Capítulo 7: El Valle del Eco Brillante

Lyra y Orion se adentraron en el Valle del Eco Brillante, un lugar que parecía sacado de un sueño. Las colinas estaban cubiertas de flores luminescentes que resonaban con suaves melodías cada vez que el viento las acariciaba. A medida que avanzaban, la música envolvía sus corazones, llenándolos de esperanza y emoción.

“Es hermoso aquí”, murmuró Lyra, dejando que la brisa suave jugara con su cabello. “Nunca había visto algo así”.

Orion sonrió, sintiendo que cada nota musical era un eco de sus propios latidos. “Este lugar tiene una magia especial. Tal vez el maestro de la música esté cerca”.

Mientras caminaban, comenzaron a escuchar una melodía más fuerte, un canto armonioso que parecía guiarlos. Siguiendo el sonido, llegaron a un claro donde un anciano de cabello blanco y ojos profundos tocaba un instrumento hecho de cristal. Su música resonaba en todo el valle, creando una atmósfera de paz y alegría.

“Bienvenidos, jóvenes guardianes”, dijo el anciano al verlos. “Soy Eldrin, el maestro de la música. He estado esperando vuestra llegada”.

“¿Cómo lo sabías?” preguntó Lyra, sorprendida.

“Los ecos de vuestro viaje han llegado hasta aquí”, respondió Eldrin con una sonrisa sabia. “El poder del amor y la valentía siempre resuena en este mundo”.

Orion dio un paso adelante. “Venimos en busca de aliados para enfrentar la sombra que amenaza nuestra tierra. ¿Podrías ayudarnos?”

Eldrin asintió solemnemente. “La música es una poderosa herramienta en la lucha contra la oscuridad. Pero primero debéis aprender a unir vuestras voces y corazones”.

Durante los siguientes días, Eldrin enseñó a Lyra y Orion a tocar instrumentos mágicos y a cantar melodías antiguas que despertaban los poderes ocultos dentro de ellos. Cada nota les fortalecía y les acercaba más como amigos y aliados en su misión.

A medida que se sumergían en la música, Lyra comenzó a notar cómo su conexión con Orion crecía más allá de lo platónico. Había algo especial en los momentos compartidos, en las miradas furtivas y las sonrisas cómplices.

-------