Capítulo 20: El Legado de Silver Creek

Los días pasaron, y con ellos, la vida en Silver Creek comenzó a recuperar su ritmo. Los pobladores trabajaban juntos para reparar los daños, y aunque las cicatrices de la batalla seguían presentes, el pueblo ahora tenía una renovada sensación de unidad y determinación.

Abigail se encontraba en la oficina del sheriff, revisando los registros de la gente que aún quedaba en el pueblo. Luther entró, con su acostumbrada expresión seria.

—Maddox tenía contactos en otros territorios —dijo, cruzando los brazos—. No pasará mucho tiempo antes de que alguien venga a reclamar lo que dejó atrás.

Abigail lo miró con firmeza.
—Entonces nos aseguraremos de que Silver Creek pueda defenderse. No volveremos a ser presa fácil.

Luther asintió, satisfecho con su respuesta.
—Me quedaré un tiempo más. No me gusta dejar asuntos a medias.

Victor, que estaba apoyado contra el escritorio, sonrió.
—Vaya, Luther, casi pareces un hombre de principios.

Luther rodó los ojos y salió de la oficina sin más palabras.

Abigail y Victor compartieron una mirada antes de reír suavemente.

—¿Y tú? —preguntó Abigail—. ¿También planeas quedarte?

Victor hizo girar su sombrero entre las manos.
—No suelo echar raíces… pero este pueblo tiene algo especial.

—Sí —dijo Abigail, mirando por la ventana—. Lo tiene.

Esa noche, el pueblo se reunió en la plaza. Había música, risas y una sensación de alivio. Silver Creek había resistido, y ahora, había razones para celebrar.

Caleb se acercó a Abigail con dos vasos de whisky.
—Por la victoria.

Ella tomó el vaso y lo chocó contra el suyo.
—Por el futuro.

Aidan, sentado en los escalones de la iglesia, los observaba con una sonrisa tranquila.

Luther y sus hombres bebían en un rincón, mientras Victor se integraba a la música con su carismática presencia.

Por primera vez en mucho tiempo, Silver Creek tenía paz.

Abigail miró a su alrededor, sintiendo el peso de todo lo que habían pasado. Este pueblo había sido su hogar, su lucha, su responsabilidad.

Y ahora, era su legado.

¡Hemos llegado al final de la historia! Gracias por acompañarme en este viaje por Silver Creek. ¿Qué les pareció el desenlace? ¡Los leo en los comentarios!