Epílogo

El corazón roto iría sanando o eso es lo que dicen.

Raven Wilson sabía perfectamente que su corazón latía solo por una persona en este mundo, pero era tiempo de darse una nueva oportunidad de amar... amar a alguien que si la amaba, o eso ella pensaba.

Nicholas Parrish sabía que no había otra dueña de su corazón más que la chica que le robaba suspiros, pero era tiempo de dejarla ir, la había perdido por sus acciones, o eso él pensaba.

Raven estaba perdida, en un gran laberinto sin salida, estaba espantada de no poder salir nunca, porque lo que tenía que hacer para salir es saber el verdadero significado del amor, cosa que Raven aún no descubría.

Nicholas por su parte estaba en un mar sin fondo, tratando de poder llegar a la costa. Por más que nadaba sentía no poder lograrlo, estaba cansado, pero él no se rendiría, lo que no sabía es que tenía que descubrir el significado de las personas, porque Nicholas no conocía la importancia de lo que estaba perdiendo.

Dos corazones latientes se estaban lastimando, pero ninguno de ellos lo sabía, ambos sentían una fuerte conexión, querían ocultarla, pero eso no funcionaba y nunca funcionara. La vida es dura y se volverá aún más difícil, porque no todas la historias de amor terminan en un vivieron felices para siempre, algunas terminan con un se amaban, pero jamás terminaron juntos, otras simplemente terminan con un adiós.