Capítulo 20: Duendes del Bosque

Algunos meses pasaron fugazmente y muchas cosas habían cambiado para Káel y su grupo.

Por empezar, Káel ya tenía más de 8 años de edad ahora. Pero debido a su físico sobredesarrollado, parecía tener unos 12 años aproximadamente. Por supuesto que esto era gracias a las extrañas semillas que le había entregado su padre antes.

Debido a que Owen Shan nunca le había dicho el nombre real de estas semillas, Káel las había nombrado en su mente como esteroides mágicos. Pero ya se le habían agotado desde hace tiempo, y no había nada que pudiera hacer al respecto. Su físico paró de desarrollarse, de forma absurda, una vez que dejó de comer estas semillas a diario, y desde entonces se mantenía casi igual.

También había alcanzado cierto nivel de conocimiento en todo lo que respecta a los asuntos del pabellón de aprendices. Y en este momento se preparaba para asaltar el primer desafío y convertirse en un aprendiz de mago del primer círculo.

Káel creía firmemente que podría haberlo hecho antes con facilidad, pero no tuvo la oportunidad debido a que los exámenes para obtenerlos se hacían solo una vez cada 6 meses. Por otro lado, originalmente no le importaba el asunto de los distintos círculos, pero fue recién después de que entendió porque eran tan importantes que se mostró interesado en obtenerlos.

Cada círculo extra le daba ciertos beneficios a un aprendiz. Además, para convertirse en un mago oficial primero se debían obtener los tres círculos. Asimismo, no podría conseguir tres círculos en un mismo semestre; ya que solo se podría obtener uno a la vez, durante las pruebas que se hacían cada 6 meses.

Esto obligaba a todos los aprendices a estar como mínimo durante un año y medio, en este pabellón, antes de poder convertirse en magos oficiales; sin importar que tan talentosos sean.

Pero lo que realmente le interesó a Káel fueron los beneficios extras. Al obtener el primer círculo, un aprendiz de mago obtendría el derecho de entrar en el Salón Azul cuando abriera sus puertas. Este evento era de lo más popular ya que se podría conseguir enormes ganancias en ese lugar. El suceso ocurría siempre una semana antes de los exámenes para obtener círculos. Esto significaba que, si aprobaba el próximo examen y se convertía en un aprendiz del primer círculo, Káel podría entrar al Salón Azul la próxima vez que abriera, dentro de aproximadamente 6 meses.

Otro beneficio era que solo un aprendiz del primer círculo podría tener la posibilidad de ingresar a estudiar a los pisos superiores de la biblioteca. Esto significaba que, sin importar que tan rico seas; si no tenías el poder suficiente para respaldarlo, la academia no te dejaría seguir progresando fácilmente.

Esto era sumamente importante para Káel que, después de varios meses ingresando continuamente a ojear libros en el primer piso, ya había notado que el material interesante allí se le había agotado. Aunque había miles de libros, Káel ya tenía una base muy sólida desde el pabellón de novicios y los libros del primer piso del pabellón de aprendices no eran muy superiores en comparación de los que ya había leído antes. Por lo cual, necesitaba ingresar al segundo piso urgentemente para poder seguir ampliando sus conocimientos. Además, Káel tenía la gran ventaja, con respecto a otros, de que solo necesitaba leer rápidamente un libro en una sola ocasión para poder recordar todo su contenido luego. Esto hacía que su capacidad de aprendizaje sea muchísimo más rápida que la de cualquier otro aprendiz del pabellón.

Con respecto a su economía personal, Káel había estado ahorrando algunos PR todos los días y actualmente contaba con la importante cantidad de 1440 PR totales. Aunque todavía no podría comprarse con los aprendices avanzados del tercer círculo, su fortuna personal era muy grande y superaba holgadamente a cualquiera del primer círculo y a algunos del segundo círculo también.

Esto no era demasiado extraño, tomando en cuenta que había subido el precio que cobraba por sus clases de latín; y ahora cada clase, con sus 10 alumnos, le otorgaba unos 60 PR de ganancia en total. Además, estaban los ingresos extras debido al material de estudio que él mismo creaba.

Aparte de las clases, él también contaba con los ingresos de la creación de nuevas magias. Usando ideas y conocimientos de su anterior mundo, Káel había creado dos ataques combinados nuevos que se sumaban al anterior y que fueron bien pagados por la academia. Sus tres creaciones eran algo populares entre los aprendices y le otorgaban varios PR a diario en calidad de regalías.

Además de los ataques combinados, Káel también creó algunos sellos mágicos nuevos qué a pesar de no ser tan populares, todavía sumaban algo a final del día.

Esto no fue demasiado complicado para él, debido a que los sellos mágicos no eran tan populares como los conjuros y, por ende, no existía tanta cantidad de estos. Así que era un poco más fácil crear sellos nuevos, que no se hayan visto nunca antes, en comparación a otros tipos de magia.

Por otro lado, Káel amaba los sellos y sentía que eran sumamente subestimados por la mayoría de los practicantes de magia de este lugar. Mientras uno tuviera una gran velocidad y coordinación con sus manos, los sellos podrían ser tan rápidos como los conjuros y mucho más difíciles de interpretar por sus rivales. Se podría afirmar que eran la forma ideal para tomar por sorpresa a un oponente, debido a que pocos estudiantes se tomaban el trabajo de estudiarlos.

Káel también descubrió en este tiempo que conocer los fundamentos de la ciencia de su anterior mundo podría ser algo bastante útil en este lugar también. Sobre todo, en lo relacionado a la creación de nuevas magias. Káel descubrió así que el conocimiento científico de la tierra le fue de mucha ayuda a la hora de crear nuevas magias; ya que, a pesar de ser un lugar muy distinto, muchas leyes universales permanecían iguales. En ese momento, agradeció haber sido diligente en sus estudios en su última vida.