Corazón Abismal: Susurros del mar oscuro

CAPÍTULO 19 – Donde el silencio también ama

Daryan – Presente

No sabía cómo comenzar.

El amanecer se filtraba por las paredes de la cueva, tiñendo la piedra con reflejos suaves. Neriah dormía aún, acurrucada junto a su pecho, su respiración profunda, confiada.

¿Cómo se le dice a alguien que una parte de ti sigue rota, incluso después de haberla amado con todo?

Cuando abrió los ojos, ella lo miró como si el mundo no pesara tanto.

—¿Puedo preguntarte algo? —susurró.

—Puedes preguntarme todo —respondió él.

—¿Qué te rompió?

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Daryan – Pasado

Tenía quince años humanos cuando vio morir a su madre.
Fue en manos de su propio clan, acusada de haber amado a un lobo.
Y aunque el rumor nunca se confirmó, bastó para sellar su destino.

—La vi arrodillarse. No suplicó. Solo me miró… y me dijo que debía aprender a callar.

Su voz temblaba.
Y Neriah lo escuchaba sin moverse.

—Después de eso, me volví todo lo que querían. Fuerte. Frío. Letal.
—Fui el más joven en dirigir una operación de limpieza. Maté sin dudar.
—Y cada vez que lo hacía, sentía que me alejaba más de mí… y me acercaba a lo que ellos necesitaban.

Se levantó, desnudo, y caminó hacia la entrada. El viento helado le golpeó la espalda.

—Amé una vez.
—Antes de ti.
—Una vampira del consejo. Brillante. Ambiciosa.
—Me usó para ganar posición. Y cuando la tuvo… me traicionó frente a todos.
—Fui humillado. Castigado.
—Y desde entonces, me prometí que nadie volvería a tocar lo que no mostrara.

Volvió a mirarla.

—Hasta que tú cantaste.

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Neriah – Presente

No lo interrumpió.
No lloró.
Solo se acercó, lo tomó de la mano… y lo abrazó por la espalda.

—No tienes que ser fuerte conmigo.
—Tampoco silencioso.

Él se volvió.
La miró.
Y se rindió.

—Contigo… siento que tengo un nombre más allá del miedo.

Lo besó.
Y lo hizo lento.
Con ternura.

Se recostaron de nuevo, con la manta sobre sus cuerpos desnudos.
Pero esa vez, no hubo deseo.

Solo calma.
Solo amor.

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