Volumen 3: Ruleta de Leiryn Acto 1

Laín Willburg, la hermana menor del duque Ben Willburg, además de una vieja conocida del joven Milfiore, aunque la naturaleza de su relación puede variar entre la percepción de ambos.

—Por favor, Iván, ¿Por qué eres tan cruel conmigo?, cuando éramos niños fuimos amigos.

—Yo nunca fui tu amigo, a lo mucho fui tu cómplice, no... —reclama el joven con una mirada hostil —más bien fui tu víctima.

Con esas palabras la joven libera una ligera risa que posteriormente cambia a un rostro más depresivo.

—Aun crees que yo tuve que ver con ese accidente..., acaso debo pedirte perdón nuevamente.

—No necesito escuchar esto el día de hoy, para empezar el día ya era malo y justamente acaba de empeorar, porque no nos saltamos los halagos vacíos y me dices que es lo que quieres...

—Me gusta que vallas al punto — espeta con una sonrisa —tengo entendido que hace unos meses estafaste a mi hermano con unas dríadas esclavas, comprándolas por algunas placas de plata.

—¿Entonces viniste a reclamarme por esa transacción?

—En lo absoluto, la verdad es que me gusta mucho este lado tuyo. Iba a dejarlo pasar, pero luego vi un nombre en los documentos de la transacción que llamo mi atención "Compañía Blackmore" —Señala, notando una expresión de hostilidad en el joven —sabía que reaccionarias así.

—¿Que sabes exactamente?

Al escuchar esas palabras una ligera sonrisa se evidencio en el rostro de Laín, pues la situación se había desarrollado tal y como lo había planeado...

Dentro de los nobles del imperio no es extraño que muchos de ellos inviertan sus riquezas en expediciones y negocios para engrandecer su fortuna, ni tampoco es raro que múltiples aristócratas junten sus ingresos para llevar a cabo proyectos de mayor capital.

No obstante, la compañía Blackmore era un caso especial, una organización joven que no posee ni siquiera 2 años de antigüedad, pero que en el poco tiempo que han existido han adquirido una gran cantidad de capital y tierras que en conjunto pueden cuantificase en cientos de millones de placas de oro.

Durante los últimos 2 años las miradas de los nobles del imperio se han dirigido a esta misteriosa compañía, no solamente por su rotundo éxito y ojo para los negocios, sino también porque hasta la fecha las identidades de sus miembros y lideres es un total misterio.

Ha habido muchas especulaciones con respecto de sus identidades, pero hasta la actualidad ninguna de ellas era plausible...

—Y eso es en resumen lo que se, los miembros de la compañía Blackmore son escurridizos, aunque por sus ingresos anuales, se dice que deben ser al menos unos 15 aristócratas entre los rangos medio y alto. Imagina mi sorpresa al ver que eras uno de ellos.

—Entonces, ¿Qué es lo que quieres? — pregunta Iván.

—No es obvio, quiero que me ayudes a entrar — exclama —La información y los métodos de Blackmore son revolucionarios, claramente quiero subirme en este barco...

Al escuchar esa declaración el joven Milfiore no puede evitar liberar una ligera risa, una reacción que desconcierta levemente a la joven...

—Perdón, es que... ¿enserio crees que tengo el poder de ayudarte a entrar? — Aclama el joven.

—¿Por qué no lo tendrías?, no me imagino a alguien que le lleve la contraria al temido archiduque del norte —Espeta la joven —¿Crees que no he escuchado las historias?, todavía no entiendo cómo es que mi cuñada ha empezado a confiar en ti, pero no será tan fácil convencerme, se exactamente el tipo de persona que eres... porque yo soy igual a ti.

Laín no se equivocaba con sus palabras, al fin y al cabo, ambos jóvenes eran del tipo de persona quienes harían lo que sea para poder tener ganancias, no obstante, había algo con lo que la joven no contaba.

—¿Que eres igual a mí?, interesante — espeta el joven con una mirada más amenazante —Entonces dime, ¿Qué estas dispuesta a hacer por una recomendación mía?

Al espetar esas palabras un ligero brillo azul se nota en los ojos del joven, al tiempo que la respiración de la chica se vuelve más pesada, como si estuviese siendo asfixiada por algo.

—Tu, ¿Qué tienes en mente? — espeta con un tono tranquilo, tratando de guardar la calma —¿Sabías que esta habitación esta insonorizada?, si eres tú, creo que podríamos llegar a otra clase de acuerdo.

—Insonorizada... es bueno saberlo...

Entre los muchos jóvenes del imperio no era desconocido el atractivo de Iván Milfiore, quien incluso teniendo tan solo 16 años ya llamaba la atención de todas las jóvenes de su edad en cada región.

Laín quien aún era virgen hasta el día de hoy no sentía incomodidad en perder su virginidad en este día, claro si era con el joven maestro de los Milfiore, incluso si esto no le aseguraba el ingreso a la compañía Blackmore.

—Dime, ¿alguna vez has jugado a la Ruleta de Leiryn?

—Ese es un juego de gánsteres, ¿no?, dos hombres toman un arma de 6 casquillos con una bala, y el primero en acobardarse pierde, ¿no es así?

—Excelente —señala el joven Milfiore quien avienta algo en las manos de la joven.

Al ver el objeto en sus manos, la mirada de Laín palidece, aunque no había visto muchos a la fecha, aquello que tenía entre sus manos era una pistola de barril.

—Qué te parece si jugamos un juego —señala el joven Milfiore.

—¿Quieres jugar... este juego? — Aclama con una mirada pálida.

—¿Algún problema?, no hace mucho dijiste que eras como yo, porque yo estoy ansioso de poder jugar con alguien...

Iván había usado sus palabras en su contra, la joven no se encontraba en posición de echarse para atrás pero el miedo le impide avanzar, no podía evitar sentirse como la pobre presa de un basilisco, atrapada en sus ojos azules mientras lentamente le extirpa el aire de los pulmones.

—¿Entonces...?

—Si jugare...

—Excelente, entonces ya que conoces las reglas, hagamos una apuesta, si me acobardo primero, te ayudare a entrar a la compañía, en cambio si tú te retiras primero, enterraras todos los documentos que me implican con Blackmore.