Capítulo 33: El Terrible Destino

La oscura y fría noche, acompañada con el cansancio por parte de todos en el grupo, hizo que nadie notara que una pequeña figura se escabulló rápidamente en dirección hacia la Montaña Oscura.

En realidad, Káel también estaba cansado. Pero no totalmente agotado como los demás. Además, la adrenalina que sentía ahora lo impulsaba hacia adelante casi sin pensar.

« Creo que pronto llegaré hasta el pie de la montaña. » pensó Káel, después de caminar durante unos 30 minutos en línea recta.

Se encontraba utilizando, sobre sí mismo, un encantamiento que le mejoraba considerablemente la visión nocturna, llamado Tapetum Lucidum.

Esta bendición le otorgaba la posibilidad de tener una visión similar a la de un felino, al formar un tejido situado detrás de la retina, que actuaba como un espejo que refleja los rayos luminosos, incrementando así la luz disponible para los fotorreceptores y mejorando considerablemente su visión, en condiciones de escasa luminosidad como esta.

Los ojos de Káel tenían un cierto brillo ahora, debido al uso activo de este encantamiento. De vecen cuando, algún pequeño animal nocturno se cruzaba en su camino; pero escapaba rápidamente al notar que Káel avanzaba con decisión y pasos ligeros.

No tardó demasiado en llegar hasta el pie de la Montaña Oscura.

A decir verdad, fue recién ahora cuando comenzó a replantearse su decisión de hacer esto en plena noche. Parecía bastante irracional en este momento y hasta se preguntaba si le estaba sucediendo algo malo a su cerebro para tomar semejante decisión impulsiva.

Llegar hasta aquí había sido lo fácil. Pero el ascenso de esta montaña, en plena noche, sería mucho más desafiante y arriesgado. Además, Káel sabía que subir esta montaña podría tomarle más que solo unas pocas horas. Y su pico se encontraba totalmente nevado, lo cual significaba que las condiciones de ascenso seguramente serían bastante duras.

« ¿En que demonios pensaba al venir hasta aquí en plena noche? ¡Podría morir! » Káel se replanteaba la situación en su mente. Había sido una decisión sumamente ilógica intentar subir semejante montaña por la noche, sin preparación alguna y sin el conocimiento de nadie, que pudiera ayudarlo en caso de sufrir algún percance.

Él no era un ignorante en lo que a montañismo respecta. De hecho, había tenido varias experiencias sobre esto en sus vidas pasadas. Pero, a pesar de esto, estaba planeando subir a la montaña oscura ahora, y sin respetar ninguna de las reglas de oro que conocía sobre el montañismo.

« No tengo un itinerario de viaje, de hecho, ni siquiera conozco si existe algún sendero o camino que me permita ascender más fácilmente. Entonces, solo puedo abrirme camino a la fuerza. Tampoco tengo ropa y calzado acorde a una aventura como esta. No traigo más que una cantimplora de cuero, semillena con agua, y ninguna herramienta de orientación que pueda utilizar. Soy totalmente ignorante sobre el tiempo de ascenso aproximado y desconozco la peligrosidad de las criaturas que habitan en este lugar. Además, nadie sabe que estoy aquí, lo que significa que es imposible que reciba alguna clase de asistencia si me pierdo o me pasa algo tan común como doblarme un tobillo ¿En qué demonios estaba pensando al venir hasta este lugar en plena noche invernal? ¡Mierda! ¡Ni siquiera estoy seguro de porque estoy aquí! ¿Me estaré volviendo loco? » Káel estaba desconcertado y comenzó a pensar seriamente en que podría estar perdiendo la cordura. Tomar decisiones tan absurdas como esta, no era algo que estuviera acostumbrado a hacer.

Por un momento, se sintió como si fuera la presa de un enorme pez rape, que le mostraba un objetivo seductor y atrayente, como el pico de la montaña oscura, mientras los colmillos asesinos se escondían detrás de esta luz a seguir.

Pero, cuando estaba por darse la vuelta y regresar al campamento, el sentimiento de familiaridad y anhelo volvió a invadirlo. Aunque no entendía porque, sabía que realmente debía subir esta montaña ahora. ¿La razón de esto? No lo sabía, pero ya pensaría sobre el asunto luego de llegar a la cima.

Una línea de pensamiento, extremadamente simple, lo invadió con fuerza. Y luego, continuó con su ascenso con firmeza y decisión.

***

Algún tiempo después, cerca de la cumbre de la Montaña Oscura, algunas voces se comunicaban velozmente en idioma ancestral.

“¡Lo estoy bombardeando constantemente con mi magia mental, la cual es amplificada gracias al dispositivo, y a pesar de esto, el sujeto logra resistir los impulsos durante momentos prolongados!”

“Impensable y absurdo ¡Tan solo es un niño, pero ya tiene semejante fuerza mental a su edad! ¡Que monstruosidad!”

“Proviniendo de ti, no sé cómo tomarme esto. Solo me parece curioso que justo tú puedas llamar monstruo a alguien más. De todas formas, es cierto que el humano supera con creces todas mis expectativas previas.”

“Todavía no sabemos si realmente es un humano. Quizás otra cosa se oculta bajo su joven piel.”

“Sin importar lo que sea, este niño podría superar al último Rāgarāja y lograr todas nuestras metas. ¡Su potencial es enorme!”

“¡Pero primero debe ser guiado! Así que no nos adelantemos. ¿Cuántos años han pasado desde el último candidato fiable? ¿100 o 200 años, quizás? Podría convertirse en otra decepción. E, incluso si lo logra, todavía deberá enfrentar a su destino y tener éxito en donde todos los demás fallaron…”

“Muy bien, todos guarden silencio. Él está llegando, así que pronto sabremos la verdad.”

Káel había tenido un ascenso mucho más fácil de lo que pensó originalmente, era casi como si la montaña lo ayudara a subir.

Se tardó solo algunos minutos en encontrar un sendero bastante bien mantenido, que incluso parecía haber sido barrido desde hace poco tiempo; ya que tenía tan solo una pequeña capa de nieve acumulada sobre este.