Vortex perdido

Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.

— Proverbio árabe.

Se solicita a los pasajeros del vuelo 6433...

—Beatriz, ¿estas bien? tenemos que ir a...

Tenia que tomar una decisión, el tiempo parecía avanzar muy rápido y con cada segundo más dudaba de mí.

—Anda. —Le digo.

—¿Qué?

—Anda estoy bien.

—Pero como te voy a dejar sola, vas a perder el...

—María anda. —Me giro para que no pueda ver que estoy a punto de llorar.

—Pero, ¿estás segura que...?

—¡María por favor vete!

Sentía mi respiración agitada y como un ataque de pánico se formaba en mi interior, el teléfono no dejaba de sonar y con mis manos temblorosas y sudadas era imposible encontrarlo rápido.

Me doy la vuelta para meterme a uno de los cubículos del baño y mientras pongo la bolsa para sacar el celular, me recuesto en la pared del inodoro intentando calmarme.

—Beatriz, ¿estas bien? —Mi respiración se corta cuando escucho la voz de Pedro.

—¿Pedro? no, no, no estoy bien, ¿Dónde estás?

—Quiero que te calmes, y me escuchas atentamente. Se perdió el vortex, no hay posibilidad de revertir Pegaso...

—Pero no pude, no, no pude. —Sentía las lágrimas caer por mis mejillas mientras me sujetaba la cabeza.

—Tranquila...

—Si inmunizaba a María mi hermana...

—Lo se... —Pedro intentaba calmarme, pero era imposible, sentía una presión en el pecho que crecía más y más, no quería averiguar qué pasaría cuando explotara.

—Acabo de asesinar a miles, a millones...

—Sacrificaste a desconocidos por alguien que amas, yo hice lo mismo Beatriz, nadie está realmente preparado para decisiones como ésta.

—Pedro...

—Beatriz, no te juzgues, yo noté juzgo. Esto estaba dentro de las posibilidades.

—Y que va a pasar ahora.

—En esta línea, no evitamos Pegaso, ahora olvida todo esto.

—Espérate, quizás si la encuentro después del tratamiento de mi hermana. Sé dónde va a estar María puedo buscarla en Madrid, va a estar en la clínica con...

—Habremos llegado tarde, la mutación que generara la nueva cepa se dará durante el vuelo, al llegar a Madrid, 56 pasajeros de los 212 diseminarían Pegaso y será imposible contenerlos. No hay un nuevo vortex en el futuro, esta es una línea perdida... vuelve a tu casa, sigue con tu vida.

—Y, ¿Qué va a pasar contigo? —Un nuevo sentimiento crecía en mi pecho, no quería dejar a Pedro, no quería que el me dejara y más importante aún, tenia la sensación de que algo no me estaba diciendo.

—No importa eso.

—Si me llamaste tiene que ser para algo, Pedro, ¿Puedo remediarlo o no?, ¿puedo remediarlo, hay alguna solución?

—Te llamé porque prometí que jamás iba a dejar sola a Beatriz.

—Pedro —Mi voz sonaba desesperada. —¿Hay alguna otra solución? —Escucho suspirar a Pedro.

—Hay, pero es peligroso tu mente podría perderse, tú no tienes entrenamiento. —Me quedo callada sospechando de cuál era la solución, me tomo segundos tomar una decisión. Había hecho que el vortex se perdiera, ahora tenia que revertirlo.

—¿Qué tengo que hacer?

—Libre albedrío, es tu decisión.

—Qué tengo que hacer Pedro

—Recuerdas lo que hablamos de los héroes desconocidos que nunca serán recordados, estás dispuesta a que nadie te recuerde, a naufragar en una línea y hacer algo que nunca vas a poder comprobar para gente que nunca conocerás.

—¡Dime qué mierda tengo que hacer!

—No vas a volver Beatriz, te quedarás sola. Después de que hagas la reparación si consigues hacerla, quedarás atrapada y deberás ser invisible serás un número sobrante en un universo que no te pertenece.

—Como tú.

—Sí, como yo ahora, pero esto no se trata de mí.

—Ya dejé mi vida, ya estoy en un universo que no me corresponde, ahora por favor dime, qué tengo que hacer

—Espera un poco.

—No dudes, Pedro, no necesito que me protejas yo cometí un error y quiero repararlo.

No escucho respuesta, solo el tenue sonido del silencio, poco a poco me había calmado y ahora estaba más que nunca a cambiar lo que había hecho, no importaba que hiciera con mi vida en esta línea, siempre terminaría igual, así que si tenía una poca de posibilidad lo haría.