Chapter Twenty: Atrápame

1

Cuando Wong salió de aquella sala, el niño suspiró y se quedó pensando en que podría hacer. Debían escapar, no planeaba dejar a su reina atrás, ella le era útil aún, sin embargo tenía que ser cauteloso dado que estaban vigilándolo y lo sabía.

El psicólogo se acercó a los oficiales en cuanto salió de allí. Dante estaba un tanto más serio que Philip, en espera de algún veredicto.

-¿Entonces? ¿Abuso o…?

-No -Wong lo cortó de inmediato, negando- No, el niño no muestra señales de haber sido abusado, sin embargo hay algo en su mente que... me intriga. No quisiera apresurar un diagnóstico pero en conclusión con su indiferencia a las preguntas con respecto a su madre...-

-¿Que? ¿Estás diciendo que tiene algo mal en la cabeza? -Philip alzó una ceja.

El asiático hizo una mueca.

-No se puede dar un diagnóstico claro hasta al menos los quince años del individuo pero... Me arriesgaría a pensar que el niño podría ser un psicópata en potencia -

Wells se atragantó con el café que estaba bebiendo mientras lo oía.

-¿Un psicópata? -Cuestionó parpadeando algo sorprendido Turner.

¿Era posible que un chiquillo de esa edad sea capaz de hacer daño como cualquier otro psicópata? ¿Incluso de quitarle la vida a una persona sin remordimiento alguno?

-Sí, es muy posible. Su actitud concuerda con las características de uno. La psicopatía infantil suele ser engañosa pero en él... En él lo veo muy claro.

-¿Crees que él podría ser capaz de matar a alguien? -Soltó Dante.

-¿Asesinar a alguien? -El psicólogo lo observó- No, es decir... habitualmente los niños con este padecimiento posiblemente llegasen a mostrar crueldad hacia los animales, pero me dicen que su mascota estaba en perfectas condiciones y se veía bastante manso con el chico por lo que quizás solo me esté equivocando, pero me gustaría investigarlo un poco más… -

El hombre no tenía ni idea de lo que Oliver era capaz.

-¿Y la chica? -Preguntó de pronto.

-¿Eh? ¿La tutora? Está en la sala de interrogaciones -Respondió Wells.- ¿Quieres probarla también?

El Dr. Wong asintió. Sentía curiosidad al respecto.

2

En la casa, tan solitaria que había quedado sin las dos personas que la ocupaban... o bueno, casi, puesto que había ciertos entes que rondaban, algunos aburridos, pero había tres en específico que se mantenían en la habitación del niño Pritzker.

-Por el maldito infierno, Tucker ya deja de murmurar tanto, estas cansandome -Wally lo volteó a ver, molesto.

El chico del cuello quebrado se encogió en su lugar, mientras que el de cabello largo a su lado, frunció el ceño.

-Déjalo en paz, Wally, sabes que él no es como nosotros -Le defendió, de forma inconsciente, suspiró y acarició el cabello del fantasma a su lado. A veces no comprendía bien porque se comportaba así con él.

-¿Y tú que tanto lo defiendes? Se supone que el menor aquí soy yo, y Tucker está comportándose como un jodido crio asustadizo y llorón -

-Es que... ¿Y si no volvemos a ver a Oliver? -

-Ese mocoso es malditamente escurridizo y manipulador, Tuck, no lograran mantenerlo allá, ya verás que cuando nos demos cuenta habrá regresado con la cabeza de esos tipos en las manos -Argumento Luca, medio bromeando. Medio porque era probable que Oliver se deshiciera de ellos de alguna forma pero ¿quién sabe?

Sin embargo, esta vez Wally se quedó en silencio. Tucker tenía un punto ¿Qué pasaba si no volvían a ver a ese chiquillo molesto? La parte que estaba encariñada de una forma extraña con él, no quería pensar en ello, estaba tan acostumbrado a la presencia del niño carente de emociones que se le hacía raro no tenerlo cerca a veces.

-Oigan... -Tímidamente les llamó la atención nuevamente el chico.

Ambos voltearon a verlo, a lo que se encogió en su lugar.

-Edith... Ella murió aquí ¿verdad? -Pregunto dudoso Tucker.

-Sí, ¿porque lo dices? -Wally frunció el ceño.

-¿Porque no la hemos visto? Es decir... Ella murió aquí, debería estar por aquí ¿verdad?

-Cariño, nuestros jodidos corazones están aquí, por eso nosotros lo estamos. A ella se la llevaron entera -Respondió Luca, soplándose un mechón de cabello de la cara y pasándole un brazo por los hombros.