CAPITULO 17

Christopher 🌹

Enero 12, 2020


















 

— ¿Pero qué ha pasado?

Jess de inmediato se aproxima a nosotros para ayudarnos con Evan. El chico sigue inconsciente y para ser sincero... eso ya me está preocupado bastante. La marca en su frente aún derrama un extraño líquido  color negro, no creo que se trate de su sangre.

— Con cuidado, chicas, recuestenlo.— mi cuñada y Abby me ayudan después a depositarlo cuidadosamente sobre la cama de la habitación.

El rostro del chico luce más pálido que de costumbre, su respiración se percibe lenta y la manera en la salta su corazón es extraña, alarmante.

Evan...

¿Por qué aún no reaccionas? ¿Qué fue lo que te hizo esa mujer? ¿Qué significa esa marca en tu frente?

Miro después a Jess y a Abby, ambas no dejan lucir preocupadas mientras miran a Evan. La adorable rubia se nota más allá de lo agotada. Aún tiene un brillo temeroso en sus ojos, estos ahora ocultos por unas lentillas verdes.

Miro a todo mi alrededor, despues voy a fijarme en las ventanas. Las chicas me miran curiosas por mi inspección, así que me apresuro en preguntar;— ¿Dónde están los chicos? ¿No han llegado Pam, Ramsés y Alan?

Jess está a punto de hablar, pero es en ese momento que escuchamos cómo la puerta de la habitación se abre. Bajo la guardia cuando veo que se trata de ellos, ya estaba empezando a temer lo peor.

Es Alan el que viene a la delantera, la pequeña de cabello rosa y el chico tatuajes y gorro azul viniendo detrás de él.

— Joven Smith, lamentamos aparecer a esta hora, pero fuimos a buscar...— Alan, el chico de rizos castaños, al que ahora veo cargando unos papeles en las manos, se detiene en lo que iba a decir. Sus ojos se han desviado a mis espaldas, sospecho que ya se ha dado cuenta de Evan—. Oh... ¿Está bien? ¿Qué fue lo que le pasó al joven Evan? ¿Y a usted...?— se queda mudo de nuevo para mirarme de pies a cabeza. Su mirada preocupada cambia al asombro cuando mira a Abby—. ¿Qué ocurre? ¿Cuándo llegó ella también?

— Tranquilos, chicos, sólo... denme un momento. — mi voz sale débil. De pronto me siento extrañamente abrumado y no deduzco que haya sido por el parloteo del chico.

Tomo asiento en uno de los sofás. Sostengo mi cabeza después con mis manos. Está doliendo cómo el infierno, en mucho tiempo no había sufrido una jaqueca cómo esta. Mi cuerpo también suplica reposo, ya no soportaba estar de pie. Todo está empezando a revolverse dentro de mí con violencia, esos temores y esos nervios monstruosos haciéndose presente de nuevo para torturarme. Y es que la verdad no puedo evitar sentirme afectado por las aclaraciones de esa mujer...

"—Estamos preparándonos y más vale que ustedes lo estén haciendo también, si es que prefieren pelear. Les advierto de antemano... que el interferir sólo provocarán su ruina. Así que les recomiendo, por su bien, pensarlo con detenimiento. Si deciden participar y no hacer ninguna estupidez que nos cause más aplazamientos...  Serán bienvenidos y podrán tener un lugar en nuestro reclutamiento."

Reclutamiento...

Ese bastardo de Belia está reuniendo peligrosos líderes del Averno y de más lugares indeseados para lograr su asqueroso objetivo, pero no lo entiendo... Según lo que siempre se ha sospechado de sus intenciones con el mundo... es apoderarse de él solo. Es destruir a toda criatura viviente en él y hacerlo su propio hogar. ¿Para qué le interesaría conseguir a más aliados cuando al final del día será sólo recompensa para él? ¿Será cierto entonces que ha preferido compartir ese dominio?

Talvez les ha mentido para que lo ayuden y al final dejarlos fuera del juego...

De un maldito cómo él ya me espero eso y más. Sin embargo, lo más raro es... ¿Por qué Lucifer y el Guardián no están haciendo nada para detenerlo? ¿Por qué están permitiendo que avance? ¿Qué es lo que ellos traman?

No creo que el Guardián caiga tan bajo para apoyarlo cómo muchos ahora lo están haciendo. Tampoco Lucifer lo permitiría. A pesar de ser su hijo... sabe que es una terrible amenaza, incluso para él.

Esto es tan confuso...

<<Constans...

¿Qué estará pasando ahora contigo, bella? ¿Dónde te tendrá ese maldito?>>

Esa impotencia de no saberlo es lo que más me está matando ahora.

— Chris... Por favor... tienen que explicarnos qué ha pasado. Por favor...

La voz de Jess me ayuda a regresar al aquí. Un nudo en mi garganta voy notando al momento de querer decirle algo, ¿a qué hora apareció? Recordarla a ella me hace débil y revive mil sentimientos tortuosos dentro de mí.

Tomo valor desde mis adentros y después me pongo de pie. Aún siento mi cuerpo pesado, pero trato de mantenerme firme para enfrentarla. Primero a ella y después a los chicos que yacen también en la habitación, mirándome expectantes. Abby, por otro lado, se mantiene seria y quieta en un sofá de la esquina. Su mirada desviada, sus brazos abrazándose por encima de su suéter blanco.

— Fuimos atacados por demonios afuera de una iglesia. — los ojos de miel de mi cuñada se abren hasta el tope después de escuchar mis palabras—. No iban por nosotros al principio porque... asesinaron a un sacerdote. Al parecer... uno de ellos se metió en problemas con esas criaturas por interferir en sus asuntos que, para el colmo, tienen que ver con Belia. Ahora tratan de vengarse con todo aquel que lo intente.

— Dios...

Jess niega y después toma su cabeza con sus manos. Los demás sólo se dedican miradas, en algunos leo la angustia y en otros el desconcierto. No quería preocuparlos más, mucho menos a Jess, pero necesito que estén realmente conscientes de este asunto que al parecer no deja de empeorar.

— La criatura que atacó a Evan me lo confesó. Y también algo que me dejó más angustiado. — sus ojos se posan en mí de nuevo. Me tomo unos segundos para tratar de asimilarlo antes de decírselo—. Belia se está uniendo a más líderes... Están haciendo un tipo reclutamiento. Incluso... nos ofrecieron a Evan y a mí participar.