Capítulo 25

—¿Quién me puede convertir? 

Deeanna sujeta la mano de Keitha.

—Cualquiera de nosotros, Ángelus, pero... —se asoma por la ventana y luego baja la cabeza —Esperemos que ganen... —guarda silencio, mira a Zlatica y luego a Keitha —Uno de los de Caín a entrado, Zlatica lo detendrá, pero no tenemos mucho tiempo... no pueden atraparte completamente humana.

Keitha cierra los ojos por un momento al abrirlos, ve como el hombre que las acompaña está peleando con uno más fuerte que él.

—¡Hazlo! —grita a Deeanna, ella asiente y rápidamente pone su cabeza de costado, abre mas los ojos como plato y luego saca sus colmillos, se pega del cuello de Keitha, mientras sus ojos se vuelven totalmente oscuros, despliega el parásito que convertirá a Keitha en uno de ellos, siente el cuerpo de ella desvanecerse en sus brazos, al apartarse, la ve a los ojos.

—Pude escuchar otro latido de corazón —Keitha estaba débil en sus brazos —Estás embarazada —Keitha la mira sorprendida —El primer bebé de la primer generación después de más de cien años, si no te convertia tu cuerpo humano sería devorado por tu hijo vampiro, un príncipe directo de la línea de Caín.

Keitha cerró los ojos, cayendo en un sueño profundo, ella no vio como otro vampiro habia entrado mientras Zlatica luchaba con uno, sujetaba a Deeanna con una fuerza desmedida tumbandola al otro lado de la habitación, sujetó a Keitha, la echó en su hombro, mientras desplegaba unas alas grandes, fuertes, salió por donde entró, arriba de la casa con una gran sonrisa de burla, vio a los protectores de la humana en una lucha encarnizada, peleando por ella, no se enteraron que él llegó por otro lado, y fue tan fácil sacar a la humana, la que volvería rey a su amo.

—¡Algo le pasa a Deeanna, no logró comunicarme con ella!—Islay derriba a un vampiro, uno de su misma generación, pero en este momento era su enemigo.

Con la rapidez de la luz se mueve a la tienda de víveres, derriba de un golpe certero al vampiro que tiene en el suelo al empleado de Nikolett que estaba cuidando a las mujeres, con su mirada y olfato busca a su esposa, corre al ver su cuerpo inerte.

La voltea y se da cuenta que esta desmayada.

—Deeanna —susurra, mientras acaricia su rostro, ella abre los ojos y mira a Islay.

—Se llevó a Keitha —Islay cierra los ojos, ella había caído en manos de Caín —No pude detenerlo.

—Te llevaré a casa —la toma entre sus brazos.

—¡No! Debemos ir por Keitha.

—Te quedarás en casa, yo iré por Keitha —Deeanna niega, pero había algo entre los esposos, por eso muchos de los vampiros habían optado por no casarse más, si uno de ellos daba una orden, aunque quisieran negarse no podían, su cuerpo, cerebro, se programaban para obedecer a su pareja.

Deeanna apretó las manos volviendolas un puño, no podría seguirlos para salvar a Keitha.

La puerta se abre, Ángelus entra rápidamente.

—¡¿Dónde está?!— mira hacia todos lados.

—Se la llevaron —susurra Deeanna.

Ángelus palidece, ella había caído en manos de Caín, se deja caer de rodillas, no podía perder a su mujer.

—La convertí —susurra Deeanna mientras se está poniendo de pie, Nikolett mira a su hija, en lo que está entrando a la tienda de víveres —Cuando llegue donde Caín el proceso de conversión habrá terminado, y tú hijo podrá crecer seguro en el vientre de una mujer vampiro.

—¿Hijo? —los hombres se miraron a los ojos, Ángelus frunce el ceño —Keitha ¿está embarazada? No he escuchado otro latido en su cuerpo.

—Créeme que lo está.

—La vida de Keitha corre peligro, conozco a padre, estará furioso al saber que Keitha es vampiro y encima está embarazada de su hijo traidor —Islay pasa su brazo por la cintura de Deeanna.

—Iremos por ella —Nikolett suspira profundamente —No puedo creer que ella lleva un hijo tuyo —mira a Ángelus, mientras aprieta con fuerza sus manos —¡Ella era la elegida para ser mi reina!.—trono furioso.

—¡Padre! —Deeanna lo llama molesta —¡Tú elegiste a otra mujer por encima de Keitha y esta esperando un hijo tuyo!

Nikolett se sentía como un León enjaulado, estaba furioso, no podia creer que la mujer de la que se enamoró en cuanto vio iba a darle un hijo a Ángelus.

—Iré por mi mujer y mi hijo —Ángelus camino hacia la puerta.

—¡No irás solo! No permitiré que Caín le haga daño a Keitha.

—¿Qué está pasando aquí? —Marva se detiene en la puerta, sus ojos se detienen en Nikolett, desde el día que terminaron no lo había vuelto a ver, hace un par de siglos, él estaba más maduro, más guapo, más serio, uso todo su control para no parecer una muchachita ante él.

—¿Qué haces aquí? Estás cuidando a la madre de Keitha.

—La traje conmigo, he descubierto algo, que realmente no te lo vas a creer.

—Lo dices luego, debo ir por Keitha, Caín la atrapó.

Ángelus sigue su camino.

—Keitha Powell es hija de Abel —grita Marva, Ángelus se detiene, luego se gira lentamente hacia su hermana, el silencio se ha instalado en la tienda.

—¿Es una broma Marva?—Islay pega más a su esposa en su costado—Keitha es cien por ciento humano, bueno, antes de la conversión.

—Abel tiene dos hijas —Ángelus frunce el ceño.

—¿Estás hablando de ese maldito psicópata?—pregunta Islay.

—¿De quién más? Nuestra raza es compleja, puedes dar hijos totalmente humanos, por lo que veo.

Nikolett había estado en silencio, miró a la mujer que amó con todo su ser, la que quiso como madre de sus hijos, pero ella le había dado la espalda. Estaba cambiada, más madura, más elegante, pero con una mirada fría.

—No había escuchado acerca de eso —responde Nikolett —¿Quién es la otra hija de Abel?

—No lo sé —Marva se encoge de hombros —Con la hija de Abel que tenemos contacto es con Keitha, la madre de ella no sabe quién era la otra mujer con la que estaba Abel, pero si sabe que son de la misma edad las dos niñas.

—Si Keitha tiene genes de vámpiro, la conversión puede ser...