Capítulo 16: El Regreso a Casa

El viento soplaba suavemente mientras Lyra y Orion caminaban juntos hacia el pueblo. El cielo, ahora despejado, reflejaba la luz del sol que parecía celebrar la victoria de los Guerreros de la Luz. A medida que se acercaban, el bullicio del pueblo se hacía más notorio; risas y gritos de alegría resonaban en el aire.

“¿Estás lista?” preguntó Orion, tomando la mano de Lyra con un gesto reconfortante.

“Listísima”, respondió ella, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo por reencontrarse con su familia después de todo lo que habían vivido.

Al entrar al pueblo, fueron recibidos por un mar de sonrisas y abrazos. Los habitantes habían estado esperando noticias, y cuando vieron a Lyra y Orion, estallaron en vítores. La noticia de su victoria se había esparcido rápidamente, llenando a todos de esperanza.

“¡Lyra! ¡Orion!” gritó su madre mientras corría hacia ellos. Con lágrimas en los ojos, la abrazó fuertemente. “Estaba tan preocupada por ti”.

“Lo sé, mamá. Pero ya estamos aquí y todo ha salido bien”, dijo Lyra con una sonrisa radiante.

A su alrededor, amigos y familiares se acercaban para felicitarles. Las historias sobre la batalla comenzaron a circular; todos querían saber cómo habían enfrentado al líder oscuro y logrado salir victoriosos.

Orion, sintiéndose un poco abrumado por la atención, sonrió tímidamente mientras escuchaba a los aldeanos relatar sus hazañas heroicas. Pero lo que más le importaba era ver a Lyra feliz y rodeada de amor.

En medio de toda la celebración, Lyra decidió que era el momento perfecto para presentar a Orion formalmente como su novio. Con una pequeña sonrisa traviesa, tomó su mano y lo llevó a un rincón más tranquilo del pueblo.

“Orion”, comenzó ella, “hay algo que quiero que todos sepan”.

Él la miró curioso. “¿Qué es?”

Lyra respiró hondo antes de hablar. “Quiero presentarte como mi novio. No solo como mi compañero en la batalla, sino como alguien muy especial para mí”.

Orion sonrió ampliamente mientras sus mejillas se sonrojaban ligeramente. “¿Estás segura? ¿No crees que esto podría ser demasiado pronto?”

“Para nada”, respondió ella con confianza. “Eres parte de mi vida ahora, y quiero que todos lo sepan”.

Con una mezcla de emoción y nerviosismo, regresaron al centro del pueblo donde sus familiares estaban organizando una celebración en honor a los guerreros. Al llegar, Lyra pidió atención levantando las manos.

“Quiero presentarles a alguien muy especial”, dijo con voz fuerte para que todos pudieran escuchar. “Este es Orion, mi novio y compañero en esta batalla por nuestra libertad”.

Hubo un momento de silencio antes de que estallaran en aplausos y vítores. La gente comenzó a acercarse para felicitarles mientras sonrisas radiantes llenaban el ambiente.

“¡Felicidades!” gritó uno de sus amigos más cercanos mientras le daba una palmadita en la espalda a Orion. “¡Bienvenido a la familia!”

La alegría del reencuentro fue abrumadora; cada abrazo y palabra alentadora reforzaba el vínculo entre ellos. Lyra sintió que su corazón se llenaba de amor y gratitud por tener a Orion a su lado y por haber regresado a casa sana y salva.

La celebración continuó con música, baile y comida deliciosa. Los aldeanos compartieron historias sobre cómo habían mantenido viva la esperanza mientras ellos luchaban en la batalla. Lyra se sintió orgullosa al ver cómo toda la comunidad había permanecido unida.

Bailando junto a Orion bajo las luces parpadeantes del atardecer, Lyra supo que este era solo el comienzo de una nueva aventura juntos. Con cada paso en el baile, reafirmaron su compromiso mutuo no solo como guerreros sino como pareja dispuesta a enfrentar cualquier desafío que viniera.

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