempo cuando la escucho bajar el agua del inodoro, al poco tiempo ella sale y me ve.

El color abandona su rostro cuando se da cuenta de mi presencia, ella sabe que no es la primera vez que nos encontramos así, también sabe que su hermana me hablo de su problema de bulimia.

-No le digas nada a Elena-

Pide desesperadamente.

-Te juro que ya lo hago con menos frecuencia, pero es tanta la presión que tengo que de vez en cuando vuelvo a hacerlo-

Se excusa y comienza a caminar por la habitación de un lado a otro. 

-No debería preocuparte Elena, deberías estar preocupada por tu salud Ingrid-

-Lo sé, pero es algo que no puedo controlar, no sabes lo fácil que es para mi subir de peso, puedo perder todo lo que he logrado sólo por unos kilos-

-Habla con un profesional, está en riesgo tu salud física y mental, si no buscas ayuda se te puede ir de las manos-

Dicho esto ella se queda en silencio por mucho tiempo, cuando pienso que no va a responder la escucho susurrar.

-Eso no va a pasar-

Antes de marcharse dejándome sola en la habitación.

Trató de comprender sus motivos, porque para poder comprender a alguien debes ser empatico y ponerte en su lugar. 

Ella vive del modelaje, su cuerpo es su carta de presentación y por desgracia los estándares de belleza son imposibles de cumplir a cabalidad.

Maquillaje, Photoshop, cirugías… son tantas cosas involucradas para hacernos ver una imagen perfecta en los modelos y las actrices, estableciendo lineamientos irreales.

Pienso que Ingrid debe de recibir críticas constantes, y sugerencias insanas de parte de los que están en ese mundo que de una u otra forma influyen en su manera de pensar. 

Admiro que actualmente muchas modelos de talla grande están incursionando en el mercado en pro de cambiar estos estándares y así poder mostrar una belleza diferente.

Consideró que existen rasgos que pueden gustarle a una mayoría pero la realidad es que la belleza es relativa, lo que para mi puede ser bello para otra persona no y viceversa.

Por eso lo más importante es estar saludable.

Cada individuo posee su propia belleza, la cual no debe estar determinada por parámetros imposibles de cumplir.

Esas cosas sólo traen frustración y problemas como el de Ingrid. 

En lo personal yo dejé de preocuparme por la opinión pública hace mucho tiempo porque al fin y al cabo nunca podrás complacerlos a todos.

Deje a un lado el caso de Ingrid y me dispuse a disfrutar de mi fin de semana en las cálidas aguas termales.