Capítulo 6: Sombras en la Corte

El eco de los pasos de Isabella resonaba en los pasillos de piedra del castillo. Las palabras de Gabriel seguían atormentándola. Una rebelión en el norte, nobles descontentos, amenazas ocultas… ¿qué tan peligrosa era realmente esta boda?

Cuando llegó a la biblioteca, su madre, la reina Elena, estaba sentada junto a una ventana, hojeando un pergamino con expresión pensativa.

—Madre —Isabella se acercó con cautela—. Necesito respuestas.

La reina levantó la mirada y suspiró.

—Sé lo que vas a preguntar.

—Entonces dime la verdad. ¿Es cierto que hay una conspiración contra la corona?

Elena cerró el pergamino y se frotó las sienes con delicadeza.

—Aldebryn siempre ha sido fuerte, pero la guerra ha dejado heridas. Algunos nobles creen que tu padre ha otorgado demasiado poder a Gabriel. No confían en un hombre que no pertenece a las antiguas casas de la nobleza.

Isabella sintió que su ira aumentaba.

—¿Y por eso podrían intentar sabotear la boda?

La reina la miró con tristeza.

—Podrían intentar algo peor.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Isabella. Gabriel no había exagerado.

—Si esto es tan peligroso, ¿por qué seguimos adelante con la boda?

—Porque si no lo hacemos, será peor. —La voz de Elena fue firme—. Si la corona duda, si muestra debilidad, los enemigos actuarán.

Isabella sintió un nudo en la garganta. Toda su vida había luchado contra el destino impuesto por su padre. Pero ahora entendía que este matrimonio no solo era una obligación… era un escudo.

Si querían sobrevivir a lo que se avecinaba, tendría que hacer algo que nunca pensó posible.

Tendría que confiar en Gabriel.