XIV. Un vídeo.

Presentía que hoy sería un maravilloso día. Al levantarme de la cama, me ducho y hago la misma rutina de siempre.

Tuve que ir caminando a la escuela, ya que Aye no podía pasar a buscarme y tuve que ir sola, porque Chloé estaba en lo de su tía y la llevaba ella.

El sol hoy está lindo y me brinda un poco más de calor que los últimos días. Cuando llegó a la escuela, todos me señalan y se rien a mis espaldas.

¿Que rayos sucede?, ¿Qué tan feo estaba mi outfit?

Decido no prestar atención y seguir caminando, pero no lo hago por mucho tiempo, ya que Chloé, viene corriendo hacia mi.

—Hol...

—¿Ya viste el video? —me corta ella repentinamente, luce nerviosa y molesta—. Daph, ¿Lo viste?

—¿Que vídeo? —pregunto confundida.

No había prendido mi celular en toda la mañana y en ese mismo momento, me arrepentí de hacerlo. Encendi mi celular y vi varias notificaciónes, todas decian lo mismo:

"Pero que lindo gimes".

"Ven para acá, que te lo puedo hacer mejor".

"¿Cuanto cobras, preciosa?"

Comentarios horribles, solicitudes de la redes sociales, decido afrontar todo y ver el video.

Es de mi y Alex teniendo sexo en su habitación. El muy imbecil lo firmó. Las lágrimas se aproximan a mis ojos, pero las limpio, levanto la cabeza para ver a Chloé, que me mira preocupada.

—¿Quieres ir al baño? —no puedo responder.

Tengo un nudo en la garganta, si hablo, lloro y si doy un paso mas, me desmayo. No puedo respirar... Solo quiero llorar y arruinar a Alex.

Ya nos estamos yendo al baño, cuando Aye viene hacia nosotras.

—Vengan—me agarra de la mano y Chloé viene atrás, nos metemos en el clóset del conserje y ahí mismo, frente a mis mejores amigas, me quiebro.

Es mi último año, el baile de graduación y todo eso, debería ser el mejor, ¿Por que no lo siento asi?, ¿Por que siento que justo ahora el mundo, mi mundo, se estaba viniendo abajo?. ¿Era por que aún no olvidaba a Connor y aún lo extrañaba?, ¿Por que?

No tenía ninguna respuesta. Sabía que llorar no iba a solucionar nada, pero a veces, hay que llorar para desahogarse. Yo no lo hacía hace bastante tiempo.

Sentada en el suelo frío del clóset, abrazando mis rodillas, llorando por lo que siempre me guardaba y sin poder coger aire, sentiría que me moriría, pero no era así, porque estaban ellas ahí, abrazandome, cuidandome y protegiendome.

Porque después de todo, en esta vida, todos piensan que están solos, pero a veces, tienes que encontrar a las personas correctas y ahí vas a saber, que nunca más vas a estar solo.

Yo tuve suerte, las encontre hace mucho, por eso nunca me senti sola, o si lo hacía era porque ellas no estaban ahí conmigo, pero siempre lo estuvieron.

—Juro que arruinare su vida Daph, no me importa lo que me digas, haré lo posible para que ese hombre deje de ser el perfecto chico—dice Aye haciendo que saque una sonrisa, pero triste, una sonrisa partida—. El muy imbecil va a pensar que se va a salir con la suya y claro que no.

Muchas personas dicen que puedes sonreír con los ojos, esa expresión se refiere a mostrar tu alegría en tus ojos, yo una vez lo demostré, pero ahora sólo los veías apagados, tristes y avergonzados.

Porque eso fue lo que me provocó Alex, muchas emociones pero siempre las peores.