Capítulo 7

*Nuevo año en hogwarts*

Este tiempos sin Cedric, tengo que admitirlo, ha sido demasiado doloroso. Aún me cuesta dormir en las noches ya que no puedo parar de soñar con él. Trato de ocultar lo que siento, más porque me fui a vivir a la mansión Malfoy y tengo que ser sincera, tanto Draco como su madre me han tratado bien.

Me encontraba en el tren de camino a Hogwarts. No pude evitar ponerme triste al ver que era el mismo asiento en el que estaba con Cedric.

- ¿Puedo sentarme? - miré a la entrada de la cabina.

- Hola Tracey. - sonreí.

- Me da gusto verte.

- Lo mismo digo. ¿Que tal te ha ido? - traté de alegrarme.

- Pues bien, no me quejo. ¿Y qué tal tú?

- Fuera de que mi padre ordenó que viviera en la mansión Malfoy, bien.

Después de llegar a la estación de hogwarts, Tracey y yo bajamos del tren.

- Me sorprende que el ministerio te permita seguir libre Potter. - dijo Malfoy mientras pasaba a lado de Harry Potter, para intentar alcanzarnos. - Mejor disfrútalo mientras puedas, ya tienen una celda en Askaban con tu nombre.

- ¡No te metas conmigo! - Harry Potter intentó golpearlo y Ron lo detuvo.

- Draco no molestes. - jale su mano.

Subí al carruaje con Draco, Tracey y los dos amigos de Draco. Al llegar al castillo, nos sentamos en la mesa correspondiente a Slytherin.

Nos presentaron a la nueva profesora de defensa contra las artes obscuras, Dolores Umbridge.

- Gracias señor director, por sus amables palabras de bienvenida y que hermoso es ver sus brillantes y felices rostros sonriendome. - miré a mi alrededor y todos estaban con caras de aburrimiento.

Nos dio una introducción de la importancia de la educación de magos y brujas en el ministerio.

Después de la cena, nos dirigimos a la sala común. Todos me miraban bastante raro y empezaron a susurrar.

- Te juzgan por lo que dijo Harry, sobre lo de tu padre. - me susurró Tracey.

- Me da igual, juzgada he sido desde niña por eso. - hablé de mala gana. - Creo que mejor me voy a dormir.

- Si claro. Nos vemos mañana. - me respondió mi amiga.

Subí a los dormitorios y me cambié de ropa. Me acosté con la esperanza de que esta noche fuera tranquila y no hubiera pesadillas. Pero no fue así.

*Sueño*

- Descuida... solo es un mal presagio, para que se te pase, solo diré que yo no haré nada malo ni dejaré que algo malo me pase a mi y mucho menos a ti.

- ¡Avada Kedavra! - apareció Colagusano matando a Cedric.

- Cedric me pidió que trajera su cuerpo... - hablaba Harry.

- Ni dejaré que algo malo me pase a mi.

- No cumpliste Cedric... - me soñé estando frente a él.

*Fin dle sueño*

- _______, despierta. - me sacudió Tracey. Mis mejillas estaban húmedas, otra vez había llorado. - Me imagino lo difícil que debe ser cerrar los ojos y verlo, pero tienes que dejar de culparte.

-Si yo hubiera insistido o le hubiera dicho que seguía teniendo esa mala sensación de que algo malo le pasaría y rogarle no entrar a la prueba...

- ¿Te hubiera hecho caso? Creo que tu más que nadie sabías que Cedric era un cabeza dura y de verdad debes buscar la forma de dormir. Yo creo que a él no le hubiera gustado verte así. No te digo que superes su muerte de un día para otro, obviamente no será fácil, pero piensa que a Cedric lo único que le importaba era verte feliz. Trata de llenar tus pensamientos con recuerdos bonitos que hayan tenido juntos, de esta forma podrás estar un poco tranquila. - la abracé.

- Gracias Tracey.

- De nada _______... Ahora trata de dormir, mañana tenemos clase temprano. - se acostó.

Miré al techo tratando de conciliar el sueño y después de un buen rato, lo pude lograr.

*Al día siguiente*

Estábamos esperando a la nueva maestra en el salón de clases. Para no hacer tan larga la espera, unos alumnos hicieron un ave de papel, el cual todos empezamos a lanzar, hasta que se consumió en fuego lanzado por la profesora.

- Buenos días niños... Título indispensable de magia ordinaria. - escribió en la pizarra. - Mejor conocido como Timo.

Nos entregó un libro a cada uno mientras explicaba en que consistía su clase. Al abrirlo, varios notamos que no había hechizos de defensa.

- Aquí no hay nada de cómo usar hechizos de defensa. - habló Hermione después de levantar la mano.

- ¿Hechizos de defensa? - se río Dolores. - No sé para qué usarías hechizos de defensa en mi clase.

- ¿Será porque la clase se llama "Defensa contra las artes oscuras"? - dije sarcástica.

- Van a aprender sobre hechizos de defensa de una manera segura y sin riesgos. - explicó.

- ¿Y de qué nos serviría? Si nos atacan sería un gran riesgo. - exclamó Harry.

- En la opinión del ministerio, el conocimiento teórico será suficiente para que pasen sus exámenes que después de todo, es para lo que sirve el colegio.

- ¿Como nos prepara para lo que existe en el exterior? - Harry habló ya algo molesto.

- No hay nada en el exterior querido.

- O es lo que usted cree. Disculpe profesora. - me levanté de mi asiento. - Pero Harry tiene un buen punto.

- ¿Ah si? Y, ¿Quien te imaginas que atacaría a alguien como ustedes?

- Ah no lo sé, tal vez Lord Voldemort. - respondió Harry. Todos comenzaron a susurrar.

- Les explicaré, claramente, les han dicho de que cierto mago tenebroso está al acecho nuevamente, eso es una mentira. - esto hizo que explotara.

- ¡¿Una mentira?! - grite. - Perdone profesora, pero creo que soy la única que puede atestiguar eso, ¿Como puede decir que es una mentira? ¿La muerte de Cedric Diggory, fue solo porque si?

- La muerte de Cedric Diggory, fue un accidente trágico.

- ¡Claro que no, Voldemort lo hizo, luché contra él! - explicó Harry.

- ¡Basta! - gritó la profesora.

- Ok, ignore el hecho de que Lord Voldemort ha vuelto. - hablé de nuevo. - No le voy a aceptar profesora, que diga que la muerte de Cedric fue un accidente y, otra cosa, imagine usted que su peor enemigo, viene en este momento y la ataca, no creo que los TIMO le ayuden a defenderse, ¿o me equivoco?