Capítulo 16: Perseguida en la Oscuridad

El corazón de Isabella latía con fuerza mientras Lord Reynald y Lady Vivienne la miraban fijamente. Los había descubierto… y ellos lo sabían.

—¡Atrápenla! —susurró Reynald con furia.

Sin pensarlo, Isabella giró sobre sus talones y corrió por los pasillos oscuros del castillo. Escuchó los pasos apresurados detrás de ella y supo que si la alcanzaban, no viviría para contar lo que había oído.

Las antorchas iluminaban apenas su camino mientras tomaba giros bruscos, tratando de perderlos. Necesitaba llegar hasta Gabriel.

Pero cuando dobló una esquina, un par de brazos fuertes la sujetaron por la cintura. Isabella ahogó un grito y se debatió con todas sus fuerzas, pero una voz familiar la calmó.

—Tranquila, soy yo.

Gabriel.

Al reconocerlo, Isabella dejó de forcejear. Él la soltó apenas lo suficiente para mirarla a los ojos.

—¿Qué ha pasado? —preguntó con urgencia.

—Reynald y Vivienne —susurró Isabella—. Son ellos. Estaban hablando de su intento fallido y planeaban otra forma de eliminarte.

Los ojos de Gabriel brillaron con furia contenida.

—¿Estás segura?

—Los escuché con mis propios oídos. Pero ellos me vieron… y ahora saben que los descubrí.

Gabriel apretó la mandíbula. No podían dejar que los traidores tomaran la ventaja.

—Entonces no podemos esperar más. Esta misma noche, los haremos caer.

Isabella asintió, aún con el aliento agitado. Sabía que lo que estaban por hacer cambiaría el destino del reino… y el suyo propio.