Capítulo XXXII

Después de unos minutos, en los que Andrew le ha dado tiempo a Antonella para que se reponga, ella se ha dirigido al baño, ha ido a limpiar su cara en el lavabo, se mira al espejo y no se reconoce, se pregunta mirando su reflejo - ¿Qué me has hecho Andrew? - yo era quien se rehusaba, la que los rechazaba y ahora estoy perdiendo la dignidad por alguien que parece no merecer la pena. Al mismo tiempo piensa que solo es una mujer enamorada tratando de salvar su matrimonio, Además solo rechazo a los pocos chicos a los que Andrew les permitió salir con ella, ya que no eran competencia, salvo Steven, que si era un rival y repitió en su mente la palabra era, pues ya nadie lo puede ser, ahora su corazón ya está ocupado, piensa en que es irónico que lo mismo que le molesta la haga sentir tantas bellas emociones, se siente especial, odia la idea de Andrew, investigándola, poniendo seguridad sin avisarle, quitando del camino a cualquiera que intentara algo con ella y fuera un buen candidato, sin embargo esto mismo la hace sentir deseada, amada, protegida y privilegiada, su mente le dice que es una loca, que odia y ama las mismas cosas.

Antonella ya no llora solo está dudando que hacer, no quiere salir, pues no quiere enfrentarse a Andrew, no quiere más mentiras, ni decepciones, tampoco puede con tanto, quisiera solo salir e ignorarlo hasta llegar a su casa y no volver a salir nunca, pero, eso seria cobarde y ella no lo es. Antonella se talla la cara con sus manos, juega con sus dedos y da una profunda respiración para tomar valor y salir a enfrentar a su tormento.

- te sientes mejor, Bella - pregunto Andrew, visiblemente preocupado.

- Si, ya estoy mejor, gracias, ¿y tú como estas?, el convaleciente eres tú - dice Antonella

- estoy bien. Bella, tenemos que hablar de lo que dijo Frederika -

- ¿tenemos? - dice Antonella enojada

- sí, tenemos, para que un matrimonio funcione, debe haber una buena comunicación -

- pensé que lo más importante era que los dos se amaran o que te parece la honestidad y el respeto? - dice ella molesta

- Bella, se que estás enojada y cansada, pero, trata de escucharme, por favor - suplica Andrew

- ¿cansada, enojada?, eso es poco, este matrimonio es una farsa, tu amor una mentira, tus amigos una basura y yo, yo soy una estúpida ¿recuerdas? - grita Antonella

- de nuevo, con lo mismo, nunca me dejaras olvidar que te dije eso, ¿verdad?, esa frase es como un matra para ti o qué? Te la repites en tu mente cada que te enojas, ya pasa la página Bella, te entiendo, ok, sé que hice todo mal, se que merezco que estés molesta, pero, esto es nuestra vida, nuestro Amor, no puedes seguir con eso, es infantil -dice Andrew levantando la voz y cerrando los ojos con dolor.

- ¿ahora te vas a enojar conmigo, por sentirme ofendida cuando me has mentido e insultado? – dice ella viéndolo con decepción.

- no, Bella, no estoy enojado contigo, pero, si analizas a que vino Frederika, te darás cuenta de que solo quiere separarnos y tú se lo estas facilitando - dice Andrew más tranquilo.

- entonces quieres que olvide todo, me has lastimado mucho Andrew - comenta Antonella con voz quebrada

- lo sé y no sabes cuánto lo lamento, si pudiera cambiar las cosas lo haría, te lo prometo, hoy intente contarte todo, para que no haya mentiras ni malentendidos en nuestro matrimonio, pero, no me diste oportunidad, después paso el accidente y volví a intentar contarte todo y hemos sido interrumpido tantas veces que no he podido terminar de contarte todo Bella - asevera Andrew

- Andrew, yo ya no sé qué es lo que debo hacer, estoy muy molesta y solo quiero irme a mi casa y pensar todo sin presiones...-

- ¡no! - espeta Andrew

- ¿No, que? - refuta Antonella

- no te vas a ir a ningún lado, tu lugar es a mi lado -dice Andrew, apretando los dientes molesto.

- Andrew ... - Antonella trata de refutar, pero, Andrew la interrumpe.

- ¡Andrew nada Antonella!, Ya me cansé de tantos juegos de adolescentes, he intentado ser considerado contigo, por tu falta de experiencia en una relación, por tu juventud y por todas las situaciones y mentiras que has vivido el último mes, te he explicado de mil maneras que te amo y sigues dudando, te quieres ir a la primera discusión, sin escucharme o darme una oportunidad, eres mi esposa y como tal, te quiero a mi lado, ¿crees que soy de los que dicen te amo a cualquiera?, deja te aclaro que jamás se lo había dicho a nadie, solo a ti, porque así lo siento, me amas y te amo, hice las cosas mal, cierto, me he disculpado, ahora lo vamos a terminar de discutir y no se volverá a tocar el tema, cuando me den de alta nos iremos a nuestra casa y viviremos felices por toda la Bendita vida, tendremos hijos, cuando tu quieras. La maldita herencia ya no me importa, te quiero a mi lado, porque te amo y por qué quiero hacerte feliz, además no te puedo cuidar igual si estás lejos de mi -

Antonella está muda, Andrew le ha gritado, sin embargo, no la ha asustado en ningún momento, solo demostró su desesperación y molestia.

- ahora escúchame, cuando, ¡demonios!, - Andrew pasa saliva y mira al techo buscando las palabras.

- está parte ya la sabes casi toda, después de enterarme de las cláusulas de la herencia de mi abuelo, solo sabía tu nombre y quién era tu padre, no te identificaba como alguien que se pudiera disuadir y estaba muy molesto, pensaba que eras una niña mimada y caprichosa, era cuando todavía no te conocía, hable de más, no lo pensé, era más joven e inmaduro, por lo tanto me exprese con molestia de ti, y lo lamento mucho, Bella, fui un estúpido -  Andrew mira a Antonella a los ojos mientras sostiene las manos de ella, la acerca y besa sus manos, después de un momento, se separa y acaricia su cara con ternura.

- les conté a mis amigos de entonces, Peter, Walter y Frederika, sobre la que creí la peor trastada de mi abuelo, me quejé y maldije mil veces, ya que obviamente, siempre pensé en heredar su fortuna, para mi mala suerte ya estábamos muy tomados y Walter me pidió que si después de que tú y yo estuviéremos juntos, íntimamente. -