XXXXIII.

Dos semanas después....

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Han pasado alrededor de dos semanas desde qué Romina despertó de su coma inducido, y en todo éste tiempo no he dejado de venir a visitarla en el hospital, y aunque siendo sincera me duele verla aquí, él médico dice que ha mostrado algunos avances, pero sin embargo el dolor y el deterioro en su cuerpo es más qué evidente. En estas semanas la han movido de habitación pues estaba en observación intensiva y ahora ya está en una habitación normal.

Su familia y ella disfrutan el máximo del timepo qué estan con ella, ella se ve felíz y tranquila y eso me alienta un poco aunque por las noches me permito llorar. Por otro lado mí familia esta bien y cada vez somos más unidos, y Freddy me ha apoyado y amado en todo éste tiempo la verdad es buen chico, y por supuesto tambien ha hido a visitar a Romina, y aunque ella esta más qué felíz o al menos eso aparenta, sé qué le duele más qué su enfermedad el no hablar con James, desde qué paso esto no lo ha querido ver, pero él jamás se rinde y siempre le manda flores y cartas, algo lindo y se qué ella ama leer sus cartas cuándo está sola en las noches en la habitación de ese hospital.

Hoy es viernes y voy camino a verle, ahora me encuentro en el taxi, pues va lento debido al tráfico, (¡¡Cómo odio el tráfico!!).

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En el Hopital....

(Narra Romina)

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Me encuentro en la habitación de esté hospital, llevo aquí alrededor de dos meses, o eso creo. Mi familia me ha apoyado en todo éste tiempo, y Kiara y su familia también  han estado aquí en todo momento, se los agradezco de corazón y se qué lo hacen con amor, aunque a veces no puedo evitar pensar qué sólo lo hacen por lástima, pero Kiara siempre me hace olvidar esa idea pues dice qué me aman y lo sé, no lo dudo, solo qué esto aqueja a toda persona y es el mayor miedo de un enfermo, volverse una carga para alguien a quién ama.

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En fin... Desde entonces todos han estado para mí, y siempre creen que todo saldrá bien y la verdad estoy algo cansada de qué todos los días me hagan análisis de sangre y orina y demás cosas, ya sé qué esto es terminal, y sólo quiero qué me dejen en paz, estoy bien y durare el tiempo qué tenga qué ser, ya lo acepte estoy consiente de ello.

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La enfermera acaba de salir de la habitación en el trancurso de la mañana es la quinta vez qué viene a revisar mí pulso, y la segunda qué me pide orina, creanme esto es tedioso, y lo qué más me alegra es què mí mejor amiga siempre venga a visitarme, ella sabe qué la amo y es muy importante para mí y siempre intento decirle que no me extrañe, pero ellla cambia de tema o me ignora, he preferido ignorar ese tema y finjir que nada de esto pasa, se preguntaran ¿Cómo mato el tiempo?, pues bien es sencilo gracias a la gran insistencia de Kiara tengo una televisión, puedo oír música con un volumen menor a 5 y leer esto es lo qué más amo por un momento en el mundo del libro me olvido de mí realidad, y por la noches escribo, eso me ayuda a desahogarme.

¿Qué es lo qué más me duele? Es simple ver a mi familia y amigos sufrir en silencio, todos piensa que no me entero de nada, pero desde que diagnosticaron mi enfermedad, he aceptado mi destino y solo vivo el dia a dia, si dijera que no tengo miedo estaria mintiendo, lo tengo pero saber que ellos estan para mi me anima y da fuerzas para seguir, se que cuando me vaya les dolerá, pero con el tiempo esa herida sanara, otra cosa que me tiene un poco triste es James lo extraño tanto, es el mejor chico que he conocido, lo he evitado por qué el no se merece esté tipo de dolor, y no lo niego hay días en los qué deseo que entre por esa puerta con un gran ramos de rosas y se acerque y me de un gran beso (por qué sí, no nos hemos besado).

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-Hija, Hola ¿Cómo estás hoy?, pregunta mí madre sonriendo.

-Bien mamá, estoy genial gracias, le digo dándole un beso.

-¿Necesitas algo? ¿Quieres hablar?, me cuestiona suavemente.

-No mamá, encerio ya te lo he dicho dejame en paz, por favor, me lo prometieron todos actuaremos normal ¿Okey?, le comento algo molesta.