Capítulo 60: Un Valiente Minotauro, El Origen De Un Guerrero Legendario.

Ubicación: Reino De Los Minotauros

El monarca Vyrkus observa asustado la liberación total de la diosa Calista; desde una de sus ventanas del palacio, ya que logra verla que está levitando en el cielo sin ningún problema mientras que miles de criaturas, descienden a través de un extraño portal contra el bosque.

Sabe que un gran peligro se acaba de desatar y debe de reaccionar; lo más pronto posible.

—Ci… ¡Cierren las puertas! —ordena asustado el monarca, lográndolo escuchar algunos guerreros mientras que él empieza a correr hacia la salida de su habitación, añadiendo—. ¡Cierren las puertas!

Lográndolo escuchar varios jóvenes minotauros que deciden emprender una carrera mucho más veloz hacia la puerta principal del reino, ya que la amenaza se ha desatado y tarde o temprano; los atacará fuertemente.

Comenzando el monarca Vyrkus a sentir una presencia bastante maligna que se desata por medio de Calista, ya que empieza a sentir un fuerte escalofrío en todo su cuerpo.

«¡Maldita sea, ella acaba de ser liberada! »,suena el grito de un extraño ser dentro de la mente de Vyrkus.

No sabiendo qué hacer el monarca, por lo que decide detenerse en su lugar mientras que observa el suelo, completamente asustado.

Logrando escuchar que los accesos principales del reino, comienzan a cerrarse de poco en poco mientras que miles de gritos desesperados por parte de ciudadanos y guerreros; se escuchan fuertemente desde afuera.

Comenzando a caminar Vyrkus lentamente hacia la salida de su palacio para prepararse para la guerra, no sabe qué hacer o qué ordenes dar, debido a que su mente está bloqueada por el miedo hacia la diosa, Calista.

Decide avanzar lentamente hacia la salida con el fin de encontrar una solución, mientras que miles de gritos desesperados de ciudadanos y guerreros; se escuchan más fuertemente.

—¡Oigan, no se olviden de los más pequeños! —suena el grito de una dama del reino, pero nadie le hace caso, ya que las puertas se cierran por parte de los guardias de poco en poco.

Siendo abandonados muchos ciudadanos afuera del reino por parte del monarca, ya que ha decidido sacrificar sus vidas a cambio de que puedan vivir los de adentro de las murallas.

Se pueden ver que miles de trabajadores desde afuera tratan de golpear la puerta con algunos troncos de madera y palos, mientras que ciudadanos inocentes gritan por su vida, pero aun así; las puertas no se abren o debilitan.

Saliendo Vyrkus de su palacio seriamente mientras que logra escuchar el fuerte grito de los ciudadanos que han sido abandonados afuera de las murallas.

Percatándose él que varios guerreros se acercan apresuradamente hacia él.

—¡Su gran majestad! —grita un soldado asustado.

—¡Ya lo sé! —grita Vyrkus, comenzando a caminar hacia otra ubicación del reino mientras que el guerrero lo acompaña asustado.

—Tenemos a varios de nuestras tropas luchando fuertemente contra el enemigo, ¡no podemos permitirnos este tipo de situaciones mientras que abandonamos a los más débiles! —grita el guerrero, comenzando a enojarse Vyrkus en ese momento, ya que decide voltear a verlo enojado.

—¡¿Y qué quieres que haga?! —inquiere Vyrkus enojado, acercándose un poco más hacia el guerrero, añadiendo—. ¡¿Qué quieres que haga?!

Empezando el guerrero a verlo con miedo mientras que Vyrkus empieza a llorar de sus ojos.

—Las consecuencias están al otro lado de las murallas, hemos fracasado por no obedecer el aviso de ese maldito elfo en el pasado y ahora; ¡las consecuencias no se pueden evitar! —grita Vyrkus, empezando a llamar la atención de varios ciudadanos y guerreros que pasan cerca de ellos, añadiendo—. ¡He fracasado y ahora debemos pagar las consecuencias!

Decidiendo el guerrero alejarse del inútil monarca que llora y cae de rodillas delante de todos, comenzando miles de minotauros a llorar desesperadamente, pero el extraño guerrero se dirige hacia la salida; completamente enojado.

Logrando ver el guerrero minotauro que las puertas están cerradas mientras que miles de ciudadanos siguen gritando desde el otro lado de forma desesperada, enfoca su mirada hacia los lados para percatarse que existen varias escaleras que los conducen hacia arriba de las murallas, por lo que decide tomarlas rápidamente mientras que a lo lejos; observa una gran hacha de doble filo. Los arqueros del reino han decidido apoyar al cierre de puertas.

Decide no prestarle atención a los detalles, ya que ahora su adrenalina está al máximo y quiere salvar a todos los inocentes que sufren, pasando cerca de las murallas mientras que agarra el arma, ya que él llama la atención de varios guardias que empujan las puertas de la entrada para que nadie entre al reino.

—¡No lo hagas! —suena el grito de un arquero, añadiendo—. ¡Ni siquiera tienes puesta tu armadura, muchacho!

Ignorando el guerreo estas advertencias mientras que sube las escaleras apresuradamente, observando momentos después que, miles de tropas enemigas se acercan contra su reino desde lejos.

No sabe qué hacer, ya que está a más de treinta metros de altura de las murallas, dirige su mirada hacia abajo y logra observar a miles de ciudadanos; completamente asustados ante el peligro. Se percata que los varones minotauros se preparan para defender a las damiselas; cueste lo que cueste con sus vidas, por lo que decide dirigir su mirada hacia su derecha para buscar algo con que apoyarles.

Encontrando solamente una gran soga de más de cien metros de largo, pero esta es la que utilizan para el manejo de las cisternas del reino. Una soga especial y bastante gruesa para cargar más de doscientos barriles de cerveza o agua sin ningún problema.

El joven minotauro sabe que los dioses lo están observando desde lejos o quizás no, pero decide dirigirse hacia la gran soga para cortarla, piensa usarla para salvar a los ciudadanos desde las alturas. Unas buenas intenciones por parte del joven a comparación de los demás inútiles que solamente escapan como el monarca.