Capítulo 29: Preparativos y Sueños

Los días se convirtieron en semanas, y el hogar de Lyra y Orion se llenó de una energía nueva. La noticia del embarazo había traído una oleada de alegría a su círculo de amigos, y cada uno de ellos quería contribuir a esta nueva aventura.

Mara, entusiasmada con la idea de ser tía, tomó la iniciativa para organizar el baby shower. “¡Necesitamos celebrar esto a lo grande!” decía mientras planeaba cada detalle. “Desde los juegos hasta la decoración, quiero que sea un día inolvidable”.

Lyra, aunque un poco abrumada por los preparativos, no podía evitar sonreír ante la energía desbordante de su amiga. “Está bien, pero no quiero que sea demasiado exagerado”, le respondió entre risas. “Solo quiero que sea un momento especial con nuestros amigos más cercanos”.

Mientras tanto, Orion se dedicaba a construir una cuna hecha a mano. Había encontrado planos en línea y estaba decidido a hacer algo único para su futuro hijo o hija. “Es un regalo que quiero darle”, decía mientras lijaba la madera con cuidado. “Quiero que cada vez que duerma en ella sienta el amor que pusimos en este hogar”.

La casa comenzó a transformarse poco a poco en un espacio acogedor y lleno de vida. Cada rincón reflejaba sus sueños y aspiraciones como nuevos padres. En el jardín, Lyra plantó flores que simbolizaban el crecimiento y la esperanza; quería que su hijo o hija creciera rodeado de belleza natural.

El día del baby shower llegó rápidamente. La casa estaba decorada con globos de colores suaves y guirnaldas hechas a mano por Mara. Los amigos llegaron uno a uno, trayendo regalos llenos de amor: ropita pequeña, juguetes suaves y libros para bebés.

“¡Mira esto!”, exclamó Mateo al entregarle un libro ilustrado. “Es uno de mis favoritos cuando era niño. Espero que tu pequeño también lo disfrute”.

Lyra sonrió mientras acariciaba su pancita. “Gracias, Mateo. ¡No puedo esperar para leerlo!”

El ambiente estaba lleno de risas y juegos divertidos. Uno de los momentos más memorables fue cuando hicieron una competencia para adivinar el tamaño de la barriga de Lyra usando hilo. Todos se reían mientras trataban de medirla con sus propias estimaciones.

“Esto es más difícil de lo que parece”, dijo Elena mientras cortaba un trozo de hilo demasiado largo, provocando las risas generales.

A medida que avanzaba la celebración, Lyra sintió una oleada de gratitud al mirar a su alrededor. Sus amigos estaban allí, apoyándola y celebrando esta nueva etapa en su vida.

Cuando llegó el momento de abrir los regalos, cada uno era recibido con abrazos y agradecimientos sinceros. Entre los obsequios había una manta tejida a mano por Elena, llena de colores cálidos y suaves texturas.

“Esta será perfecta para las noches frías”, dijo Lyra con lágrimas en los ojos al recibirla.

Al finalizar el día, todos se sentaron en el jardín bajo las estrellas, compartiendo anécdotas sobre sus propias infancias y sueños para el futuro del bebé. Orion tomó la mano de Lyra y sonrió al ver cómo todos estaban tan emocionados por lo que estaba por venir.

“Estoy tan agradecido por tenerlos a todos en nuestras vidas”, dijo Orion mirando a sus amigos. “Este bebé no solo será nuestro; será parte de todos ustedes también”.

Lyra asintió con una sonrisa radiante. Sabía que no solo estaban construyendo un hogar físico; estaban formando una comunidad amorosa que apoyaría a su familia en cada paso del camino.

A medida que las risas comenzaron a desvanecerse y las luces del jardín parpadeaban suavemente, Lyra miró hacia Orion con una mezcla de amor y emoción. Estaban listos para enfrentar cualquier desafío juntos, sabiendo que tenían un hogar lleno de amor esperando al nuevo miembro de su familia.

Con el corazón lleno de esperanza y sueños compartidos, Lyra se dio cuenta de que este era solo el comienzo de una hermosa aventura.

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