Capítulo 10

—¿Dónde rayos estabas? —Marva miró a Keitha quien se ataba el cabello en una coleta alta, no le presto atención en lo absoluto, estaba sumida en sus propios pensamientos, había dormido toda la noche y desde que cerró los ojos ,Tyr Edwards apareció en sus sueños, hasta que despertó. 

¿Acaso él era el amor que tanto había esperado? Cuando conoció a Ángelus su mundo se volvió patas arriba, para ella, él iba a ser el amor de su vida, lo había pensado así, pero anoche todo fue diferente, Tyr Edwards la había trastornado, la primer noche de ausencia de Ángelus lo había extrañado, miró varias veces la ventana porque deseaba verlo ahi revisando alrededor para mantenerla a salvo, pero anoche no pensó en él, regresó a casa, se dio una ducha y al subir a su cama antes de quedarse dormida pensó en Tyr Edwards.

—¿No respondes? —Keitha miró a Marva, colgó su mochila en su hombro.

—Durmiendo, supongo estas regresando de la fiesta —Marva sonrió, la verdad había disfrutado toda la noche, además de alimentarse de energía sexual, había disfrutado de la noche con los hombres con los que estuvo, no prestó atención al número de ellos, pero el último había sido cuando salió el sol.

—Veo que estas bien—recorrió de la cabeza a los pies a Keitha e hizo un gesto de reproche por la ropa que llevaba —Iré a dormir —miró alrededor y luego a la ventana donde miró que el sol estaba en lo alto —Estarás bien, nadie saldrá a hacerte daño en el día.

Sin despedirse se marchó, Keitha pensó una vez más que Marva no era en lo absoluto una buena guardiana, se encogió de hombros y salió de su habitación, las mariposas revoletearon en su interior al pensar que a las tres de la tarde volvería a ver a Tyr Edwards.

Su madre le dio un beso de despedida, luego acarició su cabello.

—El paraíso se acabó —la miró sin entender —Hace dos noches volvió el insomnio —abrió más los ojos y recordó que Ángelus enviaba a dormir a su madre todss las noches, él era considerado, su hermana no lo era.

—Lo siento mamá —tomo su mano entre las suyas —Bebe tus pastillas para dormir, debes descansar, no creo puedas conciliar el sueño esta noche sin la pastillas.

Ángelus no estaba y con Marva su madre no podría dormir.

Al llegar a la universidad, una malhumorada Eugina la espera junto a la puerta de su salón de clases.

—¿De dónde rayos salio esa mujer? —su amiga por lo general era una mujer dulce y tranquila, pero esta mañana parecía un oso enjaulado.

—Te dije que es hermana de Ángelus —Eugina sujetó su brazo furiosa.

—Nunca más la traigas a alguna fiesta, actividad donde este yo.

—¿Qué pasó? ¿Te hizo algo?

—Se acostó con Mo —las lágrimas salieron sin control.

—¿Qué? Pero Mo no haría eso.

—También lo creí, pero me engaño —se dejó caer en el suelo, llevo sus manos a los lados de su cabeza, mientras lloraba.

—Puede ser un mal entendido —Eugina levantó la mirada aguada.

—Tenía todo el cuello con chupetes y cerca de su miembro, lo dejó con muchos chupetes —Keitha abrió más los ojos asustada, Marva se había alimentado de Mo ¿como rayos Ángelus había puesto Arkridge en manos de una chupasangre?

—Quizás es otra cosa Eugina —furiosa saca su móvil y busca algo en su galería, lo levanta hacia sus ojos cuando el video comenzó a reproducirse, Mo estaba encima de ella, ambos desnudos, vio a Jakob totalmente desnudo mientras Marva llevaba su miembro a su boca, lo apartó de su vista —¿Tú lo grabaste?

—No, me lo envió la hija del panadero, su esposo también estuvo con esa ¡zorra! Al parecer se dio un festín con todos los hombres del pueblo.

No respondió, desconocía el apetito sexual de un vampiro, pero al parecer Marva no se saciaba con un solo hombre, pensó que todo había sido un malentendido y solo había chupado su sangre, pero él video mostraba lo contrario, ella se acostó con Mo y Jakob... menos mal no tenia una relación con él, porque estaría destruida como su amiga...un pensamiento vino a su mente ¿Tyr Edwards se habría topado con Marva? Una punzada de celos se instalo en su corazón.

No entraron a clases, Eugina no paraba de llorar, la consolo lo más que pudo, pensó que no iría a su cita con Tyr, no podía dejarla sola, pero un Mo avergonzado y arrepentido hizo su aparición a las dos de la tarde, la convenció de que hablaran. Los vio marcharse, ella corrió al baño a retocar su peinado, y a ver el estado de su blusa, su amiga la había llenado de mocos, suspiró, tendría que ir rápidamente a la tienda por una blusa.

Escogió lo primero que vio, se lo puso y lo pago, odiaba la impuntualidad, faltando ocho minutos para las tres, entro en la heladería, miró alrededor y sonrió al ver a Tyr sentado, un punto más a su favor, él era como ella, respetaba a su invitado llegando temprano, se puso de pie cuando la vio llegar, apartó la silla y la ayudo a sentarse, otro punto a su favor, era un caballero.

Hicieron su pedido, Keitha se sentía en las nubes, ante ella estaba un hombre que tenía muchas de las cualidades que ella buscaba en un hombre... él debía ser el indicado.

*****

—¿Quieres despertar a Caín? —Ángelus miró furioso al general —¿Sabes lo que pasaría si Caín no duerme lo suficiente?

El General en ningún momento baja la mirada o parpadea.

—¿Crees que me importa el mundo humano? Quiero proteger a Padre.

—Ni siquiera tú estarías a salvo si Caín despierta antes de su tiempo, él es peligroso, ya la humanidad estuvo a punto de desaparecer en manos de Caín hace cien años, lo atribuyeron a una peste, pero todos sabemos que Cain los mató, nuestra gente también pereció.

El General sonríe con ironía

—Padre puede morir.

—Nadie conoce la morada de Caín, ni siquiera nosotros.

—Dormido es vulnerable, la segunda generación puede acabar con él, es preferible que se pierdan humanos y parte de nuestro clan, pero Padre estará vivo.

—Dije que no despertaremos a Padre y no lo digo como parte de los Caballeros de la noche, lo digo como el hijo directo de Caín, en mi posición de Príncipe.