CAPITULO 10. ÉL

A pesar de que Wat tuvo una pequeña luz de esperanza aquel día, con el paso de los días las cosas no parecieron cambiar en absoluto. Había escuchado un par de rumores acerca de la nueva relación entre Tian y Ela. Estaba tan cansado de esperar que las cosas cambiaran o mejoraran que decidió seguir adelante con su vida y alejarse de Ela por completo. Había decidido dejar de esperar por ella o por un rayo de esperanza juntos.

Así, pasaron los meses. Él había ganado buenos amigos que le dejó el conocer a Ela. Al menos algo bueno había resultado de todo esto. Los amigos que inicialmente eran más cercanos a ella, ahora se habían vuelto parte de Wat. Al final, parecía que todos ellos habían sido abandonados y hechos a un lado por la misma persona.

Al mismo tiempo, Ela seguía adelante con su nueva relación.

Un día que parecía que marchaba normal, Wat iba de regreso a casa. La lluvia no había cesado durante todo el día y las calles estaban casi inundadas. Él iba caminando rumbo a casa después de un pesado día en la facultad. Se encontraba en su último semestre de la carrera. Había dejado atrás un par de cosas, que, aunque, aún le dolían, intentaba cada día con todas sus fuerzas superar.

De repente, al ras de la acera, derrapó levemente una motocicleta salpicando por completo su ropa. Wat estaba muy irritado por los exámenes, así que con eso bastó para que él explotara por completo... Comenzó maldecir en voz baja y con tono muy enojado a quien venía manejando. Y continuó su camino. Muy irritado, de repente escuchó como detrás de él, un ruido de motocicleta se acercaba de reversa.

El dentro de sí pensó que, encima de todo, tendría problemas con el conductor. Así que se dispuso a pelear si así fuera el caso.

Al voltear la mirada, vio que el chico que venía manejando se posicionó a la altura de la acera en donde él iba.

W-¿Qué necesitas hermano?, me mojaste completo- dijo Wat en un tono alto y a la defensiva.

Pronto el conductor vio que Wat se encontraba muy enojado. Las intenciones realmente de él habían sido acercarse a disculparse con la persona que se percató que había mojado en un momento de descuido con su motocicleta.

Pero las cosas tomaron un giro repentino cuando el conductor se dio cuenta de que conocía a aquel chico...

-Una... disculpa... Emm. Si me percaté de que te mojé, de verdad lo siento- Respondió aquel chico misterioso.

El conductor llevaba puesto un casco que cubría por completo su rostro. Pero se notaba que se estaba esforzando por hablar, parecía tímido o sorprendido mientras pedía disculpas.

W-Sí esta bien, no hay cuidado, pon más atención la próxima vez... Respondió Wat, aunque todavía sonaba enojado y frustrado, decidió no seguir discutiendo, ya que el conductor amablemente le había pedido una disculpa.

Wat siguió su camino dejando atrás la motocicleta que se encontraba estacionada al ras de la banqueta.

De repente el conductor se quitó el casco y con la cara sudada lanzó un grito

-WAT!!!...