8.Viernes

Viernes, hoy es viernes y todo está listo.

Hay vejigas en las piscinas, le entré luces de neón antes de inflarlos. En la mesa del DJ hay luces de neón en forma de aros, en una esquina del patio hay una mesa larga llena de comida chatarra y bebidas alcohólicas, le pedí a la tarada de Nathalie que consiguiera la bebida. Hay cuatro bocinas en cada esquina del patio, en fin, la fiesta es de Neón, le pedí al idiota que les dijera a los invitados que era de neón, aquí afuera todo está oscuro y las luces de neón brillan con más intensidad.

—Evangeline—escucho la voz de Nathalie. Ruedo los ojos antes de girarme con una sonrisa en la cara.

— ¿Si hermanita?—le he dicho toda la semana así, al principio le era complicado escucharme decirle así, luego se fue acostumbrando y empezó a llamarme así también, aunque algunas veces me llamaba por mi nombre.

— ¿Ya está todo listo para llamar a Trevoll?

— ¡Sí!—respondo— ¿No está cool?—digo.

—Súper cool—dice mirando las decoraciones.

—Bueno, iré a ponerme mi traje de baño—digo caminando devuelta a la casa.

—Ok.

Subo a mi habitación, me doy una rápida ducha, salgo del baño y veo mi traje de baño encima de mi cama.

Es rojo con blanco, un brasier strapless blanco y el panti es rojo con tiras que llegan a mis hombros, me miro en el espejo, el traje de baño me asienta bien, pega con mi color de cabello y todo. Me hace ver un estupendo cuerpo y un buen trasero el cual le doy unas palmadas.

Eso querida, que buen trasero tienes. Escucho una notificación en mi teléfono.

Voy a él y lo desconecto del cargador y lo enciendo.

Trevoll: Oye cereza ya Nathalie me dijo que está todo listo, ya salgo para allá.

PD: Alejandro puso en Instagram que iba a una fiesta en tu casa, así que creo que irán todos del Instituto☹️😀.

Bingo, era justo lo que quería.

Salgo de mi habitación, camino por el largo pasillo y bajo los escalones hasta llegar a la Sala de estar donde está la estúpida.

—¡Oh Dios mío!—dice acercándose a mí con su teléfono—¡Mira! ¡El príncipe Luchian Mikaelson está con lady Isabella Morrinton en una cita el miércoles!—dice enseñándome una foto del príncipe y una chica caminando agarrados de manos en un parque.

— ¿Y qué con eso?—pregunto levantando una ceja.

— ¿Y qué con eso? ¡No vez que esa arpía está saliendo con mi príncipe!

—Olvidaba tu obsesión con el principito ese...

—Ese principito va a ser tu Rey muy pronto, y yo seré su Reina—dice mirando al techo suspirando con ese aire soñador que se le mete cuando habla del príncipe Mikaelson.v

—Suerte con eso—digo riendo comenzando a caminar hacia el patio— ¿Quieres por favor recibir a los invitados?, llegarán pronto.

Salgo al patio y me acercó a la orilla de la piscina, me quito la toalla y la dobló y la pongo al lado de mis pies.

Pero antes de entrar a la piscina me preparó una bebida, gracias a los cielos mi querida hermanastra consiguió champán y de la buena, tomó la botella y dos copas, no sé quién pueda acompañarme en la piscina esta noche.

Me giro y comienzo a caminar hacia la piscina, por suerte arreglaron el calentador de la piscina antes de la fiesta, así que el agua está caliente, empujó algunas vejigas y nade hasta lo profundo de la piscina. Al llegar colocó la botella en la orilla junto con las copas.

Me sirvo un poco y doy un trago, justo ahí suena el timbre.

Escucho algunas voces y unos segundos después el patio comienza a llenarse de personas del Instituto.

El DJ toma su lugar y comienza a sonar la música a todo volumen, Lean on de DJ Snake.

Miro la cara de fascinación de cada uno de mis compañeros, algunos comienzan a saltar a la piscina, otros comienzan a devorar la comida y el alcohol, los demás comienzan a bailar.

A los lejos veo la cara fea de Trevoll, está agarrado de mano con Nathalie mientras bebe de su basó y como siempre, rodeado de sus amiguitos.

Ruedo los ojos ¿es que acaso no tienen vida propia?

Dejó de mirarlos y miro hacia donde está Daniel, mi vecino cuyo chico castaño de ojos cafés se declaró gay hace un año, está acompañado de un chico nuevo para mí. No lo había visto antes, es Rubio de ojos azules casi gris, sería lindo si cambiara su atuendo de mendigo, se limpiará esa ceja que se unen como si fuesen una y usara lentes de contacto que esos lentes feos, o podría cambiarlos, esos lentes son del siglo pasado.

Daniel me sonríe al ver que lo estoy viendo, le devuelvo la sonrisa. Daniel es el único chico con el que más habló en la escuela o más bien el único chico que podría sentarme una tarde entera para charlar. Es un buen chico y me apoyo mucho cuando perdí a mi madre y hermano.

Tomó otro trago de mi champán, esto será una noche larga.

~*~

Son la una de la mañana, la fiesta empezó a las diez y media de la noche.

Ahora hay mucha gente por donde quieras que mires, a la mitad los conozco, pero la otra mitad son totalmente desconocidos para mí. Aún sigo en la piscina, con otra botella de champán que me trajo mi buen amigo Trevoll hace cinco minutos.

Estuvimos hablando mucho de la fiesta y más mierdas que surgieron durante la Conversación y a la conversación se nos unieron su grupito.

—Hola bonita—escucho la voz de Daniel a tras de mí.