Sinceridad

- ¿Alan?- pregunté entrando sigilosamente en la biblioteca - ¿Hola?
No hubo respuesta.
Había caído la noche desde hacía un par de horas y aunque todo el rato había permanecido frente a la puerta, no me había atrevido a entrar.

Hasta ahora.

Me iba a retirar pensando que probablemente el duque ya se había marchado, sin embargo cuando armaba la retirada alcancé a ver una lucesita por el rabillo del ojo. Me acerqué intentando hacer el menor ruido posible y cuando finalmente llegué al origen de la luz, no pude evitar sentir ternura ante la imagen de un duque bien dormido en un enorme sillón con un libro cubriéndole el rostro.
Estaba en un saloncito pequeño pero cómodo iluminado en su totalidad por la luz de las velas.

Al parecer Alan tenía un escondite secreto.
Mecánicamente me senté a sus pies y hojeé un par de libros que tenía sobre la pequeña mesa a su lado.

-Oh vaya. Quién diría que al gran duque de Northumberland le gustan las flores ¿Eh?.

Seguí hojeando y noté que había doblado una hoja. ¡Qué sacrilegio! Alan era un monstruo.

Mis pensamientos se detuvieron cuando noté un tipo de tulipanes resaltados en un círculo. Eran de un intenso color violeta y junto al círculo había una nota.  

Puede que le gusten a Leah.
Nota: Buscarlos.

-¿ Cómo pude haber sido tan perra contigo?- murmuré sonriéndole al libro- y sigo sin entender por qué seguías insistiendo.

Resoplé y me recosté contra el espaldar del sillón.

>>Sé que la mayor parte del tiempo tengo un carácter de mierda. Soy impulsiva, prepotente, egoísta, malhumorada, cansona, bipolar, bla bla bla y tú lo comprobaste de primera mano- hice una pequeña pausa- llegado este momento quiero decirte que lo siento... Hace... Hace bastante tiempo rompieron mi corazón, el chico que amaba solo me utilizó y cuando tuvo lo que quiso de mí, me humilló.

>>Irónico, sabes, porque le quería tanto que le perdoné cosas que una chica jamás debe perdonar. El amor es un asco y cuando me di cuenta que esa relación estaba pudriendome por dentro con todo el dolor del alma me alejé de él.

>>Sobra decir que intentó chantajearme, insultarme y rebajarme, pero al final entendí que desde que yo supiera quién era, me valía muy poco lo que el resto del mundo pensara de mí.

>>así que lo superé, no le guardo ningún tipo de rencor, pero me prometí que nadie más me causaría ningún tipo de daño... Ni físico ni mental. Así que aprendí a olvidarlo aprendiendo artes marciales, porque en mi mundo aún existen hombres como los de aquí; sobrevaloran nuestras capacidades como mujer y eso... Me caga el buen genio.

>> En resumen, hoy en día soy lo que soy porque aprendí a no cometer los mismos errores dos veces, no me gusta sentirme débil, por eso soy capaz de doblegar a cualquier bravucón, ya sea por las buenas o por las malas. Mantengo mi mente y cuerpo entrenado para cualquier tipo de obstáculos, no me gusta pasar por ignorante.

>>Mira, la sociedad ha creado un estereotipo de mujer débil y sumisa, amable hasta con el peor tipo y no soporto eso porque somos iguales a ustedes y en equipo podemos hacer cosas geniales. Yo lucho por eso, por entrar en un círculo social en el que no por ser mujer nos excluyan... Lamentablemente hasta mis días la desigualdad sigue y aunque los hombres han ido cambiando su manera de vernos, algunos tienen ese gen machista en la sangre.

>>Lamento si fui cruel contigo. Aunque debemos admitir que en algunos casos te lo merecías- me incliné hacia adelante apoyando los codos en las rodillas y la cabeza en mis manos- si no te correspondí como merecías es porque aunque me cueste admitirlo, esa primera y única relación que he tenido, destruyó todas esas bonitas fantasías que tenía respuesta al amor.

>>Ya sé, ya sé que todos los hombres no son iguales pero, no sé, cuando se interesaban en mi, me aburría y luego llegaste insistiendo... Eso era nuevo para mí y tenía miedo... Supongo... Es decir, eres bueno y yo no lo soy pero de todas formas aún así me aceptas. Yo, ya estuve con alguien más y tú mereces a alguien completamente pura.

>> yo en cambio, soy un desastre... Y luego, suponiendo que llegues a perdoname eso, están los secretos.

>>Alan, no me gusta mentir y aunque no lo he hecho directamente, sí he ocultado un par de cosas que si me atrevo a confesarte seguramente me tratarás de loca. Aunque... Eso no sería raro- hice una pausa larga mientras jugaba con la llama de una vela.

>>Verás, la situación actual de todas formas ya es bastante mala. Mi hermana corre peligro por mi culpa y los únicos que pueden salvarla son los Mc'Llson... Pensarás que estoy demente pero confío en ellos y espero que todo salga bien.

Estrujé mi rostro con mis manos y jalé mi cabello en un gesto de exasperación.

>>Alan, te juro que lo que te diré a continuación es la más pura y clara verdad. Puedo ser un montón de cosas, pero jamás una mentirosa. Y si no me crees, pues, al menos lo habré intentado.